Chicas... ¿jugamos?

- Estoy aquí para servirla y protegerla, milady. Todos lo estamos.

Ella devolvió la sonrisa.

Entonces harán lo que les mande.

- Por supuesto.

- Pues bién, les ordeno que se marchen.

Él no se movió. Ella no se sorprendió en absoluto.

- No puedo sino advertir que aún está aquí, XY2. ¿Acaso no me comprendió?

El gigante pareció a punto de echarse a reir. Sacudió la cabeza y dijo

- No puedo servirle si me marcho. Seguramente lo comprenderá.

Seguramente que ella no lo comprendía. Estaba a punto de preguntar si podía marcharse ella sin temer que la siguieran, pero XY3 la interrumpió con un nuevo recordatorio.

- Milady, acerca de su propuesta de matrimonio...

- ¿Volvemos a lo mismo?

XY3 asintió

- Usted preguntó - insistió tercamente.

- Si, pregunté. Desde entonces, he cambiado de opinión. ¿Ese hombre vive aún? Debe ser terriblemente viejo. ¿Él los ha enviado a mí?

- Así es - respondió XY2

- ¿Dónde está?

XY2 volvió a sonreír. Los otros también sonrieron.

- Está parado detrás de mí, ¿verdad? - XX supuso que su nerviosismo le había impedido oírlo mientras se acercaba.

Todos los salvajes asintieron con la cabeza.

- ¿Ha estado ahí todo el tiempo? - susurró.

- Acaba de llegar - respondió XY2.

Chicas... ¿jugamos? - Página 22 682390

ese es El Rescate de Julie Gardwood
es uno de mis libros favoritos...

lovevampire escribió:: ese es El Rescate de Julie Gardwood
es uno de mis libros favoritos...

Caliente caliente pero... Chicas... ¿jugamos? - Página 22 813149

la musica de las sombras de garwood?

drew escribió:: la musica de las sombras de garwood?

Seguís quemandoos, obviamente la autora la teneis clara Chicas... ¿jugamos? - Página 22 519167

, pero falta el libro... Chicas... ¿jugamos? - Página 22 682390

Dejo otro trocito, a ver si os saca de dudas.

