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drew Cazadora de élite
Mensajes : 13989 Edad : 33 Localización : Sevilla Humor : depende del dia =p Inscripción : 18/02/2011
| Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Jue 16 Mayo 2013 - 23:46 | |
| yo paso también, que en el finde no me suelo pasar mucho y las chicas acaban por esperar |
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Itzy Persiguiendo un Highlander
Mensajes : 19319 Edad : 31 Localización : Cazando, y no animales eh!!! Empleo/Ocios : Vacaciones.... Por fin! Humor : Se podría ser mas feliz??? Inscripción : 27/02/2012
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pricesa Cazadora en prácticas
Mensajes : 11824 Edad : 40 Localización : Tarragona.. Inscripción : 28/01/2010
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Mau ¡¡Que alguien le rompa los dedos!!
Mensajes : 4244 Edad : 44 Inscripción : 14/09/2008
| Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Sáb 18 Mayo 2013 - 2:26 | |
| Veo que nadie siguió entonces ya que estoy continúo...
Londres, 1842
NOMBRECOMPLETODEXY, sexto vizconde de XY, llegó a su residencia de la ciudad con una misión. En primer lugar y ante todo, encontrar una dócil prometida, conseguir un heredero y después ignorar a esa mujer durante el resto de su vida.
La segunda y más acuciante necesidad era que le hicieran el amor magníficamente bien.
Quería una mujer tan ducha en las artes eróticas que lo dejara incapaz de moverse, hablar o pensar durante al menos cuatro horas después del acto. No quería una amante; la más reciente había sido alegre, complaciente y sólo moderadamente ingeniosa. Quería variedad. Quería acostarse con toda mujer que viera, ya fuera vieja, joven, gorda, delgada, guapa o fea. Perseguía una pura sensación, sin discernimiento, y estaba decidido a encontrarla.
Y Londres era el lugar idóneo donde poder ocuparse de esas acuciantes necesidades. Es más, no había otro lugar en el que quisiera estar. Estaba cansado de su casa de LUGAR, y más cansado todavía de la casa de sus padres en OTROLUGAR. Su hermano FULANO era sencillamente irritante, con su petulante mujer y sus petulantes hijos. Y la casa de su hermana en OTROLUGAR2 era inaceptable debido al hecho de que estaba seguro de que mataría a su cuñado si se veía obligado a estar cerca de él. |
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cotetinha ¡¡Que alguien le rompa los dedos!!
Mensajes : 4481 Edad : 36 Localización : Cada día mas aquí que allí... Humor : ja! Inscripción : 20/10/2009
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Fantástica Buscando grupo de ayuda
Mensajes : 26861 Edad : 46 Localización : En medio del océano... Empleo/Ocios : Pensar y meditar... Humor : Raro, raro, raro... Inscripción : 21/12/2010
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Maryss28 Soy Cazadora y tengo un problema
Mensajes : 25278 Edad : 36 Localización : no se... buena pregunta!!! Empleo/Ocios : lectora empedernida! Humor : Bazinga!!! Inscripción : 30/06/2010
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yuno Soy sonámbula: Escribo también dormida
Mensajes : 4589 Edad : 46 Localización : figueres Humor : por las mañanas fatal Inscripción : 31/05/2009
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Kasya Expulsada por bocazas ¡la orden era secreta!
Mensajes : 15591 Empleo/Ocios : Super pollo, pero de incognito Humor : Depende del día. Inscripción : 13/11/2012
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drew Cazadora de élite
Mensajes : 13989 Edad : 33 Localización : Sevilla Humor : depende del dia =p Inscripción : 18/02/2011
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pricesa Cazadora en prácticas
Mensajes : 11824 Edad : 40 Localización : Tarragona.. Inscripción : 28/01/2010
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yuno Soy sonámbula: Escribo también dormida
Mensajes : 4589 Edad : 46 Localización : figueres Humor : por las mañanas fatal Inscripción : 31/05/2009
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Mau ¡¡Que alguien le rompa los dedos!!
Mensajes : 4244 Edad : 44 Inscripción : 14/09/2008
| Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Mar 21 Mayo 2013 - 13:43 | |
| - pricesa escribió:
- Tras la puerta del deseo de Anne Stuart.
