Satírica, antirromántica, profunda y mordaz a un tiempo, la obra de Jane Austen nace de la observación de la vida doméstica y de un profundo conocimiento de la condición humana. Orgullo y prejuicio ha fascinado a generaciones de lectores por sus inolvidables personajes y su desopilante retrato de una sociedad, la Inglaterra victoriana y rural, tan contradictoria como absurda. Con la llegada del rico y apuesto señor Darcy a su región, las vidas de los Bennet y sus cinco hijas se vuelven del revés. El orgullo y la distancia social, la astucia y la hipocresía, los malentendidos y los juicios apresurados abocan a los personajes al escándalo y al dolor, pero también a la comprensión, el conocimiento y el amor verdadero. Esta edición presenta al lector una nueva traducción al castellano que devuelve todo su esplendor al ingenio y la finísima ironía de la prosa de Austen.
La historia me enamoró desde el primer día en que la conocí y al leer el libro solo he confirmado lo que yo ya sabía. Jane Austen es una de las grandes autoras de este género tanto en su época como en la actualidad. Jamás dejará de sorprenderme.
Pocos libros consiguen llegar como este. En mi opinión es de esos libros que abres y terminas mucho antes de lo que esperabas.
Las novelas de Jane Austen se caracterizan sobre todo por retratar bastante bien la época en la que se desarrollan, pero no es lo único que llama de ellas, sino también las historias que cuenta en cada uno de sus libros. La manera que tiene de entrelazar dos historias o incluso tres en un mismo lapso de tiempo describiendo a la perfección las reacciones de cada uno de los personajes desde el punto de vista de una sola protagonista.
Es una historia emocionante, con unos diálogos que nos dejan ver el carácter del personaje principal , sin escatimar en el resto de los personajes que la acompañan. A pesar de que la lectura pueda parecer pesada, no debemos olvidar que este libro se escribió en 1813, se hace amena con cada página que lees. La historia de los dos protagonistas es hermosa. Muchos sabéis que no soy partícipe de las relaciones “amor-odio” y sé que algunas personas califican este libro en esa categoría pero no tiene nada que ver. Nuestros personajes no pasan de odiarse a amarse, simplemente tienen que dejar sus recelos a un lado, y darse cuenta de que esos prejuicios que se tienen ambos deben quedar fuera para encontrar lo que ambos buscan.
En cuanto a los personajes, creo que hablaré de los más importantes, dado que si me extendiera con cada uno podría ser una entrada extremadamente larga. Sin duda, hay más personajes importantes que en “Sentido y Sensibilidad”, pero aún así intentaré hablar de todos sin dejar ninguno suelto.
Elizabeth Bennet es una joven que puede parecer alocada en un principio pero que tiene un gran sentido de las normas, de la moralidad y de cómo debe comportarse. Se nota que quiere a su familia, que sufre ante la situación que puedan llegar a atravesar, pero que jamás aceptaría a ningún hombre del que no estuviera enamorada. Es una romántica aunque ella intente negarlo. El amor y la protección que ejerce sobre Jane es admirable, no solo contra la hermana de Bingley, sino también con el propio amigo de Darcy.
Sin embargo, un gran problema que tiene la joven Lizzie es el temperamento que tiene. Es una persona que forma juicios de razón demasiado tempranos, que se deja guiar por lo que las personas dicen, pero que termina aprendiendo de sus errores. Callada, reservada, incapaz de hablar con su familia sobre los sentimientos que comienza a experimentar por el Sr. Darcy. Ver cómo su amor por el florece después de la cantidad de malos entendidos que ha habido entre ellos. Sin duda, es una verdadera señorita, que encandila al Sr. Darcy aunque ella imagine que la odia.
Existen tres escenas de Lizzie que me encantan en el libro. La primera declaración de Darcy creo que es tremenda para ambos, pero sobre todo cómo la autora nos muestra los sentimientos de Lizzie sin escatimar tampoco en los que Darcy expresa con sus pocos gestos. El segundo es la “charla” que mantiene con Lady Catherine de Bourgh. Es increíble ver cómo es capaz de plantar cara a una persona que está y se considera superior a ella, pero sin caer en la falta de respeto. La tercera escena favorita es la segunda pedida de Darcy. Creo que ambos necesitaban un momento como aquel unido a la escena siguiente cuando Lizzie cotilla por naturaleza le pregunta cuándo comenzó a enamorarse de ella.
En cuanto al Sr. Darcy es un personaje que puede parecer frío, calculador e incluso desagradable. De hecho no es capaz de ganarse la simpatía de nadie del pueblo donde se instala su mejor amigo Bingley. Es extraordinario ver cómo el personaje va cambiando la opinión dentro de nosotras mismas. Siempre debemos conocer a alguien antes de juzgarle y no guiarnos por las apariencias. Darcy es un hombre que se ha criado bajo unas estrictas normas y etiquetas algo que le hace parecer frío y distante con todos aquellos que son de escala “inferior a él”. Nada más lejos de la verdad. Es cierto que su educación le hace tener reparos, pero también vemos a un hombre que es capaz de dejar sus prejuicios a un lado, cuando Elizabeth entra en su vida. Comprobamos cómo su temperamento va cambiando con cada nueva escena que tiene con la protagonista. Sin duda, es uno de los personajes masculinos que más he visto evolucionar en toda mi vida y eso que he leído muchos libros. De ser un hombre arrogante pasa a ser un hombre tímido, enamorado y dispuesto a hacer cualquier cosa por la mujer que ama y su familia.
