Un poco más, por si alguien lo recuerda.  
«No tiene la menor idea de que puedo entenderle», comprendió XX. ¿Y por qué iba a hacerlo? Que ella supiera francés era tan improbable como que él supiera inglés. Escuchó disimuladamente, aunque un poco avergonzada, mientras seguía recogiendo las cosas.
-Por supuesto que nos desprecian -dijo HermanoXY-. ¿Cómo no iban a hacerlo? -Palpó a su alrededor bajo la manta-. ¿Dónde está mi espada?
-Aquí. -Su hermano se soltó el cinturón con la funda de la espada y se la tendió.
HermanoXY apretujó la espada enfundada sobre su pecho.
-¿Dónde nos encontramos?
-EN LUGAR.
-¿Oh, sí? ¿Ya has conocido a tu novia?
-Sí.
El hermano más joven puso una mueca.
-¿Es guapa?
XX se paró y escuchó más atentamente.
-Parece una cuidadora de gansos.
HermanoXY se rió entre dientes.
-¿Pero es guapa?
Sir XY lanzó una mirada inquieta hacia XX, quien pretendía estar absorta en volver a doblar la pila de tiras de lino. Advirtió que sir HermanoXY seguía la línea de visión de su hermano.
-¿Es ella? -preguntó el joven lleno de deleite. Sir XY se frotó la frente.
-Sí. No te quedes mirando.
HermanoXY sí se quedó mirando, sin disimulo.
-¡Sí que es guapa! ¡Perro afortunado! ¿No vas a presentamos? -Intentó incorporarse, pero soltó un gemido de dolor y volvió a hundirse en el camastro.
-¡Estáte quieto! -XY sacudió la cabeza con gesto de contrariedad, luego se volvió hacia XX y dijo en inglés:-Milady, me gustaría que conocierais a mi hermano, Sir. APELLIDO. -A su hermano le dijo simplemente-: Lady XX de LUGAR.
-Encantada de conoceros, sir HermanoXY -contestó XX en su francés de convento casi perfecto. Ambos hombres se quedaron como si les hubieran dado un martillazo en la cabeza-. Y ahora, si me disculpáis, creo que saldré a ocuparme de los gansos.

          no le he leído seguro, pero me encanta

Nadie????  

A mi sonar me quiere sonar, pero no sé cual es... 

ni idea, pero tengo curiosidad

Las iniciales de la autora son P.R.

Tormenta secreta de Patricia Ryan

tengo a la autora en pendientes indefinidos   creo que ya va siendo hora de empezarlos

kadesh escribió:

Tormenta secreta de Patricia Ryan

tengo a la autora en pendientes indefinidos   creo que ya va siendo hora de empezarlos

Dale kadesh!!  

La abuela frunció el ceño y se cuadró de hombros.
—He tomado una decisión respecto a vosotros —informó impertérrita, para demostrarles que seguía indignada con ellos. Examinó la sala, y cuando volvió a hablar, lo hizo en un tono más seco—: Ya va siendo hora de que sentéis cabeza. Así que os concedo un año, solo un año, para que sigáis desperdiciando vuestras vidas tal y como lo habéis hecho hasta ahora. Pero a partir de ese momento... no me pidáis ayuda ni más dinero, y eso va para cada uno de vosotros, sin excepción. Incluso estoy dispuesta a desheredaros. —Ella ignoró las cinco caras de estupor—. A menos que... —Hizo una pausa para despertar más expectación.
El apretó los dientes.
—¿A menos que qué?
Su abuela se volvió hacia él para mirarlo directamente a los ojos.
—A menos que haya boda.
El debería habérselo figurado. A sus treinta y cinco años, superaba con creces la edad en que se casaba la mayoría de los hombres de su rango social. La abuela a menudo se lamentaba de que todavía no hubiera ningún heredero para el título de la familia, ¿pero quién en su sano juicio querría ver la continuidad de aquella estirpe? Sus padres se habían casado por dinero, y el resultado había sido nefasto. Por más que las finanzas de El se hundieran, no pensaba repetir el mismo error.
La abuela sabía cómo se sentía, y el hecho de que hubiera recurrido a tal chantaje que implicaba a sus hermanos para asegurarse de que él aceptara su juego suponía una dolorosa traición.
—¿Serías capaz de desheredar a mis hermanos con tal de obligarme a que me case? —espetó El.
—Me parece que no me has entendido —replicó ella con frialdad—. Cuando digo «boda» no me refiero solo a ti, sino a los cinco. Os quiero ver a «todos» casados. —Giró la cara para mirar a sus nietos detenidamente—. Y antes de que acabe el año, o ya os podéis ir despidiendo de vuestra herencia. Es más, he decidido que, a partir de ahora, rescindiré el contrato de arrendamiento de mi casa en la ciudad, ya que solo lo mantengo porque las chicas viven allí. Y no contéis con ninguna dote, jovencitas. Además, dejaré de pagar el hospedaje de Hermano 1 y Hermano 2 en Londres y los establos para sus caballos. Y eso solo será el principio, porque si en un año no os habéis casado —y me refiero a los cinco sin excepción—, os retiraré también la manutención. A partir de ese momento, la responsabilidad recaerá exclusivamente en El.
El resopló enojado. La aborrecible finca que había heredado no daría lo suficiente para que los cinco pudieran vivir holgadamente.