Claro Pricesa!!! perdón la demora, es que ando complicada estos días, demasiado trabajo... |
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pricesa Cazadora en prácticas
Mensajes : 11824 Edad : 40 Localización : Tarragona.. Inscripción : 28/01/2010
| Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Mar 21 Mayo 2013 - 13:54 | |
| Bien. Sigo con uno fácil. -No lo quiero, HERMANO. Debes de estar loco si imaginas que puedo pensar siquiera en convertirme en su esposa. -XX, las apariencias engañan -replicó el hermano-. Espera hasta que estemos más cerca y sin duda percibirás la bondad de sus ojos. XY te tratará bien. XX negó con la cabeza. Las manos le temblaban tanto que casi dejó caer las riendas del caballo. Las sujetó con fuerza y trató de no lanzar una exclamación al ver al enorme guerrero... y al animal de aspecto monstruoso que estaba tendido junto al hombre. Se acercaban al recinto del desolado castillo. El laird estaba de pie en las escaleras de entrada a la ruinosa propiedad y no parecía muy complacido de verla. XX, por su parte, estaba aterrada. Hizo una honda inspiración tratando de serenarse y murmuró: -HERMANO, ¿de qué color tiene los ojos? El hermano no supo responderle. -¿Viste la bondad en sus ojos pero no te fijaste en el color? Lo había atrapado, ambos lo sabían. -Los hombres no nos fijamos en esas naderías -se defendió el barón. -Me dijiste que era un hombre gentil de voz suave y sonrisa pronta. En este momento no sonríe, ¿verdad, HERMANO? -Vamos, XX. -Me mentiste. -No te mentí -replicó el barón-. XY salvó mi vida en dos ocasiones durante la batalla contra BESTIA y sus hombres, y hasta se niega a reconocerlo. Es un hombre orgulloso pero honorable. Tienes que confiar en mí. Yo no te propondría que te casaras con él si no creyese que es una buena unión. XX no respondió pues la invadió el pánico. Siguió pasando la mirada del enorme guerrero al feroz animal. HERMANO creyó que estaba a punto de desmayarse y rebuscó en la mente alguna frase para calmarla. -XX, XY es el de la izquierda. La broma no divirtió a la joven. -Es un hombre muy grande, ¿no? El hermano le palmeó la mano. -No es más grande que yo -replicó. XX le apartó la mano, no quería que la consolara. Tampoco quería que la sintiera temblar de miedo y cobardía. -Muchas mujeres desearían tener un esposo fuerte, capaz de defenderlas. El tamaño de XY debería ser una tranquilidad para ti y un punto a su favor. XX movió la cabeza. -Es un punto en contra de él -afirmó. Siguió mirando fijamente al laird, que parecía crecer ante sus propios ojos. Cuanto más se acercaba, más grande le parecía. -Es apuesto. El comentario sonó como una acusación. -Si tú lo crees así... -dijo HERMANO, decidido a no contradecirla. -Ese es otro punto en contra. No quiero casarme con un hombre apuesto. -Eso no tiene sentido. -No tengo necesidad de hablar con sentido pues ya lo decidí. No lo aceptaré. HERMANO, llévame a casa, ya. |
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Kasya Expulsada por bocazas ¡la orden era secreta!
Mensajes : 15591 Empleo/Ocios : Super pollo, pero de incognito Humor : Depende del día. Inscripción : 13/11/2012
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kadesh Reencarnada en cazadora
Mensajes : 9967 Edad : 40 Humor : Negro Inscripción : 23/04/2010
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pricesa Cazadora en prácticas
Mensajes : 11824 Edad : 40 Localización : Tarragona.. Inscripción : 28/01/2010
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yuno Soy sonámbula: Escribo también dormida
Mensajes : 4589 Edad : 46 Localización : figueres Humor : por las mañanas fatal Inscripción : 31/05/2009
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cotetinha ¡¡Que alguien le rompa los dedos!!