(hermano XY) esperó hasta que los sirvientes hubieron salido detrás de las mujeres, y luego se volvió hacia XY.
—Deberíamos estar ofendidos.
—Efectivamente. ¿Cómo crees que se ha hecho daño XX, y por qué, por el amor de Dios, fingen ambas que no ha pasado nada?
—Sólo hay una forma de saberlo rápidamente.
—¿Cuál?
(Hermano XY) sonrió.
—¡Grace! —llamó.
—¿Sí, papá?
—Ven y siéntate con tu padre.
—¿Puedo ir cuando esté preparada?
—Ya lo estás ahora, Grace.
La pequeña bajó la cabeza y fue hacia él como si fueran a bañarla. Cuando pasó junto a XY, éste le hizo un guiño.
(Hermano XY) la levantó en sus brazos, le dio un beso en la frente y la sentó en el borde de la mesa. Luego le ordenó que le contara qué había pasado.
—Esa señora gritó a mamá.
—Se llama XX, Grace. Ahora, dime la verdad.
—Quizás esté diciendo la verdad —intervino XY.
—¿Y tu madre qué hizo?
—Lloró.
(Hermano XY) echó a XY una mirada.
—Nada de esto te sorprende, ¿verdad?
—No.
—Mamá también gritó, papá.
—¿Y tú qué hiciste, Grace?
—Nada.
No creyó ni por un instante semejante tontería.
—¿Qué más puedes decirme?
—La señora rió cuando mamá volvió a llorar. —Estaba tan contenta de recordarlo, que encogió los hombros de placer.
— XY, tendré que amonestar a XX por su sorprendente falta de respeto hacia mi esposa. Hablaré con ella.
—No debes ofenderla.
—La señora no lloró, papá.
—¿Ah, no?
—Mamá puso una aguja en la cabeza de la señora.
—¿Cómo se ha hecho daño XX? —preguntó XY.
—Se cayó por la escalera.
—¿Qué demonios estaba haciendo en la escalera?
—XY, si gritas no conseguirás que mi hija te responda —dijo (Hermano XY)—. Recuerda que es pequeña.
—Creí que habías dicho que esto sería rápido.
—La señora XX dijo a mamá que estaba loca.
—Dime por qué estaba en la escalera —ordenó Hermano XY.
—Te quiero mucho, papá.
La estratagema no funcionó. Como tampoco el intento de la niña de zafarse de los brazos de su padre.
—Contéstame, Grace.
—Tuvo que cogerme.
Hermano XY pudo figurarse exactamente lo sucedido. XY estaba en desventaja, ya que se había marchado de la casa de su hermano mucho antes de que naciera Grace y, por lo tanto, no estaba al tanto de la larga lista de travesuras de la niña.
—Sigo sin comprender cómo pudo haberse caído XX —dijo.
—Grace, cuenta a tu tío cómo te agarró XX —dijo su padre.
La pequeña se sintió asustada al sentir sobre ella la atención de su padre y de su tío. Se puso de pie, estiró los brazos sobre su cabeza y simuló dar un salto, procurando reconstruir el hecho.
Hermano XY tomó a la niña y la obligó tiernamente a sentarse.
—Serás mi perdición, Grace —murmuró, sacudiendo la cabeza.
—Lo sé, papá. Ya me lo has dicho antes. Muchas veces.
- También será la perdición de su esposa, señor —señaló la cocinera, mientras se dirigía apresuradamente hacia la cocina.
Hermano XY se volvió hacia la mujer.
—Mi hija se cayó por la escalera, ¿no es así, Elyne?
—Yo no lo vi, pero mi señora me contó que Grace bajó la escalera como una roca desde lo alto de una torre. Lady XX saltó para atraparla.
—Ambas podrían haberse roto el cuello.
—Sí, podría haber ocurrido, XY —estuvo de acuerdo hermano, antes de volverse hacia la fiel servidora—. Explícanos por qué nuestras esposas no quieren que nos enteremos de lo ocurrido.
Elyne no podía desobedecer la orden de su amo y rápidamente contó lo de la apuesta.
A los hermanos no les divirtió nada la apuesta de sus mujeres. Sin embargo, estaban dispuestos a seguirles la corriente. enamorado

pues no se...

La Boda, de tb Julie Gardwood
me he confundido con El rescate,
que tb me gusta mucho, pero no era... Chicas... ¿jugamos? - Página 22 653327

lovevampire escribió:: La Boda, de tb Julie Gardwood
me he confundido con El rescate,
que tb me gusta mucho, pero no era...

Siiiiii Love, es La boda, me encanta ese libro.

vale... voy a buscar algo que os de trabajo Chicas... ¿jugamos? - Página 22 212739

Edito: ya está, esto es de un libro que me gusta mucho...

-¿Por qué está aquí solo?
BUENORRO bajó la vista y miró a MIERCOLESADAMS ceñudo.
-Porque no quiero estar aquí.
-¿Y por qué está? Es adulto. Puede hacer lo que le dé la gana.
-Si crees eso, muchacha, vas a sufrir una gran decepción.
-Le gusta estar irritable.
-No; soy irritable.
MIERCOLESADAMS hizo una mueca y asintió.
-De acuerdo. ¿Me deja probar su vino?
-NO.
-En Europa se enseña a los niños a apreciar el vino.
Lo dijo con tal aire de suficiencia, que BUENORRO, viéndola vestida de negro y con unos zapatos horribles, sintió ganas de echarse a reír.
-Pues vete a Europa. Aquí a eso se le llama fomentar la delincuencia.

pon otro cachito mas

Ni idea, pon algo más a ver si me aclaro, love Chicas... ¿jugamos? - Página 22 653327

pos algo más revelador porfis love

Yo no saber... Confusión

tamos toas igual

venga os pongo otro cachito, este mucho más esclarecedor...