El amor que siente por Lizzie es palpable, quizá no al principio, pero al final acaba haciéndose patente. El Sr. Darcy es capaz de hacer cualquier cosa por la joven a la que ama, es capaz de mover cielo y tierra, sin esperar nada a cambio solo deseando aliviar cualquier mal que ella pueda sentir. Un hombre íntegro, amable, generoso, bondadoso y sobre todo enamorado. Es junto con Lizzie el personaje que más me ha gustado. Quizá por eso el libro me ha encantado porque ambos protagonistas me han llegado al corazón quedándose como dos personajes que para mí pasarán a la historia.
Jane Bennet es la hija mayor de la familia. Se nota que es una joven insegura, enamoradiza y bastante sensible. Es la cara opuesta de Lizzie. También se nota que es una jovencita retraída, que no expresa sus sentimientos con facilidad, que no se deja llevar por las emociones como cualquier otra muchacha haría. Es doloroso ver el desencanto amoroso máxime cuando te enteras de las verdaderas razones de ese desencanto pero todo en esta vida acaba llegando a buen puerto. Al final ella encuentra la felicidad al lado de Charles Bingley.
Charles Bingley es el mejor amigo del Sr. Darcy. Es un hombre que a mi parecer tiene una gran carencia de carácter. Es amable, afable y simpático pero se deja llevar por los consejos de los demás. Sus hermanas, su mejor amigo, todos sus allegados deciden por él sin que se de cuenta. Dejar a Jane fue lo peor que pudo hacer pero por suerte y gracias al empujoncito de Darcy consigue recuperarla. Sin duda, era un hombre enamorado porque después de tanto meses no fue capaz de olvidarla.
Lydia Bennet es la típica chica frívola que hace todo lo que se le antoja. Desde el principio es un personaje que consigue sacarme de mis casillas. Es una niña consentida, enamorada de los militares que desfilan por la zona donde viven y por supuesto deseosa de casarse con uno de ellos. La mala influencia de su madre es patente en la muchacha. El error que comete la perseguirá durante toda la vida. En todos los libros tiene que existir un personaje al que no podemos ni ver y para mí ese es Lydia junto con George Wickham.
George Wickham es un hombre que parece íntegro desde el principio. Es un militar que se “fija” primero en Lizzie pero después cambia de parecer. Es uno de esos personajes que consiguen engañar a los demás a la perfección. Nada es lo que parece con él y al final del libro se conoce la verdadera naturaleza de este joven. Sin duda, una desilusión pero también un giro que era esperado teniendo en cuenta la cantidad de evidencias y sobre todo la relación entre Darcy y él.
Sr. y Sra. Bennet son un matrimonio convencional. Él me cae extremadamente bien aunque reconozco que es un hombre muy dejado pero no se puede decir que no adore a sus hijas. Sin embargo, la señora Bennet es capaz de sacar de quicio a cualquiera. Más de una vez me dieron ganas de dejar el libro solo por el coraje que me daba el personaje. Tengo que dar gracias de no haber nacido en esa época y con una madre como ella porque hubiera sido un tremendo tormento. La señora Bennet ama a todas sus hijas pero por la que menos cariño sientes es hacia Lizzie mientras que el Sr. Bennet la adora.
Mary y Kitty Bennet son las dos hijas que terminan de conforman la familia Bennet. Mary es callada, reservada, dada a la lectura y carece de cualquier don para la música. Kitty es una muchacha que se deja asombrar y sobre todo sigue los pasos de su hermana Lydia. Por suerte no corre el mismo destino que su hermana.
Lady Catherine de Bourgh es una dama distinguida pero chapada a la antigua. No acepta a Elizabeth o más bien la acepta siempre y cuando se mantenga en la posición en la que le corresponde. Es un personaje que desvela cómo es desde el primer momento y se mantiene casi hasta el final. Es una mujer con carácter pero sobre todo dichosa con la vida que lleva. Sin embargo, no es mi personaje más odiado.
El libro es una maravilla. Siento no hablar de más personajes que podrían llegar a ser importantes pero creo que sería una entrada innecesariamente larga. Le recomiendo el libro a todos aquellos que les guste la novela romántica, pero no solo eso, sino también a todas las personas que les guste conocer las costumbres de esa época. “Orgullo y Prejuicio” es un libro que me encanta, que se queda como una de las grandes obras que tengo en mi estantería, y espero poder leer el resto de obras de esta gran autora: Jane Austen.