Mensajes : 4481 Edad : 36 Localización : Cada día mas aquí que allí... Humor : ja! Inscripción : 20/10/2009
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kadesh Reencarnada en cazadora
Mensajes : 9967 Edad : 40 Humor : Negro Inscripción : 23/04/2010
| Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Miér 22 Mayo 2013 - 11:03 | |
| Pues ve apuntandolos Cotetinha, algunos son muy buenos ELLA alzó la vista para ver bien la habitación. Colgados en el respaldo de una silla estaban su capa, su vestido… y el almohadón que utilizaba como barriga. ¡Maldito arrogante! ¡Cómo se atrevía a juzgarla! Como su madre, ella era diferente de aquellos que vivían y trabajaban en los mugrientos arrabales de Londres. A pesar de esas diferencias, o quizá debido a ellas, había aprendido a sobrevivir. No es que fuese más mala o más fuerte, la sola mención le parecía ridícula, ni siquiera significaba que fuese más inteligente. Pero era lo suficientemente lista como para evitar circunstancias indeseables. Ésta era la razón de su atuendo. Si tenía que enfrentarse a las calles cada noche, era mejor hacerlo de esta manera. Cuando empezó a trabajar en Crow's Nest, ELLA había pensado disfrazarse como chico, pero claro, hubiese sido muy difícil hacerse pasar por muchacho con esos pechos y esa mata de pelo que caía por sus hombros de manera incontrolada. Al menos de esa manera, no parecería tan diferente de los ladrones y maleantes y, afortunadamente, había pocos que quisieran mirar a una mujer que, como decía Bridget, parecía estar a punto de romper aguas en cualquier momento. —Uno no puede sino preguntarse qué hacía usted en la calle a esas horas de la noche. Tomando el fresco ¿quizá? ELLA le miró fijamente. ¿Estaba diciendo lo que creía que estaba diciendo? —No sólo cree que soy una ladrona. También me considera una cualquiera. El marqués no contestó, no había necesidad de hacerlo. Todo estaba ahí, en la manera en que esos ojos cristalinos medían la longitud de sus formas. Los ojos de ELLA se inyectaron en cólera cuando tiró de la sábana hacia su barbilla. La necesidad de hacerle daño se convirtió en un asunto de vital importancia. —¿Cómo dijo que se llamaba? ¿Lord «Estúpido»? Su rostro se contrajo. —¿Disculpe? —Ay, disculpe mi lapsus de memoria. Debe de ser Lord «Cretino». En tres pasos cruzó la habitación y se colocó junto a la cama: —Vigile su lengua, señorita s. No toleraré el habla de la chusma en mi casa. Aunque claro, supongo que no puedo esperar otra cosa de una mujer de la calle. No se movió de su lado. Alto. Su pose no resultaba amenazadora y mucho menos impositora. Sin embargo, ELLA estaba demasiado enfadada como para retractarse de lo que acababa de decir. A lo largo de su vida, había habido muchos momentos en los que había lamentado su naturaleza impetuosa, pero éste no era uno de ellos. —¡Entonces tal vez debería marcharme, señor! —¡No, hasta que se encuentre bien! —Sin duda, una orden que no podía desobedecer. Sus ojos se enredaron en un duelo. —¡Quiero que sepa que mi padre provenía de una familia mucho más respetable que la suya —le espetó—, y vivía en una casa mucho más grande que ésta! —Ah, claro, con su madre la reina. Disculpe mi lapsus de memoria. Aunque, en realidad, tengo la impresión de que hay mucho más que podría decirnos en relación a la pasada noche. —Me parece que no. —Entonces, quizá debería regresar cuando usted esté más dispuesta a conversar. —Quizá, sería mejor que no regresara. |
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pricesa Cazadora en prácticas
Mensajes : 11824 Edad : 40 Localización : Tarragona.. Inscripción : 28/01/2010
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cotetinha ¡¡Que alguien le rompa los dedos!!
