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Autor | Mensaje |
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yuno Soy sonámbula: Escribo también dormida
Mensajes : 4589 Edad : 46 Localización : figueres Humor : por las mañanas fatal Inscripción : 31/05/2009
| | | | Sariita ¿Diosa? ¡Cotorra, eso es lo que eres!
Mensajes : 1947 Inscripción : 04/11/2011
| | | | Fantástica Buscando grupo de ayuda
Mensajes : 26861 Edad : 46 Localización : En medio del océano... Empleo/Ocios : Pensar y meditar... Humor : Raro, raro, raro... Inscripción : 21/12/2010
| | | | Sariita ¿Diosa? ¡Cotorra, eso es lo que eres!
Mensajes : 1947 Inscripción : 04/11/2011
| Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Miér 10 Abr 2013 - 1:07 | |
| Perdonad la demora, estaba estrujandome el cerebro para intentar sorprender a Mau A ver si os suena a alguna chicas: En otra cadena dijeron que AMOR aún no había recuperado el conocimiento. Se decía que estaba sumida en un coma profundo. Pasaron todas las fotografías sensacionalistas de las diversas tragedias de su familia, igual que en París. Los periodistas acampaban frente a la casa de sus padres, en Boston. Mostraron también unas imágenes de su hermano abandonando el hospital con el rostro desencajado. Daba lástima verlo, y PROTA notó que le resbalaban lágrimas por las mejillas. —¿Ocurre algo, papá? —HIJO había vuelto a entrar. —No, lo siento... estoy bien... es que acaba de ocurrirle algo a unos amigos. Es terrible. Una tormenta frente a Cape Cod hundió anoche el velero del senador T. Al parecer han muerto varias personas y hay otras heridas. —¿Los conoces? —preguntó ESPOSA, sorprendida al oírle cuando pasaba por la sala de estar de camino a la cocina—. Decían algo del accidente en el periódico de esta mañana. —Los conocí en París —contestó Peter, temiendo que ESPOSA se diera cuenta de algo por el tono de su voz o de que estaba llorando. —Dicen que ella es muy rara. Creo que el senador se va a presentar a las presidenciales —dijo ESPOSA desde la cocina, pero PROTA no respondió. Se había ido arriba con el mayor sigilo posible y estaba llamando al hospital desde el dormitorio. No consiguió enterarse de nada por las enfermeras del Addison Gilbert. Les dijo que era un amigo íntimo de la familia y ellas le explicaron lo mismo que habían dicho por televisión. AMOR se hallaba en la UCI, todavía inconsciente. PROTA no podía hacer nada más. Se tumbó en la cama pensando en las posibles repercusiones del accidente para AMOR y recordando los días pasados en París. —¿Estás bien? —ESPOSA subía al piso de arriba en busca de alguna cosa y le sorprendió ver a su marido en la cama. PROTA se había comportado de un modo extraño durante todo el verano, al igual que su padre. ESPOSA opinaba que Vicotec había sido desastroso para ambos y sentía que hubieran puesto en marcha aquel proyecto, porque no valía la pena el precio que estaban pagando por él. Miró a su marido y vio que tenía los ojos llorosos. —¿Te encuentras bien? —preguntó de nuevo, preocupada. Puso una mano sobre la frente de PROTA, pero comprobó que no tenía fiebre. —Estoy perfectamente —le aseguró él, sintiéndose culpable hacia ESPOSA, pero estaba tan asustado por AMOR que apenas podía pensar con claridad. Quería acudir a su lado y abrirle los ojos y volver a besarla. Cuando vio aSENADOR T en la televisión, le entraron ganas de estrangularle por no estar al lado de su esposa. |
| | | Mau ¡¡Que alguien le rompa los dedos!!
Mensajes : 4244 Edad : 44 Inscripción : 14/09/2008
| Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Miér 10 Abr 2013 - 1:33 | |
| Pues te digo que ya la encontré pero no leí ni un libro de esa autora y no sé por qué pero le huyo, creo que jamás la leeré, prejuicios míos...y en cuanto a la historia, casado y con hijo, infidelidad en el medio, si está aburrido que haga algo para salvar su matrimonio pero buscarse a otra!!!?? no! |
| | | Sariita ¿Diosa? ¡Cotorra, eso es lo que eres!
