LOS PECADOS DE LORD CAMERON – Jennifer Ashley
1881. Los cuatro hermanos Mackenzie son ricos, poderosos, peligrosos, excéntricos y… escoceses. Los escándalos y rumores que les envuelven, las habladurías sobre sus amantes y sus oscuros apetitos, tienen alborotado a todo el país. Cualquier dama sabe que si es vista con uno de ellos perderá la reputación de inmediato.
Ainsley Douglas es una mujer con un fuerte sentido de la justicia que vive para ayudar a los demás, incluso aunque para ello deba colarse a escondidas en el dormitorio de un notorio libertino como lord Cameron Mackenzie. Pero la suya es una misión muy importante: recuperar unas cartas de amor que pueden poner en entredicho la reputación de la propia reina Victoria...
Según sus amantes, a lord Cameron sólo le interesan los caballos y las mujeres, y en ese orden. Por eso, cuando encuentra a Ainsley en su dormitorio por segunda vez en seis años, decide poner en práctica un intrincado juego para seducirla y culminar, por fin, lo que crepita entre ellos desde que se encontraron por primera vez.
Sin embargo, lo que comienza como un juego, una lujuriosa diversión, puede llegar a hacer saltar en pedazos las reglas del propio Cam… y sanar las cicatrices de su oscuro y sombrío pasado.
Tercer libro de la serie “Highland pleasure”.
Le llega el turno a Cameron Mackenzie, la oveja negra de una familia llena de ovejas negras. Por eso esta historia me intrigaba, para descubrir el oscuro pasado de este escocés tan pecador como irresistible, y es que Cameron me gustó desde el libro de Ian. En realidad, ya conocíamos parte de su pasado, pero no contado por él mismo. Aquí se resuelven algunas incógnitas que quedaban en el aire, aunque algunos puntos me han parecido poco coherentes, detalles poco creíbles sobre su desastrosos matrimonio con Elizabeth.
La novela tiene un principio muy directo que engancha, y la historia se puede dividir en dos fases. La primera más relacionada con un misterio, y la segunda con la relación de los protagonistas.
Quizás la trama de las cartas es la más entretenida. Le da dinamismo e intriga a la historia, al mismo tiempo que se inicia -o más bien se retoma- el juego de seducción entre Cam y Ainsley.
La segunda parte se basa en la relación que hay entre la pareja, en ir descubriendo el pasado de los dos, detalles que han mantenido ocultos a la vida pública. Es en esa parte donde se percibe el lado más humano de los protagonistas.
Cameron es la oveja negra de la familia Mackenzie, le gusta jugar y provocar, y se toma pocas cosas en serio. Sus prioridades son los caballos y las mujeres, por ese orden. Al menos esa es la imagen que da, porque el pasado de Cameron está presente en cada cicatriz. Cicatrices físicas y emocionales que han tenido consecuencias, como que solo tenga amantes efímeras y que nunca comparta la cama con una mujer. Lo que más me ha gustado de Cameron es su evolución, cómo va cambiando y dejando atrás sus heridas gracias a Ainsley; y su relación con su hijo Daniel.
Ainsley se nos presentó en el libro anterior como una buena amiga de Isabella, en un breve encuentro con Cam sin palabras ya se dijo mucho sobre ellos. Ainsley es una dama de honor de la reina Victoria con una misión muy importante: recuperar unas cartas de amor de la reina, pues de salir a la luz podrían ser desastrosas para la reina Victoria. Ainsley tiene un pasado que se va descubriendo poco a poco, aunque se puede intuir por dónde van las cosas. Siempre se ha sentido atraída por Cam, pero él nunca ha sido un hombre para ella. Curiosamente el destino les da otra oportunidad poniéndoles en la misma situación que dejaron pasar una vez.
La historia de amor de Ainsley y Cameron comenzó hace seis años, cuando ella se coló en su habitación. Es curioso que su reencuentro suceda en circunstancias similares, pero esta vez ninguno de los dos está dispuesto a dejar pasar la oportunidad de estar juntos. Durante la primera parte de la novela su relación se basa en juego de seducción, y me ha encantado el juego de los botones. Pero después entran en escena los sentimientos, y Cameron no puede dejarse querer por Ainsley porque su esposa le hizo más daño del que quiere reconocer. Pero para él, Ainsley es diferente al resto de mujeres que conoce, por su fidelidad y carácter le recuerda más a sus cuñadas y eso le hace respetarla. También quiere descubrir ese lado misterioso que esconde ella. La historia de Ainsley y Cameron no es tierna, aunque tiene momentos dulces, pero es muy apasionada.
Los hermanos Mackenzie vuelven a ser personajes importantes, lo mismo que Beth e Isabella, pero mi secundario favorito es Daniel. Es un personaje importante en la historia, en cada novela me ha ido gustando más, tiene un poco de cada hermano Mackenzie y me encanta la relación que tiene con Cameron, y la que llega a tener con Ainsley. Y conocemos a la famosa Eleanor de Hart.
El final es un poco precipitado después de la relativa tranquilidad con la que transcurre parte de la novela, pero me ha gustado incluido el detalle de los botones. Es un final muy propio de los Mackenzie.
Es difícil decir si me ha gustado más que los anteriores, porque todos los Mackenzie y sus novelas tienen algo. Pero la historia me ha gustado, está muy en la línea de los anteriores, con una historia amena. Cameron ha sido todo lo que esperaba, y Ainsley me gusta para él, se complementan.