Mensajes : 4481 Edad : 36 Localización : Cada día mas aquí que allí... Humor : ja! Inscripción : 20/10/2009
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Maryss28 Soy Cazadora y tengo un problema
Mensajes : 25278 Edad : 36 Localización : no se... buena pregunta!!! Empleo/Ocios : lectora empedernida! Humor : Bazinga!!! Inscripción : 30/06/2010
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yuno Soy sonámbula: Escribo también dormida
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kadesh Reencarnada en cazadora
Mensajes : 9967 Edad : 40 Humor : Negro Inscripción : 23/04/2010
| Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Miér 22 Mayo 2013 - 21:14 | |
| Otro cacho, no me molesto en quitar los nombres de los criados, ya que no son relevantes
—¡Jimmy! ¿Es aquí? —No, señor. —¡Entonces continúa, hombre de Dios! —El no podía disimular su impaciencia. Jimmy señaló con el dedo: —Señor, ¡hay un cuerpo en medio de la calle! Sin duda, alguien que había bebido demasiado. El estuvo a punto de decir a su hombre que prosiguiese. Pero algo le detuvo. Se fijó con más atención. Tal vez fue la manera en la que el «cuerpo», como Jimmy lo había llamado, yacía en el pavimento, debajo de los pliegues de una capa que no hacía más que desdibujar lo que parecía una forma diminuta. Sus botas golpearon el asfalto cuando bajó del carruaje y se dirigió hacia el cuerpo con decisión. Jimmy se quedó donde estaba, mirando alrededor con atención, como si temiera que todo fuera obra de algunos ladrones que esperaban el momento para asaltarlos. «Una posibilidad nada improbable», pensó EL en silencio. Se inclinó hacia ella. Estaba sucia y desaliñada. ¿Una prostituta que había bebido demasiado? ¿O era tal vez una triquiñuela, una maniobra para atraerle hacia sí y poder quitarle la cartera? Con mucha precaución, la sacudió. ¡Maldición! Había dejado los guantes en el asiento del carruaje. ¡En fin, ya era demasiado tarde! —¡Señorita! —dijo en voz alta—. ¡Señorita, despierte! No se movió. Una extraña sensación le sobrevino. Sus desconfianzas se desvanecieron. Reparó en su mano, la punta de sus dedos estaban mojados, pero no por el agua de la lluvia. Era un líquido oscuro y pegajoso, espeso. —¡Santo cielo! —imploró. Se movió sin ser consciente de lo que hacía, acercándola a su lado para poder verla mejor—. ¡Señorita! —dijo con voz grave—. ¿Puede oírme? Entonces ella hizo un débil movimiento, gimiendo al levantar la cabeza. A El le dio un vuelco el corazón. Estaba un poco aturdida, pero, ¡estaba viva! Entre la oscuridad y el exagerado sombrero que cubría su cabeza, apenas podía ver su rostro. Entonces supo que había vuelto en sí. Cuando sus ojos se abrieron para verle inclinado sobre ella, se encogió y trató de reaccionar. —¡No te muevas! —le dijo con rapidez—. No tengas miedo. Sus labios se cerraron y sus ojos se movieron por su rostro en lo que pareció una exploración eterna. Después, sacudió levemente la cabeza. —Te has perdido —susurró, casi en una plegaria—, ¿verdad? El parpadeó. Aunque no sabía lo que había esperado oírla decir, desde luego, no era aquello. —Claro que no me he perdido. —Entonces debo estar soñando —una mano pequeña le tocó el centro de sus labios—, porque ningún hombre en el mundo podría ser tan guapo como tú. Una sonrisa divertida se dibujó en el rostro de EL. —Tú no has visto a mi hermano —empezó a decir. Aunque no pudo terminar. Los ojos de la chica se cerraron. EL le cogió la cabeza antes de que se golpeara con el suelo. A continuación, se levantó y se dirigió hacia el carruaje llevando a la chica en brazos. —¡Jimmy! Pero Jimmy había previsto sus necesidades. —Aquí señor. —Había bajado y le abría el paso hacia al carruaje cuya puerta ya tenía abierta. EL se subió dentro y colocó a la chica en el asiento. Jimmy le miró: —¿Adónde señor? EL miró la figura inmóvil de la chica. Dios santo, necesitaba un médico. Pensó en el doctor Winslow, el médico de la familia, pero se acordó de que se había retirado al campo el año pasado. Y apenas había tiempo para recorrer la ciudad en busca de otro. —A casa —ordenó—. Y rápido, Jimmy. |
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