Mensajes : 1947 Inscripción : 04/11/2011
| Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Miér 10 Abr 2013 - 1:49 | |
| - Mau escribió:
- Pues te digo que ya la encontré pero no leí ni un libro de esa autora y no sé por qué pero le huyo, creo que jamás la leeré, prejuicios míos...y en cuanto a la historia, casado y con hijo, infidelidad en el medio, si está aburrido que haga algo para salvar su matrimonio pero buscarse a otra!!!?? no!
Ya sabes cual es?? Por eso mismo lo escogí , pensé -Veamos, de todas las autoras de romántica que conozco, cual es la que probablemente no haya leído y el de esta autora fue el primero que se me vino a la cabeza. Sobre el libro confieso que no lo he leído, pero así a grandes trazos creo que hay algo mas en la historia que una simple infidelidad, pero ahi lo dejo, tampoco tengo argumentos para defenderlo. |
| | | Maryss28 Soy Cazadora y tengo un problema
Mensajes : 25278 Edad : 36 Localización : no se... buena pregunta!!! Empleo/Ocios : lectora empedernida! Humor : Bazinga!!! Inscripción : 30/06/2010
| | | | pricesa Cazadora en prácticas
Mensajes : 11824 Edad : 40 Localización : Tarragona.. Inscripción : 28/01/2010
| Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Miér 10 Abr 2013 - 10:19 | |
| Cinco días en París de Steel Yo tampoco he leído nada de esta autora y mucha prisa por hacerlo, no tengo. |
| | | Kasya Expulsada por bocazas ¡la orden era secreta!
Mensajes : 15591 Empleo/Ocios : Super pollo, pero de incognito Humor : Depende del día. Inscripción : 13/11/2012
| Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Miér 10 Abr 2013 - 12:38 | |
| Ni idea de si es ese... pero me pasa como a Mau, ese tipo de historia no me gusta nada Alguien sabe que pasa ahi |
| | | yuno Soy sonámbula: Escribo también dormida
Mensajes : 4589 Edad : 46 Localización : figueres Humor : por las mañanas fatal Inscripción : 31/05/2009
| | | | Fantástica Buscando grupo de ayuda
Mensajes : 26861 Edad : 46 Localización : En medio del océano... Empleo/Ocios : Pensar y meditar... Humor : Raro, raro, raro... Inscripción : 21/12/2010
| Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Jue 11 Abr 2013 - 0:10 | |
| Pues yo de esa autora leí"El Beso" y el argumento es muuy parecido parece que no existeel divorcio, ni decirse las verdades a la cara para la autora. La verdad es que no me dejó ganas de leer nada más de ella... |
| | | Sariita ¿Diosa? ¡Cotorra, eso es lo que eres!
Mensajes : 1947 Inscripción : 04/11/2011
| Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Jue 11 Abr 2013 - 0:21 | |
| - pricesa escribió:
- Cinco días en París de Steel
Yo tampoco he leído nada de esta autora y mucha prisa por hacerlo, no tengo. Si ese es Pricesa!! Yo tampoco he leido ninguno de Steel, pero me dejáis sin palabras, es imposible dar con alguno que no conozcáis!! |
| | | pricesa Cazadora en prácticas
Mensajes : 11824 Edad : 40 Localización : Tarragona.. Inscripción : 28/01/2010
| Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Jue 11 Abr 2013 - 10:02 | |
| Sigo... —¡XY...! —imploró XX, desesperada por explicarse. —¡No! ¡No lo hagas! —la interrumpió fríamente. Sus dedos temblaban cuando le agarró los puños. Ella notó la terrible rigidez de sus piernas que la rodeaban con firmeza. Los latidos del corazón se le aceleraron y retumbaron aún más. —¡No lo hagas! —insistió él—. No me digas nada. No hagas ninguna declaración de inocencia. Te diré lo que he pensado durante todos estos meses. He pensado que eras una espía y que merecías el castigo reservado a los espías. Pensé en estrangularte hasta matarte. —Le soltó los puños. Le pasó los nudillos, arriba y abajo, por la larga columna del cuello. Ella no se movió. No se atrevía a respirar. Le escuchó, fascinada y aterrorizada, mientras él seguía hablando en voz baja—. Pero nunca podría hacerlo. Nunca apretaría los dedos alrededor de este cuello blanco y esbelto. Jamás podría hacer algo que estropeara esta belleza. Luego pensé que merecías que te