Chicas... ¿jugamos?

Me imagino que debe ser medieval , y con la cantidad de libros que he leido de este genero , estoy segura de que a este no lo tuve en mis manos !! Cabezazo

Me lo apuntare cuando lo adivineis !

pipa7581 escribió:: Por el corazon de mi dama de laura kinsale??

SIIIIII... Chicas... ¿jugamos? - Página 9 309406

Je,je...Lo de las calzas verdes he estado a punto de quitarlo... Chicas... ¿jugamos? - Página 9 794237

CACHITO PIPA Chicas... ¿jugamos? - Página 9 742647

OK:

Lo miró con la cabeza alta y la barbilla elevada, en una pose provocadora.

XY dio un paso hacia ella, con los ojos ardiendo súbitamente de deseo, y XX pensó que iba a besarla. Al instante, sintió como si su cuerpo se estuviera abriendo a él, y supo que si la besaba, ardería como una llama.

No había nada que deseara más que aquello. Y nada la asustaba más.

Se dio la vuelta bruscamente y se alejó hacia el centro de la habitación. Casi antes de darse cuenta de lo que iba a decir, las palabras salieron de su boca.

—Háblame de Dd.

Hubo un instante de silencio. Ella se volvió a mirarlo.

—¿Cómo? —le preguntó él—. ¿Por qué quieres saber de Dd?

—Ése fue el nombre que dijiste, la mujer a la que estabas protegiendo de las insinuaciones de mi padre. Aquella noche, cuando te encontré en el vestíbulo de mi casa…

—Sí. Ella es la trabajadora de mi establecimiento de la que te hablé.

—¿Sólo es eso para ti? ¿Una empleada?

—No —respondió él, observándola con atención—. ¿Por qué me estás preguntando esto? ¿Quién te ha hablado de Dd?

—Teresa. Yo recordé el nombre cuando ella lo mencionó. Me acordé de que le dijiste a mi padre que no volviera a tocarla nunca más.

—¿Y tienes algo en contra de Dd? —le preguntó él con tirantez, con una mirada de cautela.

—¿Yo? —dijo XX, con el corazón encogido. Su forma de hablar de Dd no era la de un hombre hablando de una empleada—. No. ¿Cómo iba a ser así? No la conozco.

—Entonces, ¿qué es lo que te interesa?

—Supongo que tengo curiosidad. Me pregunto si le hablarás a tu mujer de ella.

—Por supuesto. Dd es parte de mi vida. Mi esposa tendrá que darse cuenta de ello.

—Entonces, ¿parte del precio que debe pagar para convertirse en condesa será soportar que tengas una amante?

Él la miró durante un largo momento.

—¿Es eso lo que te dijo ELLA? ¿Que Dd es mi amante?

—Sí. Me dijo que te había oído discutiendo de Dd con tu abuela. Me contó que tú le dejaste claro a lady Rb que nunca la dejarías.

XY suspiró.

—Dd no es mi amante.

XX intentó no desmayarse de alivio.

—La conozco desde que era niño. Crecimos juntos. Ella era un poco más pequeña que yo, y más débil. Éramos amigos. Yo la protegía. Compartimos la comida y las mantas. Ella es… durante toda mi vida, ha sido lo más cercano que he tenido a una familia. Es mi hermana. Nunca he pensado en que fuera mi amante. Es inconcebible para mí.

No sé...¿Todo por tu amor de Anna Casanovas?

Pipa... se te paso un nombre I

Maryss28 escribió:: Pipa... se te paso un nombre I

Yo también lo he visto... Chicas... ¿jugamos? - Página 9 502525

jajaja pues yo ni con nombre jajajja

pero muy bueno lo de Ea.. jajajja

Ness escribió:

Maryss28 escribió:: Pipa... se te paso un nombre I

Yo también lo he visto... Chicas... ¿jugamos? - Página 9 502525

Gracias chicas, ya lo he corregido. Chicas... ¿jugamos? - Página 9 633368

Ness escribió:: No sé...¿Todo por tu amor de Anna Casanovas?

No, no es ese.

Pista: es histórico

pipa7581 escribió:: Pista: es histórico

Que mala eres ! Eso ya lo hemos adivinado ! Bee

...

algunas pistilla más Juntar dedos

eso a ver

yo este no lo e leido Juntar dedos

Alguna pista que tenga que ver con la autora ? Juntar dedos

jajaja creo que no lo acertaremos nunca

Otro pedacito más revelador, la verdad por partes me suena, a lo mejor lo leí...

Ahí va otro trocito:

Se dijo que la boda era una boda por amor. Y aunque muy pocos conocían en realidad al novio, lo cual le confería a todo un aire de misterio, había bastantes que conocían a la novia, y quedaron asombrados al saber que tanto él como ella habían caído enamorados a primera vista.

Sin embargo, ninguno de los que asistieron a la boda pudieron negar el amor que se reflejaba en las caras del conde y de su flamante esposa mientras recitaban sus votos. Y cuando salieron a bailar por primera vez como marido y mujer, ni siquiera el corazón más duro pudo negar una punzada de alegría.

