Cerynise, una joven y talentosa artista, se ve abocada súbitamente a una situación de extrema necesidad. La muerte de su protectora y mecenas y la codicia del sobrino de esta la privan del bienestar que gozaba en Inglaterra, quedando sin siquiera un techo bajo el que cobijarse.

Ante la precariedad, recurre al apuesto capitán Beauregard Birmingham para que la lleve a su América natal. Tras su apariencia de intrépido aventurero y curtido marino, Beauregard esconde un corazón tierno y sensible, y de inmediato se presta a ayudar a Cerynise, ofreciéndose incluso a presentarse provisionalmente como marido de ella para no poner en peligro su reputación durante la larga travesía oceánica.

Sin embargo, los lazos de camaradería entre ambos dan paso a sentimientos más profundos, y el fraternal afecto se convierte en pasión y deseo...

Quinto libro de la serie "Familia Birmingham".

Esta novela sigue el mismo patrón que la primera de la serie. Empieza con la misma situación: un barco, un hombre y una mujer, y un viaje inminente hacia las colonias. Pero en distintas circunstancias porque, lejos de la violencia con la que empezaba la primera historia, aquí son la caballerosidad y las ganas de ayudar a una amiga de la infancia lo que lleva al protagonista a tomar una importante decisión. Además, tiene todos los elementos de las historias de Kathleen Woodiwiss: aventuras, celos, villanos...

Sin embargo, tengo que decir que es de las novelas flojitas de la autora, no está a la altura de "La llama y la flor", que es mucho más intensa y trepidante. No, esta historia es demasiado tranquila y, en ocasiones, se me ha hecho larga. Ambas novelas se desarrollan en tres partes: estancia en Inglaterra, viaje en barco y llegada a las colonias; pero en cualquier comparación que pueda hacer me quedo, sin ninguna duda, con la primera historia.

La razón es que ni la historia de amor ni la protagonista femenina me han llegado. Es todo demasiado plano, demasiado fácil, demasiado simple.

Cerynise es uno de los puntos débiles que he encontrado. En la comparación con Heather sale perdiendo a pesar de que su personaje empieza con fuerza, pero durante la trama me ha parecido un personaje plano, con poco interés. No me ha despertado pasión ni sentimientos excepto en algún momento puntual, y eso que prometía ser una mujer con carácter. De hecho, carácter sí tiene, pero lo demuestra de una forma obstinada e infantil, a veces no le he encontrado sentido a su actitud porque las dudas de Beau me han parecido perfectamente lógicas.

Y Beau es todo lo contrario, una buena mezcla de sus padres: una versión más joven de Brandon pero con toda la ternura de Heather para dulcificar su carácter. Me gusta la imagen que dan de él los recuerdos de los protagonistas y cómo demuestra la educación que le han inculcado Heather y Brandon. A pesar de su ternura también sabe demostrar sus dotes de capitán al mando, aunque a veces me ha parecido que le faltaba un poco de carácter.

Es inevitable comparar esta historia de amor con la de "La llama y la flor", pero la presente novela no es tan bonita ni tan intensa como su predecesora; no me ha transmitido la misma pasión, la misma intensidad, las mismas ganas de seguir leyendo... No, la historia de Cerynise y Beau tiene una estructura demasiado parecida como para evitar comparaciones, pero es más fría y desapasionada. No tienen la química de Heather y Brandon porque parecen más bien los amigos que eran en otro tiempo.

Lo que más me atraía de la novela era el reencuentro con Heather y Brandon y ver su relación y la que mantienen con su hijo Beau, y esa parte me ha gustado mucho, son escenas muy tiernas; también la aparición de Jeff, un personaje que siempre he encontrado adorable. Me ha gustado ver a la familia Birmingham al completo y tan unida, y las pequeñas historias de amor que se van formando. Otros personajes nuevos que me han gustado son el encantador Stephen, el dulce Billy, el entrañable Moon y el leal Jasper.

No puedo decir lo mismo de los villanos, que no están a la altura de las expectativas por ser demasiado ineptos; por otro lado, la insufrible Germaine no le llega a la suela de los zapatos en maquinaciones a la despreciable Louisa. Y, sin embargo, me ha divertido ver cómo perdía la batalla una y otra vez, pues acaba ayudando a la pareja cuando en realidad pretendía todo lo contrario.

Es un libro bastante largo y en algunos momentos eso se hace notar, al no tener el dinamismo de la primera novela hay ciertos bajones en la trama. Por ejemplo, en los capítulos finales se alarga demasiado para tener un desenlace que, aunque emocionante, me parece inverosímil e increíble.

Como en todas las novelas de Kathleen Woodiwiss, la historia está muy bien escrita. Puede que por eso me haya defraudado un poco; a pesar de sus descripciones y su buena narración, la historia me ha dejado bastante fría. Quizás a otra autora le hubiese exigido menos, porque no deja de ser una novela entretenida, aunque un poco larga para la historia que narra. Pero la de Beau era una historia demasiado esperada como para no tener ciertas expectativas creadas; y, dado el resultado, sigo prefiriendo "La llama y la flor", una novela que sí me enamoró.

Pero lo algo que ha conseguido esta novela es darme ganas de volver a leer la historia de Heather y Brandon.