Ahora más que nunca, era esencial que se concentrara en su trabajo. La crisis en la que se hallaban inmersos requeriría todo su tiempo y su energía, apartándole de los viñedos cuando menos podía permitírselo. Las previsiones meterorológicas le advertían que debía mantener la guardia por el riesgo de heladas. Varios toneles de vino estaban casi a punto para el embotellado. La escarificación había empezado ya.
No tenía tiempo para preocuparse por investigaciones policiales ni posibles pleitos. Ni por una mujer. Pero era precisamente aquella mujer lo que no podía quitarse de la cabeza.
"Porque MANDONA había invadido su organismo- pensó-, y se había quedado allí dentro, irritándolo, hasta que él consiguiera sacarla. Así que, ¿ por qué no iba de una vez a la villa, subía por la escalera de su terraza, y acababa de una vez con aquello?"
Sabía exactamente que todo aquel razonamiento era lamentable, una mera excusa, pero decidió que no le importaba lo más mínimo.
Cogió una chaqueta, se dirigió a la puerta principal y la abrió.
Allí estaba ella, subiendo los escalones.
-No me gustan los hombres gruñones que se las dan de machos- dijo ella, cerrando la puerta con un fuerte golpe.
-No me gustan mas mujeres agresivas y mandonas.
Se abalanzaron el uno sobre el otro. Sus bocas se buscaron ávidamente. MANDONA se impulsó hacia arriba y rodeó las caderas de WENORRO con las piernas.
-Esta vez quiero una cama- dijo, respirando entrecortadamente mientras le desabrochaba la camisa-. Ya probaremos el suelo más tarde.
-Yo te quiero desnuda.- WENORRO le clavó los dientes en el cuello y empezó a subir las escaleras tambaleándose-. No me importa dónde.
-Dios, este sabor.- Pasó los labios por su cara, por el cuello-. Es tan primitivo.- Se le cortó la respiración cuando él la apoyó contra la pared al llegar a lo alto de las escaleras. Los dedos de MANDONA se enredaron en sus cabellos-. Esto no es más que sexo, ¿de acuerdo?
-Sí, de acuerdo, lo que tú digas.- WENORRO le cerró la boca con la suya. Utilizando la pared para sujetarla, le quitó el jersey por la cabeza-. Dios, que pechos.- Tiró el jersey al suelo y empezó a besar el pecho que asomaba por encima del sujetador-. No llegaremos a la cama.
El corazón de MANDONA empezó a latir alocadamente cuando él le mordisqueó el pezón.
-De acuerdo. La próxima vez.

jajajaja......¡¡Que ansias, por Dios!!! calor

No sé cual es, pero me lo apuntaré... :perfecto:

Las Viñas de Napa Valley de Nora Roberts?? Chicas... ¿jugamos? - Página 22 682317

Fantástica escribió:: Las Viñas de Napa Valley de Nora Roberts??

SIIIIIIIIIÍ! es uno de mis libros favoritos
me encanta como escribe Nora
te toca, Fantástica

venga fantastica

lovevampire escribió:

Fantástica escribió:: Las Viñas de Napa Valley de Nora Roberts??

SIIIIIIIIIÍ! es uno de mis libros favoritos
me encanta como escribe Nora
te toca, Fantástica

La primera parte que pusiste no la reconocí, pero la segunda fue más esclarecedora Chicas... ¿jugamos? - Página 22 987896

A mi también me gustó mucho el libro. Busco y pongo algo Chicas... ¿jugamos? - Página 22 86956

Ahí va, entonces:

- IMPETUOSO, me pregunto si quizá...
Él no escuchaba sus palabras. Estaba absorto en la cadencia de su voz, en el agitado ritmo ascendente y descendente de sus pechos, en el movimiento de sus labios.
- Como parece que yo te gusto un poco- musitó ella-, me preguntaba si estarías interesado en mantener una relación conmigo...
Las últimas palabras las dijo corriendo e IMPETUOSO por fin se concentró en lo que ella decía.
- Me refiero a mantener relaciones carnales - continuó DECIDIDA-, en aquellas ocasiones en las que a ambos nos convenga.
Un burbujeante placer disolvió la tensión de IMPETUOSO.
- Relaciones carnales -repitió él.
- Sí -confirmó ella con voz jadeante-. Si estás interesado.
<<¿Qué si estoy interesado?>>
- Te refieres a acostarnos juntos -se aseguró él, concisamente.

Chicas... ¿jugamos? - Página 22 794237

no me suena... Chicas... ¿jugamos? - Página 22 923226

otro cachito please

A ver si este trozo es más clarificador:

—¿Amabas a tu marido?
Aquel extraño encuentro con IMPETUOSO era el tipo de situación de la que se habría reído con MARIDO. Pero su marido ya no estaba con ella desde hacía años, ahora se encontraba sola.
—Con toda mi alma.
—No espero amor de ti. No podría corresponderte.
DEIDIDA comenzó a mover el abanico con el corazón desbocado para aliviar el súbito calor que se apoderó de sus mejillas.
—Eso no es muy halagador, milord. A las mujeres no nos gusta oír decir a un hombre que no va a enamorarse de nosotras. Preferimos creer que seremos objeto de devoción eterna.
OTRO le había dicho que siempre sentiría devoción por ella. La arrugada nota le ardió en la mano.
—No, no sería posible. No puedo amar.
—¿Perdón? —«¿Cuántas veces había dicho esa palabra esta noche?»
—Soy incapaz de amar. No te mentiré al respecto.
DECIDIDA se preguntó qué era más desolador, si las propias palabras o el tono lacónico de su voz cuando las decía.
—Quizá eso sea porque no ha conocido aún a la mujer adecuada, milord. Todo el mundo se enamora tarde o temprano
—He tenido algunas amantes pero jamas las he amado.
DECIDIDA se ruborizó.
—Milord, me resulta incoherente. Si no quiere mi fortuna ni mi amor, ¿cuál es la razón por la que desea casarse conmigo?
IMPETUOSO alargó la mano hacia el rizo otra vez como si no lograr contener el impulso.
—Quiero acostarme contigo.
DECIDIDA supo en ese instante que ella no era realmente una dama y que nunca lo sería. Una dama de verdad se habría desmayado en la silla o gritado hasta hacer caer el techo del teatro. Pero ella se limitó a inclinarse hacia IMPETUOSO, en una actitud casi provocativa.
—¿De veras?
El tomó más tirabuzones entre los dedos, deshaciendo el trabajo de la doncella.
—Has estado casada con un vicario. Eres una mujer respetable que cree en el matrimonio. Si no fuera así, te propondría otro tipo de arreglo.
DECIDIDA contuvo el deseo de frotar la cara contra el guante masculino.
—No sé si le he entendido bien. Quiere llevarme a la cama, pero como he sido una respetable señora casada, ¿considera que tenemos que pasar por la vicaría para conseguirlo?
—Sí.
Ella emitió una risa medio histérica.
—Mi querido IMPETUOSO, ¿no cree que eso es un poco exagerado? Y después de haberme llevado a la cama, ¿seguiría casado conmigo?
—Pienso acostarme contigo más de una vez.
En sus labios incluso sonaba lógico. La profunda voz se colaba entre sus sentidos; tentándola, encontrando a la apasionada mujer que había descubierto hacía tiempo que le gustaba acariciar el cuerpo de un hombre y recibir el mismo tipo de tratamiento en el suyo,
Se suponía que las damas no disfrutaban del sexo o, al menos, eso le habían dicho.

Chicas... ¿jugamos? - Página 22 794237

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