colgaran o que te fusilaran. Durante aquellas largas noches, XX, pensé en todas esas cosas... Pero ¿sabes en qué pensé sobre todo? Había inclinado la cara sobre la de ella. Burlona, amarga, dura. Ella debería haber luchado contra él en ese momento. Pelear con él ahora que prácticamente estaba libre. Pero no lo hizo. Clavó la mirada en aquellos ojos que la desafiaban con tanta fiereza y apasionamiento. —¿En qué? —susurró. —Pensé en estar aquí contigo. Pensé en esta cama. Pensé en tu piel desnuda y pensé en tu sonrisa cuando pareció que derramabas sobre mí tu corazón, tu alma y tu cuerpo. Pensé en la forma como tus ojos podían transformarse en plata. Pensé en que solo quería volver aquí. De pronto posó los dedos en el encaje del corpiño. Aun así, XX no se movió. No, hasta que él volvió a hablar. —Me preguntaba cómo sería tenerte ahora que te odiaba tanto como te había amado una vez —dijo con dulzura. Finalmente, ella reaccionó cuando ya era demasiado tarde. Intentó pegarle en la cara pero él le sujetó el puño. —¡Entonces ódiame, estúpido! —espetó con vehemencia—. ¡No me des ninguna oportunidad, ni tregua, ni gracia, ni tampoco compasión...! |
| | | Kasya Expulsada por bocazas ¡la orden era secreta!
Mensajes : 15591 Empleo/Ocios : Super pollo, pero de incognito Humor : Depende del día. Inscripción : 13/11/2012
| | | | Mau ¡¡Que alguien le rompa los dedos!!
Mensajes : 4244 Edad : 44 Inscripción : 14/09/2008
| | | | pricesa Cazadora en prácticas
Mensajes : 11824 Edad : 40 Localización : Tarragona.. Inscripción : 28/01/2010
| Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Jue 11 Abr 2013 - 13:15 | |
| Con este trozo, seguro que lo adivinarás, Mau. XY se volvió y se encaró con ella, con aquellos ojos azules feroces y despiadadamente fríos. —Entonces, más vale que te prepares para viajar al LUGAR tú también, XX. ¡Porque allí es adonde va él! Ella dio un paso hacia atrás, atónita otra vez. —¿Qué? —Mi hijo se va al LUGAR. Si quieres estar con él, prepárate para cabalgar conmigo. Te doy diez minutos para decidirte. Después nos iremos. Quién sabe, a lo mejor OTRO decide perseguir al ejército de OTRO1 esta vez. Aunque parece que el pobre tío OTRO2 no es capaz de encontrar a un general que vaya tras OTRO1. Pero no pienso esperar. Así que si vienes, prepárate. ¡Al LUGAR! Ella no podía viajar a LUGAR. Su corazón había tomado partido hacía mucho tiempo, al principio de la guerra. No...Ella no podía viajar al LUGAR, porque estaba en contra de la esclavitud pero, por encima de todo, porque había comprendido la guerra del presidente Lincoln desde el principio. Las primeras balas se habían disparado a causa de la emancipación. La guerra había empezado porque los estados sureños habían creído que podían independizarse, que los derechos de los estados eran supremos. Pero ahora las causas de la guerra eran muchas más. XX no podía ir a LUGAR por XY APELLIDO. Porque él estaba convencido de que ella le había traicionado. Porque se había propuesto ser su enemigo, con una hostilidad mayor que la que ningún general del Norte había demostrado jamás por OTRO1. Extendió los brazos hacia él. —XY, dame al niño. Al menos deja que le dé de comer. —Él la miró con un silencio gélido. Ella apretó los dientes—. ¡Por favor! XY no dudó más. Siguió penetrándola con su mirada azul, glacial y acusatoria, pero le entregó al niño. De repente, XX tenía en sus brazos a HIJO, cálido, tembloroso, precioso, aunque todavía seguía chillando. Se estremeció; sabía que el niño significaba para ella más que nada en el mundo. Más que la guerra. Mucho más que el orgullo o la gloria. —Diez minutos, XX —dijo XY—. Esperaré en este escalón. A HIJO y a ti, si decides acompañarnos. Pero HIJO se va conmigo.
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| | | yuno Soy sonámbula: Escribo también dormida
Mensajes : 4589 Edad : 46 Localización : figueres Humor : por las mañanas fatal Inscripción : 31/05/2009
| | | | Mau ¡¡Que alguien le rompa los dedos!!
