A Harry siempre le habían atraído las apuestas, hasta ahora.

Harry Traemor está más que encantado con su vida de soltero, libre como el viento, pasa sus días sin preocupaciones y a la búsqueda del placer. Pero todo eso está a punto de cambiar cuando recibe un requerimiento para presentarse ante el Príncipe Regente al igual que los otros miembros de la sociedad de "Los solteros imposibles". El príncipe les ha reunido con la intención de proponerles una obscena apuesta. Las reglas son simplemente escandalosas: el soltero cuya amante gane el título de "Compañera más deliciosa" conservará su estado un año más. Harry, que hasta ahora no le había echado cuentas a esto, se ve en la tesitura de conservar su soltería o casarse con la dama elegida por el Regente, es por ello que estará dispuesto a lo que sea con tal de no tener que casarse.

¿Quién ganará esta alocada apuesta?

Desde luego pocas papeletas tiene la señorita Molly Fairbanks, quien se ha visto envuelta en este juego de la forma más absurda. La pequeña amiga de Harry, mejor dicho, su archi-enemiga desde la infancia, tendrá que ocupar el puesto de amante de Harry durante el mes que dura la apuesta. Pese a su atractivo y sus exquisitos modales, Harry sabe que tiene pocas opciones de ganar con ella. ¿Qué sabrá Molly acerca de lo que debería mostrar una mujer para convertirse en ese ser delicioso que gane la competición? Todo lo que ella sabe es que está en sus manos, en las manos de un hombre que la odia por culpa de un nimio incidente cuando eran niños, que jamás la perdonará por ello y que su reputación quedará por los suelos si algo de todo esto llega un día a saberse.

Primer libro de la serie Solteros Imposibles.

Estoy contenta de haberme leído esta novela, realmente me ha encantado. Me llamó la atención por su argumento porque no tenia referencias previas, ni conocía a la autora... Y es exactamente lo que promete: una trama divertida, unos diálogos chispeantes, unos protagonistas encantadores y unos secundarios con una vida propia. La historia de amor sencillamente me ha encantado, cautivado.

La novela empieza con un prólogo que relata "el incidente" que provoca Molly tan inocentemente y que tiene consecuencias tanto para ella como para Harry. La historia transcurre ocho años después de ese momento, casi toda se desarrolla en el período una semana. La relación que hay entre los protagonistas es bastante especial y eso es lo que me ha enganchado desde el principio, los anhelos secretos y deseos ocultos que hay tras su mutuo desprecio, del mismo modo que se desprecian entre ellos existe una confianza que solo los años y el contacto otorgan.

Molly siempre fue una niña entusiasta y ahora se ha convertido en una romántica empedernida, pero demasiado directa y sincera para la sociedad londinense y para su propio bien. En un momento pasa de estar fugándose para casarse en Gretna Green a ser la amante falsa de Harry, para ella ese es un mundo nuevo y no sabe muy bien cómo comportarse. Molly es demasiado franca y espontánea e intenta salir airosa de las pruebas de la apuesta haciendo gala de todo su ingenio y sembrando el desconcierto en todo el mundo, pero poco a poco se va ganando el respeto de -casi todos- los demás, incluso entablando amistad con las demás amantes, aunque le cuesta lo suyo. Molly es entrañable porque no es la damisela perfecta, tiene sus defectos y necesidad de expresar sus opiniones, más de lo que es prudente en una dama como ella. Todo eso es lo que la hace especial.

Harry tampoco es perfecto. Después de dejar el ejército de manera deshonrosa pasó a ser uno de los Solteros Imposibles del príncipe regente y, al igual que los demás participantes, se ve atrapado en una apuesta en la que ninguno quiere participar porque para el perdedor habrá consecuencias fatales. En la misma posada en la que Molly se queda sin prometido, él se queda sin amante, de hecho el ex-prometido y la ex-amante huyen juntos dejando a Molly y Harry en una sórdida posada y con sus planes destruidos. Él se queda sin acompañante para la apuesta y ella sin carabina en un sitio poco respetable... Harry solo ve una solución, y aunque nunca lo admitirá, su prioridad es no dejar a Molly sola en ese sórdido lugar. Harry es absolutamente encantador aunque se esfuerza en ser un canalla.

Hace años que Molly y Harry son archi-enemigos pero por mucho que hablen de odio y desprecio, es evidente que no es exactamente eso lo que sienten, porque han sido compañeros de juegos, vecinos y parientes políticos. Lo que sienten es frustración, por "el incidente" en si y por las consecuencias -desproporcionadas- que conllevaron para ambos, pero el tiempo ha hecho que superen aquel momento. Tienen los sentimientos típicos de todas las familias, ellos pueden insultarse todo lo que quieran, pero que ningún extraño se atreva a hacerlo. En el fondo son amigos pero nunca se habían parado a pensarlo porque se conocen desde siempre, el uno forma parte de la vida del otro. Aunque nunca se habían mirado como empiezan a hacerlo ahora, como un hombre y una mujer, como amantes, pero después de tantos años se conocen el uno al otro mejor que nadie. Se comprenden.

Uno de los puntos fuertes de la novela es la relación de los protagonistas. El otro es el sentido del humor, un humor sarcástico y satírico que me ha encantado, y ese es el tono que toma desde el principio con los diálogos y las situaciones que provocan, directa o indirectamente, los dos protagonistas.

Los secundarios contribuyen a aumentar la intimidad de Molly y Harry al verse éstos forzados a mantener su secreto inconfesable delante de los demás. Los integrantes de la apuesta y sus amantes tienen su propia vida, su propia historia, pero al igual que los protagonistas se ven obligados a interrumpirla durante una semana. La relación de competitividad entre las amantes va evolucionando hasta convertirse en complicidad gracias a la persistencia de Molly. Lumley y el capitán Arrow me han encantado también por su forma de ser; y de las amantes, Hildur me ha parecido muy divertida.

Y de los personajes de Roderick y Penélope, las versiones perfectas de Harry y Molly, me gusta la relación que tienen con los protagonistas porque son muy distintos tanto ellas como ellos, pero se quieren sinceramente. Penélope y Roderick son tal para cual porque son los hijos perfectos, pero también es cierto que si bien queremos a las personas por sus virtudes, las amamos por sus defectos... Molly y Harry tienen sus pequeños defectos, que esconden sus grandes virtudes porque dentro de ellos hay mucho más de lo que realmente muestran públicamente al mundo. Pero ellos se conocen perfectamente y se quieren tal y como son, están hechos el uno para el otro.

Una de las novelas históricas que más me ha gustado últimamente porque las novelas históricas que me han sorprendido se pueden contar con los dedos de una mano. Tiene unos protagonistas que llenan la escena con su presencia, muy bien definidos y unos secundarios que no pasan desapercibidos. Me ha hecho disfrutar de su lectura y me ha encantado la forma de escribir de la autora. Es un libro rebosante de sentido del humor, divertido, entrañable, romántico, ingenioso, simpático... que he disfrutado de principio a fin, lo he leído del tirón.