Lady F, que estaba un poco alejada de la zona de baile, los observaba con un placer que en muy poca medida se debía al precioso centro de mesa de plata con que le había obsequiado lady O, en gratitud por propiciar el compromiso. Aquel centro mantendría la casa de F funcionando durante todo el invierno. Sin embargo, la verdadera razón de la satisfacción de lady F era que había llegado a apreciar mucho a XX y a XY, y que estaba segura de que aquel matrimonio sería muy dichoso.

El baile terminó y la pareja se acercó a ella sonriendo.

—¡F! —exclamó XX, tendiéndole ambas manos—. ¡Me alegro mucho de verte!

XX estaba un poco ruborizada, y tenía los ojos brillantes de felicidad. Era la imagen de la novia más bella. Y claramente, XY pensaba lo mismo, porque no podía apartar la mirada de su nueva esposa.

—Lady F—le dijo, haciéndole una cortés reverencia.

—Os deseo toda la felicidad del mundo —les dijo ella—, aunque está claro que no necesitáis mis deseos. Vuestra alegría es evidente.

—No puede ser de otra manera —dijo XY—. Soy el más afortunado de los hombres. Y sé que tengo que daros las gracias a vos.

Ella sonrió.

—No, yo sólo os di la oportunidad. Vos fuisteis quien la conquistó.

—Pese a la gran resistencia que opuso —dijo XY.

—Tonterías. Yo sólo me estaba comportando de una forma lógica —respondió XX con una gran sonrisa.

—¿Lógica? Oh, ¿de veras?

—Sí. Era bastante lógico no querer casarme, con los ejemplos de matrimonio que tenía a mi alrededor. Pero claro, me di cuenta de que era más lógico decir que sí a tu propuesta —le dijo, lanzándole una mirada de coquetería.

—¿De veras? —le preguntó XY—. ¿Y cómo es eso?

—Cualquiera puede explicarte que no es lógico luchar contra el amor.

—Mi inteligentísima esposa —dijo XY y, sin miramientos, la abrazó y la besó frente a todo el mundo.

—¡XY! —exclamó ella, cuando emergió de entre sus brazos—. ¡Estamos en público!

XY se acercó a XX y le susurró al oído:

—Entonces, sugiero que nos vayamos ahora mismo.

Con una ultima sonrisa para F, XX lo tomó del brazo y ambos caminaron por entre la multitud. F los observó con cariño mientras se dirigían a la salida, detenidos frecuentemente por quienes querían felicitarlos.

—Qué pareja tan encantadora —dijo una voz a su lado.

F se giró sonriendo y vio a lady B y a su hermana, lady Fn.

—Sí, debéis estar muy orgullosa, lady F—intervino lady Fn—. Todo el mundo dice que sois la responsable del compromiso.

—Gracias —dijo F amablemente—, pero yo tuve poco que ver. No hice más que presentarlos.

La autora es Doble C; Y el libro es el segundo de una serie

Secretos familiares..Candace Camp Question

pricesa escribió:: Secretos familiares..Candace Camp

Muy bien pricesa; Tu turno

pipa7581 escribió:

pricesa escribió:: Secretos familiares..Candace Camp

Muy bien pricesa; Tu turno

Solo he leido el primero de esta serie , pero al leer lo de lady F , me acorde del nombre de la casamentera Francesca !! :perfecto:

Ok..va..

En ese momento, mientras XX recorría junto a su hermana el camino de pedregullo, que hacía las veces de única ruta hacia el pueblo, tenía la mente en otra cosa, completamente distinta. Lamentaba que el camino estuviera tan transitado ese día. Los carros pasaban, dejando olor a aceite de lino, que se usaba para pintar, y a madera recién cortada. Por supuesto que ella sabía adonde se dirigían todos esos vehículos. Varios cabriolés verde oscuro, muy elegantes, que obviamente se habían rentado en Londres, seguían a los carros. XX pensó que probablemente transportarían idóneos trabajadores que se habían contratado en la ciudad. Todos iban al castillo que estaba detrás, donde las torretas asomaban por encima de los brillantes olmos otoñales.
XX sabía que el nuevo marquis vendría por unos días, pero por alguna razón no pudo encontrar las fuerzas suficientes y la indiferencia necesaria para contárselo a HERMANA. Pero como pasaba un vehículo tras otro por el estrecho camino, fue su hermana la que sacó el tema.
—¿Por qué tanto movimiento, XX? Nunca escuché tantos carruajes y carros transitando por este camino. —XX resbaló con una de las piedras y se aferró al brazo de su hermana para no caer.
XX asió a HERMANA, tal vez con demasiada fuerza. Ojalá no hubiera tenido que revelarle todo a HERMANA en ese momento, porque sin duda su hermana pretendería una descripción detallada de toda la actividad. Además, comenzaría con un interrogatorio demasiado comprometedor y XX no soportaría tener que responderlo. Pero ya no había manera de evitar lo inevitable.
—Vuelve el marquis. —Listo. Ya lo había dicho.
HERMANA se quedó sin habla. Pero cuando por fin pudo recuperar el aliento, dijo:
—¿Te refieres a Lord P? ¿El nuevo marquis?
—Sí. —La palabra se le quedó atravesada en la garganta. Como no podía soportar ni un segundo más esa conversación, XX siguió caminando tan rápido que HERMANA prácticamente tuvo que correr para seguirle los pasos.
—Oh, XX —gimió HERMANA por fin—. ¿Cuándo?
—Dentro de dos semanas, según escuché. —La sola idea la aterraba. Deseó fervientemente que HERMANA terminara allí la conversación. Y así fue.
—¿Iremos al mercado antes de que se venda todo el carnero? —XX se negó a asumir la expresión de pánico de su hermana. Cuando HERMANA asintió, siguieron caminando sin pronunciar ni una palabra más.