Ni idea, pero vaya con la abuela   

La verdad sobre Lord Stoneville - Sabrina Jeffries

Ese mismo Fan

Me encanta ese libro!! Busco y pongo!!!   

  ...me lo apunto.

Aquí vamos...



—Ha contratado tres institutrices en un período de siete días.

—Sí, así es. Una maldita pérdida de tiempo. Por lo que he decidido probar una táctica nueva. —Una táctica que había decidido nada más verla cinco minutos atrás; pero ella no tenía por qué saberlo.

—Ah.

—Dejaré esto muy claro, señorita LISTILLA. Mi tía es Satanás, y mi prima GUAPITA es la encarnación del infierno en la tierra explicó—. El testamento de mi tío, y una cláusula en el de mi padre, exige que me ocupe de casarla, y de casarla bien, a menos que desee mantenerla de por vida. Cualquiera de esas viejas cacatúas podrían haberle enseñado latín... es muy posible que alguna de ellas fuera una niña durante el mandato del César.

—Entonces, ¿por qué yo, milord? —Apretó los labios.

Su opinión sobre ella volvió a mejorar una vez más. Curiosa, y con la sensatez suficiente de tener sentido del humor, aunque eso ya lo había notado.

—Por desesperación. Y porque posee algo que las otras carecían.

La señorita LISTILLA le miró desde su asiento; su perrito a sus pies y su amplio retículo en su regazo. Algún día averiguaría por qué había contestado a su anuncio en vez del medio centenar que había en el periódico de esa mañana.

—¿Y qué es lo que poseo, milord?

MAROMO se puso en pie. Al ver que ella no intentó huir, rodeó el escritorio y se sentó en la parte frontal de éste.

—Es muy sencillo. Desde que la vi he sentido el fuerte deseo de quitarle las horquillas de su cabello dorado, despojarle de ese vestido absurdamente remilgado y cubrir su piel desnuda de besos lentos y ardientes.

LISTILLA se quedó boquiabierta.

—Y estimularme, señorita LISTILLA —prosiguió cuando vio que ella no perdía la conciencia—, no es una tarea nada fácil.

—¿Supongo que debido a los años que ha pasado en pos de la decadencia y el libertinaje?

—Exactamente. Y es esa edificante cualidad la que deseo que intente transmitir a mi prima. Es poco probable que consiga a alguien gracias a su agudeza o refinamiento.

Con sus ojos color turquesa fijos en el rostro de él, la señorita LISTILLA se levantó y se deslizó tras el respaldo de la silla, alzando el retículo en sus brazos en lo que él supuso era una actitud amenazadora.

—Me resulta imposible creer que hable en serio. Por tanto, debo suponer que está jugando de algún modo con...

—Hablo completamente en serio. Y como he dicho, le pagaré muy bien por su instrucción.

Ella se irguió.

—Después de todo, tal vez debería haber puesto un anuncio para buscar amante, milord.

—Eso no habría servido de nada. —MAROMO le dirigió una mirada—. Uno no se casa con una amante.