Mensajes : 4244 Edad : 44 Inscripción : 14/09/2008
| | | | pricesa Cazadora en prácticas
Mensajes : 11824 Edad : 40 Localización : Tarragona.. Inscripción : 28/01/2010
| | | | Mau ¡¡Que alguien le rompa los dedos!!
Mensajes : 4244 Edad : 44 Inscripción : 14/09/2008
| Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Vie 12 Abr 2013 - 4:22 | |
| El jinete apareció en la cresta de la loma: una oscura silueta recortada sobre el fondo de un hirviente banco de nubes color de plata. Tras quedarse inmóvil uno o dos segundos contemplando el panorama que se extendía a sus pies, inició el descenso de la colina con un lento y controlado medio galope. Mientras avanzaba, una difusa cortina de relámpagos atravesaba el cielo.
—Pero qué apocalíptico —comentó XX desde el porche delantero de su casita de campo—. Sea quien sea, sabe hacer una buena entrada.
AMIGA siguió la dirección de su mirada.
—Un caballero —declaró, al tiempo que se abotonaba el abrigo.
XX se echó a reír.
— ¿Cómo lo sabes? Los granjeros y los comerciantes también llevan buenos caballos. ¿Lo conoces?
AMIGA dejó ver una amplia sonrisa y meneó la cabeza.
—No lo había visto en mi vía, pero está atajando por el campo, ¿no? Y es terreno privado —Se encogió de hombros y puso los ojos en blanco—. Sólo un caballero hace eso. La gente corriente no nos tomamos a la ligera eso’e entrar en la propiedad de otro. A la gente la deportan por menos.
—Ya me lo imagino.
—Va a LUGAR o a OTROLUGAR, creo —añadió AMIGA con una amplia sonrisa—. A lo mejor pasa justo por su lado. Ciérrele usted el paso, señorita. Un caballero tendría que detenerse. Nunca se sabe, a lo mejor se conseguía usted un marío bien rico.
XX dio un resoplido.
—Con la suerte que tengo, sería de los que me pasarían por encima con el caballo sin mirar siquiera, y allí me quedaría yo...
— ¡En un buen montón de estiércol! —terminó AMIGA, y las dos muchachas se echaron a reír—. No; se pararía, seguro, en particular estando usted tan bonita, con el pelo to elegante. —AMIGA le echó una ojeada crítica al cabello de XX—. Me ha salido muy bien, creo.
XX se llevó una mano al cabello recién peinado. Lizzie practicaba con ella.
—Buen trabajo, AMIGA. Te convertirás en la perfecta doncella de alguna dama.
—Ojalá, señorita XX. Estoy hasta la coronilla de ordeñar vacas. Y usted será una guapa esposa pa algún caballero, creo.
—Siempre que no averigüen que no tengo dónde caerme muerta... —XX se rió—. Además, no estoy convencida de que un marido merezca la pena.
La risa se borró de la cara de AMIGA.
—Ahí lleva usted razón.
Rápidamente, XX le lanzó una mirada culpable.
—Ay, AMIGA, perdona. No pretendía...
Había hablado sin pensar. AMIGA tan sólo llevaba casada cuatro meses cuando su marido se fue a la ciudad con todos los ahorros y ya no volvió más.
AMIGA se cubrió la cabeza con un chal y, con voz enérgica, dijo:
—No se preocupe por mí; tie usted razón. Dar gato por liebre, eso es lo que es el matrimonio. No sabes lo que ties hasta que es demasiado tarde. Problemas, eso es lo que son los hombres, ya lo creo, aunque los problemas con dinero... bueno, así es más fácil. |
| | | Itzy Persiguiendo un Highlander
Mensajes : 19319 Edad : 31 Localización : Cazando, y no animales eh!!! Empleo/Ocios : Vacaciones.... Por fin! Humor : Se podría ser mas feliz??? Inscripción : 27/02/2012
| | | | yuno Soy sonámbula: Escribo también dormida
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| | | | pricesa Cazadora en prácticas
Mensajes : 11824 Edad : 40 Localización : Tarragona.. Inscripción : 28/01/2010
| | | | Mau ¡¡Que alguien le rompa los dedos!!