El angel malvado de Meagan McKinney?? Chicas... ¿jugamos? - Página 9 198644

Besotes
Juana

Juana escribió:: El angel malvado de Meagan McKinney??

Besotes
Juana

grrr..nunca consigo poner algo mas complicado.. Jumm

Te toca Juana!! Campeón

se me adelantó Juana

Se siente, Pipaaaa Chicas... ¿jugamos? - Página 9 261337

jajajajajajajajajja

QUIJOTA cruzó las manos. Sabía que sería imposible llegar a ser una dama de influencia sin llamar la atención pública, y uno no atrae la atención pública sin una cierta cantidad de espectáculo, ya sea que ese espectáculo involucre beber té en un llamativo carruaje o elegir un libertino tristemente célebre por marido. Siempre y cuando se recordó, todo fuera para un propósito, podía justificar la indulgencia.

O al menos eso pensaba.

El camarero apareció con una bandeja con un plato de cristal. En el plato había algo que parecía la pelota de un niño, de color amarillo pálido, y brillante al sol de la mañana.

—Qué bonito —dijo ella, aceptando el plato y una cuchara de plata. Ella miró a LIBERTINO—. ¿Qué es?

—Vaya, es helado, por supuesto. Gunter's es famoso por ellos. Eso es una muestra de su nuevo sabor: limón y lavanda.

—Un helado —dijo con admiración. El frío del plato de vidrio traspasaba sus dedos enguantados—. Nunca he visto uno. Nada se congela en las Indias Occidentales, sabes. Hasta que llegamos a Londres, nunca había visto un helado de ninguna clase, mucho menos con sabor a limón y lavanda —atravesó la delicia con la cuchara, rompiendo una delgada capa granular y descubriendo una textura más suave y cremosa por debajo.

—Será mejor que lo comas rápidamente. O no será un helado por mucho más tiempo, sino sólo un jarabe.

QUIJOTA levantó la vista.

—¿Es así como se endulza entonces? ¿Con azúcar?

—Bueno, sí. Es dulce y frío, y... —le dirigió una sonrisa burlona—. Y podrías descubrirlo por ti misma, si sólo lo probaras.

La cuchara se cernía por sobre la bola de color amarillo pálido. Gotas de rocío se formaban sobre la superficie del helado y rodaban hasta juntarse en la superficie del pocillo de cristal. A QUIJOTA se le hizo agua la boca, pero empujó el plato hacia él.

—Lo siento mucho. No puedo.

—¿No puedes?

Ella negó con la cabeza, sintiéndose indescriptiblemente mal educada por rechazar otro de sus gestos. Pero de todas las cosas que él podía sugerir, ¿por qué tenía que ser esto?

—¿Por qué no? —la miró de arriba abajo—. Por favor no me digas que estás preocupada por tu figura.

Con la cara ardiendo, ella bajó los ojos. Sin duda, él habría notado su amplia figura. Ella había aprendido hace unos años que su cuerpo atraía la atención de los hombres, lo deseara ella o no. Y no lo deseaba. A QUIJOTA la tenía muy cohibida las curvas voluptuosas que había heredado de su madre: pechos demasiado grandes, caderas anchas.

A pesar de que no tenía ningún deseo de ver aumentar sus curvas, no era ésa la razón por la que rechazaba el helado.

—Yo no como azúcar —explicó—. No, a menos que sea importada por la compañía de mis hermanos.

—¿Por qué no?

—Porque el azúcar que importan mis hermanos es cultivada y cosechada por hombres libres —echó una aguda mirada al helado—. Eso probablemente es el producto del trabajo de un esclavo.

LIBERTINO estudió el charco creciente de limón.

—Cariño, ese boicot de azúcar cuáquero pasó de moda con la generación de mi abuela. El comercio de esclavos fue abolido hace más de una década.
—El comercio de esclavos fue abolido, sí. Pero la esclavitud en sí sigue siendo legal y se sigue practicando en casi todos los países productores de azúcar —QUIJOTA agarró el asiento de metal con una mano, tratando de mantener un control sobre sus emociones—. ¿Me ofrece estos como refresco? Dime, ¿qué hay de refrescante en la esclavitud humana?
—No lo sé. Supongo... Es decir... —se encogió de hombros—. Es sólo un helado.

Besotes
Juana

ni idea... pero parece interesante Pensar

No lo leí pero será "Una dama persuasiva de Tessa Dare?

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