Nuestro Secreto de Barbara Delinsky
Argumento
Deborah y su hija Grace regresan en coche a su casa en las afueras de un pueblo de Nueva Inglaterra. Es noche cerrada, está lloviendo y, aunque conducen despacio, no les da tiempo a reaccionar cuando ese hombre aparece de repente en medio de la carretera. Ahora está tendido en la calzada, inconsciente pero aún con vida.
Deborah llama rápidamente a la policía para pedir una ambulancia y luego, en un impulso, decide que Grace se vaya a casa. Cuando más tarde le toman declaración, todos dan por supuesto que Deborah conducía... y ella calla: jamás confesaría que su hija iba al volante.
Hasta esa noche, Deborah Monroe siempre ha ido con la verdad por delante. Es una mujer fuerte, entregada a su hijos y a su trabajo como doctora de cabecera en una consulta que comparte con su padre. Sin embargo, ahora empieza a darse cuenta de las fisuras que se han abierto en los últimos tiempos en una vida aparentemente perfecta e intachable. La ruptura de su matrimonio y un divorcio que aún no ha superado. La sobreprotección que ejerce sobre sus hijos, Grace – en plena adolescencia – y el pequeño Dylan. La muerte reciente de su madre, que ha sumido a su padre en una depresión que ella hasta ahora no había percibido. Pero, sobretodo, la constatación de que ella misma, con su deseo de no molestar a nadie, ha sido incapaz de pedir ayuda cuando más la necesitaba.
Cuando la investigación se complica, cuando el secreto que ambas comparten amenaza la relación entre madre e hija, llega el momento de corregir los errores del pasado para emprender un nuevo futuro.
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Nos encontramos con un libro que pese a no pertenecer a la romántica propiamente dicha, nos habla del amor, pero no se centra en el amor entre un hombre y una mujer, si no del que nace en el seno de una familia, por muy complicada que sea ésta.
La protagonista, Deborah, tras un duro divorcio, trata de conciliar su vida laboral como médica de un pequeño pueblo, con la personal, que está regida por sus dos hijos, una adolescente de 16 años llamada Grace, y su hijo Dylan, de tan solo 8 años. La vida transcurre de forma más o menos estable hasta que una terrible noche de tormenta ocurre lo impensable: tras recoger a su hija Grace de una tarde de estudio con sus amigas, la deja conducir, y en mitad del camino atropellan a un hombre.
Sin pararse a pensarlo, manda a su hija corriendo a casa, ya que Dylan se encuentra solo allí, y llama a emergencias para socorrer al hombre herido. Cuando llega la policía dan por supuesto que ella era la conductora, y Grace decide no desmentirlo. Esta mentira por omisión será el desencadenante de que su vida de un giro de 180º.
Deborah tendrá que lidiar al mismo tiempo con su hija, que tras la muerte del hombre atropellado, parece aislarse totalmente y a quien sus sentimientos de culpa atormentan constantemente; con su padre, un intransigente médico que solo acepta la perfección en aquellos que le rodean, y que tras la muerte de su mujer comienza a tomar “un trago” de whiskey todas las noches para consolarse; y con su “alocada” hermana, que decide que es el mejor momento para informarle de que se ha quedado embarazada por inseminación artificial (algo que su padre no se tomará nada bien). Además Deborah teme que el problema de vista de su hijo esté empeorando. Y todo esto mientras se enfrenta a la investigación del accidente, que cada vez parece más y más complicada, ya que la mujer de la victima está empeñada en culparla por la muerte de su marido, pese a que fué este quien salió de improvisto del bosque y de que no llevaba ropa reflectante.
Teniendo que soportar toda esta presión sobre sus hombros, lo que menos espera es comenzar a sentir “algo” por Tom McKenna, el hermano de la victima. Conversación a conversación, se van acercando el uno al otro tratando de descubrir que ocurrió realmente aquella horrible noche. ¿Pero realmente puede confiar en él, o solo trata de acercarse a ella para obtener información para una posible demanda?
Nos encontramos ante una novela de lo más entretenida y que engancha hasta el desenlace. Una historia muy dulce, perfecta para leer en una tarde lluviosa.