Mensajes : 4244 Edad : 44 Inscripción : 14/09/2008
| | | | pricesa Cazadora en prácticas
Mensajes : 11824 Edad : 40 Localización : Tarragona.. Inscripción : 28/01/2010
| Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Vie 12 Abr 2013 - 12:52 | |
| Con un gesto, él hizo que SIRVIENTE se retirara y le cogió la mano a XX. Ella no sintió miedo, pero la fuerza con que la agarró la alteró. Temió que la atraería hacia sí y se tomaría ciertas libertades. En cambio, la condujo hacia el taburete tapizado que había junto a él y con cortesía le indicó que se sentara. Ella le devolvió la envolvente mirada tanto como pudo. Lo cierto era que se alegraba de verlo, de poder mirarlo. MAYORDOMO lo había afeitado y ella olió la fragancia a jabón que desprendía su piel y su pelo; que, aún húmedo, estaba peinado hacia atrás desde la amplia frente. —No sé qué está pensando —dijo tras una pausa—. Normalmente su rostro es tan transparente como el vidrio de una ventana, pero ahora no. —Ella miró sus manos unidas y no dijo nada—. Quizá debería seguir bebiendo y dejarla sola más tiempo. Quizá para siempre —añadió, soltándole la mano—. No es que haya llegado a una conclusión respecto a usted, o a mí mismo, o a cuanto luce bajo el sol. —Milord, ¿se hizo daño? —Él pareció no comprender—. Cuando se cayó, el señor MAYORDOMO... —No es nada... Nada. —Pero cuando alzó el brazo de la toalla, ella vio manchas de sangre—. XX—dijo antes de que ella pudiera moverse—, ¿se encuentra bien? Nunca la había llamado por su nombre de pila. La incertidumbre de su rostro también era nuevo, y aún más inquietante. —No sé qué quiere que diga. Estoy bien, sí. Y... no soy yo la que recibió una cuchillada. —¿Se encuentra bien? —repitió lentamente, con voz ronca. —Sí, yo... —¿No le pasa nada? —Sostenía un vaso de agua—. Servir de cebo y ser objeto de las brutalidades de una banda de villanos, de despojos inhumanos y despreciables es algo normal para usted, algo fácil de superar... ¡fácil de ocultar tras el muro de su inagotable autodomimo! Golpeó con el vaso sobre la repisa de mármol, pero milagrosamente no estalló en pedazos. Ella se sobresaltó, pero seguía sin tener miedo, sólo estaba sorprendida, porque la ira de él no iba dirigida a ella. —No me malinterprete —prosiguió él, con tono calmado pero igual de intenso—. No estoy mas rehuyendo mi culpa. De ningún modo. Y no tengo ningún motivo que pueda explicar mi comportamiento. Ella estuvo a punto de decirle que estaba borracho, pero se acordó de que no era totalmente cierto. Además, ¿por qué iba a querer ella ayudarle a que se excusara por lo que había hecho, algo absolutamente deplorable aun bajo los efectos del alcohol? —El agua se está enfriando —dijo evasivamente—. Permita que le limpie la herida, milord. —Quiero que haga algo —repuso él, y le brillaron los ojos con una amargura que ella nunca había visto y que no comprendió. —¿Qué es? —preguntó con cautela. —Quiero que nunca más me llame «milord». Ni estando a solas ni en compañía. Mi nombre es XY. Lo que hemos sido el uno para el otro... incluso si usted admitiera que somos algo, y fuera lo que fuera... ha sido algo de suficiente intimidad para dejarnos de títulos y otras formalidades. Oh, diablos —murmuró, y recostó la cabeza sobre el brazo que descansaba sobre la repisa. Ella se acercó, temiendo que se desmayara. Le cogió por los hombros y sintió el sudor de su fría piel. —Milord, está enfermo... Por favor, permita que llame al doctor. Él volvió la cabeza para mirarla y emitió una media sonrisa de dolor. —No estoy enfermo. Tanta conversación me ha puesto enfermo. Ni siquiera me ha ayudado... y sigue llamándome milord. Diga mi nombre, XX. Dígalo una vez, para habituarse. —¿Qué importa eso? Por favor, permita... —Es importante. Dígalo. Ella apartó las manos de él y musitó: —XY... —¿Lo ve? —replicó él—. Importa. ¿Lo ve? Ella lo comprendió, el sencillo derrumbamiento de una de las barreras que mediaban entre ellos, pero ella no confiaba. Había cientos de barreras que los separaban.
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