Siendo solo unas adolescentes, las amigas de Emma habían escuchado todos sus ambiciosos sueños. Diez años después, cuando volvió a Winding River como importante abogada y madre soltera, Cassie, Karen, Gina y Lauren volvieron a apoyarla sin condiciones. Lo que no conseguía entender ella era por qué estaban tan empeñadas en que viera con buenos ojos al sexy Ford Hamilton, su enemigo en el juzgado.

Por si no tenía suficiente con que su hija no dejara de alabar al guapísimo periodista, su propio corazón la tentaba a aceptar la proposición de Ford para que unieran sus talentos...

Cuarto libro de la serie "Calamity Janes".

La historia entre Emma y Ford, una abogada y un periodista, ya se intuía desde la novela anterior puesto que todas las historias de la serie ocurren de forma simultánea y se van entrecruzando. También se aclaran los entresijos de las idas y venidas de Emma entre Denver y Winding River para encargarse de un caso en el pueblo, cosa que ya sabíamos pero se desconocía su naturaleza. Y hay algo de misterio en los motivos por los que Emma detesta a los periodistas, algo relacionado con su pasado.

Emma no me había gustaba mucho en sus apariciones anteriores como secundaria, es demasiado dura y fría. Es desconfiada con los hombres con los que han acabado sus amigas hasta que ha estado segura de que las relaciones iban a ir bien. Y esperaba que llegara el momento en que se ablandara y mostrara algo de ternura, pero la verdad es que no he entendido su comportamiento. El trato de Emma con Ford está marcado por su primer matrimonio, hasta ahí es comprensible, y sólo se relaja dentro de lo posible cuando está en Winding River. Sus apariciones anteriores llenas de desconfianza y agresividad la han presentado como una mujer casi maleducada e insensible. Pero lo más incoherente es el desprecio que siente hacia los periodistas, creo que su exagerada antipatía hacia Ford no está justificada por su experiencia. Cuando se desvela su secreto parece una nimiedad en comparación a su comportamiento, precisamente ella que asegura que no hay que juzgar a la gente, juzga duramente a Ford por algo que hizo otra persona, se muestra injusta y en muchos momentos infantil. Y supongo que es un intento de mostrar su vulnerabilidad tras su desastroso matrimonio, pero para asegurar que no se deja influir por nadie, todas las decisiones importantes que toma son inducidas por alguien más. Casi he compadecido a Ford.

Ford es muy diferente a Emma, un periodista en busca de la noticia, pero justo en sus opiniones y sin traspasar nunca la ética. Es nuevo en Winding River desde que ha llegado para hacerse cargo del periódico local, el problema es que es justamente lo que le había atraído del lugar lo que también tiene en contra, pues es un pueblo tan tranquilo que nunca pasa nada. Pero lo que parecía una simple reunión de antiguos alumnos se convierte en el encuentro entre una oscarizada actriz, una importante cocinera, un genio de los ordenadores y una famosa abogada... todos ellos procedentes del pequeño pueblo y compañeros de instituto. Y Ford empieza a interesarse por un nuevo artículo sobre el éxito del grupo. Ford es un encanto, un periodista ético, fiel a si mismo y con ganas de contribuir en la comunidad. Mucho mejor persona de lo que Emma se empeña en creer.

La relación entre Emma y Ford no puede empezar de peor forma, Emma le detesta porque no le gustan los periodistas, es demasiado dura con él porque Ford es correcto con ella desde el primer momento. Pero para él, Emma se convierte en un reto, ninguno de los dos quieren sentir nada romántico el uno por el otro, pero no pueden evitarlo. Y tienen que lidiar con el hecho de que las amigas, la hija y la familia de Emma, e incluso la mitad del pueblo, quieren convertirlos en pareja. El problema de esta historia de amor es que no es creíble, la enemistad de ella crea una sensación de tensión sexual, pero la relación es forzada y repentina. Emma es demasiado fría, y no he tenido la impresión de que ella se enamorara de él. Mientras Ford insistía en estar con ella, Emma se hacía de rogar, pero en cuanto le deja un poco de espacio ya se hace la víctima diciendo que él no la quiere tanto como decía. Ha sido una protagonista totalmente exasperante, casi parece que esperaba el momento de fastidiar los buenos momentos de los demás.

Entre los secundarios aparecen el resto de las "Calamidades", en especial Lauren, que es la única de la que no se conoce su historia pero ya se intuye qué es lo que busca. También aparece la hija de seis años de Emma para darle un poco de ternura al carácter de Emma y a la historia, y la familia de la protagonista. La historia de Sue Ellen podía haber sido conmovedora pero Emma lo ha estropeado con su defensa agresiva que utiliza para atacar a Ford.

Todo esto por no hablar del final, que ha sido demasiado rápido, se besan por primera vez ya avanzada la historia, y Emma está negando estar enamorada hasta el final. Y lo niega con palabras y con actos, en ningún momento he tenido la sensación de que ella sintiera nada positivo por Ford. Así que la aceptación de sus sentimientos es fulgurante, y muy poco creíble.

De momento, esta me ha parecido la historia más floja de la serie. Y es todo a causa de Emma, todas las protagonistas se han mostrado tozudas pero al final sabían razonar. En cambio, ella es incoherente y testaruda hasta que he acabado por desentenderme de ella, cansada de un comportamiento incomprensible por su parte. Sin embargo, Ford es tan caballeroso, justo y tierno como el resto de protagonistas, él me ha gustado. La historia es muy sencilla pero no está mal, son las dudas de Emma lo que acaban alargando demasiado la historia, y su secreto acaba resultando ingenuo. A pesar de que es una novela corta, los últimos capítulos se me han hecho largos. Por suerte estaba Ford para compensar el carácter de Emma.