Lady Rebecca Newland no era más que una joven de diecisiete años cuando Devon Sinclair, futuro heredero del ducado de Pembroke, la salvó de lo que habría sido una auténtica tragedia. Desde entonces, ella ha sentido un irresistible deseo por ese misterioso hombre.

Acosado por su terrible pasado, Devon nunca ha tenido intención de casarse, hasta que su padre le da un ultimátum: o contrae matrimonio antes de Navidad, o se queda sin herencia. El destino hará que Devon y Rebecca se reencuentren cuando los padres de ésta la han comprometido con otro hombre. Con su patrimonio en peligro, él está dispuesto a seducir a la joven, pero los secretos y las mentiras se interpondrán en su relación.

Primer libro de la serie "Los hermanos Sinclair".

Había leído dos novelas de Julianne MacLean, historias que iniciaban dos series distintas, pero no quedé muy convencida porque tenía la sensación de que les faltaba algo. Esas novelas son "Noble de corazón" y "Capturada", que no son malas, pero su estilo no me terminó de gustar. Aun así, decidí darle otra oportunidad y probar con este libro, aunque sin muchas expectativas dados los precedentes. Y ha resultado ser una lectura más positiva que las anteriores. No es una gran historia, es bastante sencilla en realidad, pero es mejor de lo que esperaba.

En parte, esa impresión es gracias al principio de la novela, porque los primeros capítulos me han enganchado totalmente a la historia, por la relación de los protagonistas y por los secretos que ocultan. Pero la narración también me ha parecido mejor que en las otras novelas, más fluida y dinámica por la forma de ir desvelando los misterios de la historia.

Rebecca no es la típica dama inglesa. Es la hija de un conde, pero ha estado toda su vida recluida con su padre en su casa de campo, sin las diversiones habituales en una joven de su posición. Guarda en su mente, y en su corazón, el recuerdo de la noche en que fue rescatada por un atractivo duque a caballo como la experiencia más romántica y emocionante de su vida. No es una chica del todo inocente, pues pasa su aburrida vida leyendo el diario erótico que encontró por casualidad, y ello le hace tener conocimientos poco frecuentes en alguien de su condición. Es en esas circunstancias cuando se reencuentra con el duque de sus sueños al que nunca ha podido olvidar, con la esperanza de que la recuerde y se enamore de ella para así salvarla de nuevo, esta vez de un pretendiente indeseado.

Devon una vez fue considerado un héroe por todos los que le conocían, un hombre digno e intachable. Pero eso fue antes de marcharse a América cubierto por la vergüenza, el rechazo de su padre y de su hermano, y la culpa. Pero tras tres años fuera de Inglaterra ha regresado a petición de su madre. Parece ser que su padre ha caído en la locura pensando que la familia está maldita y sólo Devon los puede rescatar. Además, piensa forzar a todos sus hijos a casarse sin demora para acabar con la maldición. Pero Devon ya no quiere ser el héroe de nadie, ni cree que merezca la felicidad. Está dispuesto a encontrar esposa y cumplir sus obligaciones para satisfacer a su padre porque es lo que se espera de él, pero nada más.

La historia de amor de Rebecca y Devon empezó cuatro años atrás, entonces ella era muy joven pero aquel incidente inició algo que quedó relegado a un rincón de sus mentes, inalterable. En ese tiempo han sucedido muchas cosas que los han cambiado, pero ninguno ha olvidado su encuentro en el bosque. Desde el momento en que se reencuentran la tensión sexual y la química que hay entre ellos renace y se hace evidente para todo el mundo. Su relación está llena de deseo, y a veces demasiado basada en la lujuria, pero esa es una explicación para una relación tan fulgurante y repentina, pues se necesitan el uno al otro, con o sin amor. Las escenas de cama son bastante sensuales y directas por las enseñanzas del libro de Rebecca, pero de ahí va naciendo poco a poco el amor. Devon ya no quiere ser un héroe pero no puede evitarlo, aunque Rebecca no es una joven indefensa. Un pasado lleno de secretos entorpece su relación, pero con la fuerza del amor irán salvando los obstáculos. La historia de amor es sencilla y nada novedosa, pero me ha gustado, y sus protagonistas también.

Los personajes secundarios tienen un peso importante en la trama. Me ha gustado la familia de Devon, con esas relaciones llenas de tensión, una familia dividida por sus errores del pasado, pero cada uno con mucha personalidad. La locura del padre es bastante extraña, pero su madre y Charlotte me han encantado. Y Vincent, tan atormentado como Devon y sin intenciones de perdonar a su hermano, y Blake, tan dispuesto a mediar entre todos, me han parecido unos personajes muy interesantes. También es importante el papel del padre de Rebecca.

El desenlace me ha gustado por cómo se desarrollan las circunstancias. La forma de resolver el misterio de la historia y de ir descubriendo los secretos me ha ido enganchando y no me ha defraudado.

No esperaba mucho de esta novela, la verdad, y tampoco es que sea nada especial. Sin embargo, me ha gustado mucho más de lo que esperaba. No es una novela larga y se lee muy rápido, engancha desde el principio con las conversaciones y la pasión de los protagonistas. En algunos momentos es divertida y en otros emotiva, y sabe mantener el ambiente de tensión hasta llegar al clímax final. No es una gran historia de amor ni una gran novela, pero sí entretenida.