Primer libro de la trilogía de las Hermanas Penny.
Conocemos aquí a las tres hermanas Penny: Amarantha, Cassia y Bethany. Son hijas de un vicario y se quedan de piedra cuando descubren, al fallecimiento de su padre, que su herencia consiste en nada más nada menos que ¡¡en un casa de juego!!
Decididas a mantener el ideal de su padre (esto es: usar sus beneficios para beneficencia) no se arredran y deciden llevarlo personalmente. Amariah, con las cuentas y sus habilidades sociales; Bethany con sus habilidades de cocinera y Cassia con su innato sentido de la elegencia. La casa de juego se convierte en un éxito y se convierte en un club muy selecto.
Cassia y Richard se topan por casualidad en una subasta, donde él se sale con la suya. En realidad, ambos personajes se parecen más de lo que creen. Richard es un hombre hecho a sí mismo: tiene plantaciones en Barbados y mucho dinero... Lo que realmente necesita, o eso cree, es una mujer de la nobleza para demostrarle al mundo que es un caballero. Cassia, por su parte, está acostumbrada a dar órdenes y a salirse con la suya.
Los dos personajes chocan desde el principio, ya que Richard está convencido de que las hermanas no son más que mujeres ligeras de cascos y resulta hasta grosero al principio. Ha comprado una propiedad ruinosa y quiere decorarla con lujo y elegancia para poder ofrecérsela a su futura esposa y, al ver el estilo de Penny House, quiere contratar a Cassia. Al no conseguirlo, lo hace mediante una apuesta... Si él gana, ella va... Por supuesto, él gana y ella tiene que decorar la casa....
A partir de aqui, se mezclan más historias: el pasado y el presente de Richard van en su busca. Está firmemente decidido a casarse con una noble, pese a que la atracción que siente por Cassia es abrumadora... Jarrett nos va presentando las más duras facetas de Richard: su cinismo, su frialdad (hasta te dan ganas de atizarle con una sartén y echarle un cable a Cassia), pero también contemplamos como se van desgastando y deshaciendo bajo el influjo de Cassia.
Por supuesto, tenemos también nuestra pequeña dosis de misterio por los ataques que sufren los protagonistas, además del pasado de Richard que viene desde las Barbados a sacudir su mundo, su osadía... y también la de Cassia.
La historia está mucho mejor montada que la del libro siguiente, pero no he conseguido que Richard me guste (ya me conocéis, soy un poco rarita para esto); no es el personaje al que le coges cariño y el asunto del pasado de Richard me parece un poco sacado de la manga, como un Deus Ex-machina que no acaba de funcionar del todo. Creo que le podría haber sacado mucho más a la historia, de haberla prolongado un poco más de haberle dado un poco más de cancha a los personajes. Creo que ambos se lo merecían.