      

Ya con juntar intitutriz, tia y prima, no me hace falta leer más   

Enmendar a un granuja de Suzanne Enoch   

Ese mismo!!! te toca Kad!!! :D

De la misma manera, él miraba a Ella como si no pudiera creer lo que veía. Luego sonrió y le preguntó a su amigo:
-¿Abandonaste sin siquiera intentarlo? De todos modos, no tienes que pagar por eso, por el amor de Dios –dijo con disgusto, girando la cabeza en dirección a Ella— Yo me procuraré a la bailarina.
Le llevó a Ella un instante comprender que la habían insultado de la peor de la manera posible. No se suponía que fuera hermosa, pero la decencia hacía que un hombre no lo mencionara. Pero hacerle sentir que ni siquiera era tan buena como para servirles de alfombra... Eso sí dolía, más de lo que hubiera imaginado. El hecho de que pudieran herirla, y no menos que lo hiciera un extranjero, también la enfurecía. En su interior se debatían dos emociones que no podían convivir.
¿Quiénes pensaban que eran, estos extranjeros?, ¿uno creído de que podía comprarla y el otro seguro de que nadie, en su sano juicio, podía hacerlo? Quería desaparecer. Sentía deseos de vengarse. Pero antes tenía que levantarse de la falda del moreno.
Lo logró de inmediato. Los brazos que la tenían aferrada ahora estaban sueltos. Se levantó con toda la dignidad que pudo reunir, puso cuidadosamente las monedas de oro sobre la mesa y, consciente de que “El Harén” había presenciado una escena la noche anterior y no necesitaba otra, se dio vuelta para alejarse. Una decisión sabia de la cual podía estar orgullosa. Sin embargo, de repente, la furia se apoderó de ella. Se dio media vuelta y le dio una bofetada al Adonis de oro con toda su fuerza.
Lo que sucedió después fue muy rápido. Todos tenían los reflejos muy alertas. Amigo levantó la mano con clara intención de pegarle en el trasero, pero El se incorporó de un salto y lo tomó del brazo. Mientras tanto, Ella desenvainó el cuchillo. Por una vez, no le importaba llevar a cabo su amenaza. Ni siquiera les pidió que se retiraran. Mientras ambos permanecían de pie, inmóviles, mirando el cuchillo, Ella retrocedió, se dio vuelta y salió corriendo por la puerta trasera.
Tan pronto como la muchacha había desaparecido de su vista, El  se dirigió a su amigo, con un gruñido.
-¡Amigo, tienes la misma sensibilidad de un cerdo! –En el mismo instante, AMigo irrumpió, incrédulo:
-¡Esa perra me amenazó con un cuchillo!
-No tiene que sorprenderte, ya que estabas a punto de pegarle –le hizo notar El con disgusto.
-Y merecidamente. Me había abofeatado.
-Cosa que merecías.
Vasili se encogió de hombros y sonrió.
-Qué importa eso, siempre que me perdones por haber hablado de más. Ahora bien, ¿quieres que encuentre a la bailarina para ti?
-Idiota, esa era la bailarina.
Abrió apenas los ojos. Este fue el único indicio de su sorpresa. Luego dijo, de modo imperativo:
-Entonces regresé para salvarte justo a tiempo. Tal vez me lo agradezcas más tarde.

Había una vez una princesa, de Lindsey    Si es este, ¿que tal es? Es que esta autora no es de mis preferidas.  

Ese es   

No se que decirte, era de mis preferidos de Lindsey, cuando solo conocia a esa autora, lo llegue a poner en mi haren   

Ok, me lo apunto.  
Sigo:
XY contestó al tercer tono. Por su voz, se diría que no estaba de muy buen humor.
—XY.
De acuerdo. Estaba de muy mal humor.
—Detective XY, soy XX APELLIDO.
Siguió una breve pausa, como si el detective estuviera intentando recordar su nombre.
—Sí, ¿en qué puedo ayudarla?.
XX oyó una televisión, pero no otras voces. No se oía a niños jugando, ni el callado murmullo de ninguna esposa preguntando: «¿Quién es?» Daba la sensación de que estaba solo, lo cual era un alivio. En realidad, cuando lo pensó con calma, se dio cuenta de que se sentía demasiado aliviada.
-Sé que no hay nada que el departamento pueda hacer, pero esta tarde he recibido un regalo anónimo por correo que me ha dejado intranquila.
—¿Anónimo?
—En la caja no figuraba ningún remite, ni había nada con un nombre dentro.
—¿Qué era? ¿Un gato muerto?
XX se quedó callada y él suspiró.
—Perdone. Le sorprendería saber cuánta gente solía recibir gatos muertos por correo. Eso terminó cuando las oficinas de correos dejaron de aceptar cajas sin remitente.
—Bueno, esta vez sí lo hicieron. Lleva el timbre de correos, pero no tiene remite.
—¿Qué hay en la caja?
—Un colgante de rubíes y diamantes de gran valor.
—¿De cuánto?
—El juez XY2 dice que al menos de dos mil dólares. La tarjeta decía: «Una pequeña muestra de mi estima», pero no estaba firmada. No había nada de amenazador en ella, pero... me ha dejado intranquila. El juez se alarmó. Cree que el reportaje de la televisión ha atraído a algún tipo que se ha obsesionado conmigo.
—Es probable, pero ¿cómo está usted segura de que no es de su novio?
—No tengo novio.
Podría haberle dicho sencillamente que estaba segura de que no era de ningún novio, pero no lo hizo. «No tengo novio». No podía haber sido más clara. Si de verdad estaba interesado en ella, la llamaría.
Se produjo otra breve pausa. Luego XY dijo:
—Mire, tiene razón, no hay nada que podamos hacer.
—Ya lo sé. Sólo quiero saber qué debería hacer, o debería estar haciendo, si esto se convierte en algo serio.
—Conserve todo lo que reciba que le parezca importante. Lleve la cuenta de cualquier llamada extraña, como aquellas en las que le cuelguen o en las que sólo oiga una respiración pesada. ¿Dispone su teléfono de identificador de llamadas?
—No, mi línea privada no.
—Entonces contrátelo. Y si todavía no tiene móvil, consiga uno. No vaya a ninguna parte sin él, y quiero decir a ninguna parte.
—Tengo móvil. Está siempre en mi camioneta.
—No lo deje ahí ni en el bolso. Llévelo en el bolsillo, de manera que pueda acceder a él inmediatamente en caso de necesidad. Normalmente, en estos casos, le diría que no tiene nada de qué preocuparse, pero un regalo caro es... poco habitual.
—Eso es lo que me parecía —dijo XX, suspirando y frotándose la frente—. Odio esta situación. En realidad no ha ocurrido nada, pero tengo el presentimiento de que algo horrible está a punto de ocurrir.
—No deje que eso la afecte. Utilice el sentido común, vaya con cuidado y llame si ocurre algo.
—De acuerdo. Gracias por el consejo.
—De nada.
XY colgó y XX soltó una pequeña carcajada cuando también ella colgó. Bien, al menos tenía la respuesta a una pregunta: quizá el detective XY fuera soltero, pero definitivamente no estaba interesado en ella. Sus modales no podían haber sido menos personales, así que asunto zanjado.

Morir por Complacer - Linda Howard

Fantástica escribió:

Morir por Complacer - Linda Howard

Sip, te toca.  

pricesa escribió:

Fantástica escribió:

Morir por Complacer - Linda Howard

Sip, te toca.  

Pues le cedo mi turno a  la siguiente que entre, que me hago una escapadita con mi chico!!!        

Visto y considerando que me fui, vine y aún nadie puso, pongo yo...


- Habría imaginado que alguien de tu posición tendría cocinera y no sabría freír ni un huevo.
- ¿De mi posición?
- Quiero decir que, si yo pudiera contratar una cocinera, no me molestaría en preparar ni un sándwich.
A GUAPO le divertía que su dinero hiciera que se sintiera incómoda.
- Después de casarnos, si quieres podemos tener una.
- No voy a casarme contigo - con cuidado dejó la cuchara.
- ¿Quieres apostarlo? -sonrió.
- No se trata de un juego.
- Desde luego que sí. El más importante.
MUJER emitió un suspiro de frustración. Volvió a agarrar la cuchara y comenzó a hacerla sonar sobre la madera.
- Es una actitud tan típicamente masculina. Todo es un juego. Tú Tarzán, yo estúpida - la risa de GUAPO solo sirvió para enfurecerla más-. ¿Por qué creerán los hombres que las mujeres no pueden resistirse a ellos?¿ Por el sexo, la compañía o por manejar los detalles de la vida? "Oh, MUJER, me necesitas. Oh, MUJER, quiero cuidar de tí. Quiero mostrarte lo que es la vida."
- No recuerdo haber dicho ninguna de esas cosas - comentó él tras meditarlo unos momentos-. creo que lo que dije era que te amaba y que quería casarme contigo.
- Es lo mismo.
- Ni siquiera se le aproxima - continuó comiendo, impasible.
- Bueno, yo no me quiero casar contigo, pero estoy segura de que eso no cambiará nada. Jamás lo hace.
- Te advertí que no me compararas con él - la miró fijamente-. Hablaba en serio.