Al atardecer – Nora Roberts
Sinopsis
Bodine Longbow siempre tiene mucho que hacer. Es complicado encontrar tiempo para algo que no sea el trabajo cuando diriges un resort de lujo en Montana. Desde luego, no tiene tiempo para el amor.
La llegada al rancho de Callen Skinner, el chico que le robó el corazón cuando no era más que una niña, devuelve la ilusión a Bodine. Pero el hallazgo del cadáver de una chica dará al traste con todo, ya que Callen se convierte en el principal sospechoso. El asesinato trae horribles recuerdos a la familia de Bodine.
¿Y si el crimen tuviera algo que ver con la misteriosa desaparición de la tía Alice, en aquel mismo lugar, hace veinticinco años? ¿Podrán Callen y Bodine descubrir la verdad antes de que sea demasiado tarde?
Valoración
No hay nada mejor para mantener a raya una sequía lectora que el anuncio de una futura publicación de Nora Roberts. Especialmente si se trata de una de sus novelas de suspense romántico para que, además de un romance, nos obsequie con un suspense lleno de intriga. El resultado suele ser un conjunto que nos mantiene pegados a su historia.
Al menos es así en el caso de una servidora. Por eso, cuando no sé que leer, sus libros casi siempre funcionan.
Y ésta es una de esas novelas. En ella podemos encontrar dos tramas en una que, efectivamente, acaban uniéndose.
Primero contamos con la de los protagonistas: su reencuentro, su romance, la relación con el resto de personajes, y el trabajo diario que todos juntos llevan a cabo en el rancho. Es una trama muy familiar en la que los parientes de Bodine tienen un papel muy relevante.
La sinopsis de la contraportada habla de un amor platónico de juventud, y fue un amor sin traumas ni rencores. Eso me ha gustado, un entrañable recuerdo sin consecuencias.
Por otro lado está la historia de Alice. Y es la TRAMA. Se come al resto de escenas, incluída el romance de los protagonistas.
No es que la relación de Bodine y Callen esté mal, es que las vivencias de Alice son tan desgarradoras que te encogen el corazón, sientes con ella la emoción, la desesperación, la esperanza. Si es un personaje con el que de entrada no se empatiza por su carácter díscolo y caprichoso, es imposible no hacerlo en los capítulos siguientes.
En una palabra: es una historia tremenda.
Es evidente que en algún momento las tramas se unirían, porque Alice es, al fin y al cabo, una Bodine. Y la belleza e intimidad del rancho se mezcla en ese momento con el horror hacia la mitad del libro.
Lo que menos me ha gustado de la novela es que hay dos romances más, transcurren más bien «detrás de las cámaras», pero si tienen algunas escenas, y las considero escenas de relleno. No me interesaban demasiado y le quitaban espacio a momentos más importantes.
Tampoco me apetecía la idea de que Callen fuera un sospechoso, pero no es un matiz exacto de la sinopsis, sino algo circunstancial que no es una parte esencial de la historia, aunque tiene su importancia. No es que sea un sospechoso principal, es un sospechoso para un policía en concreto.
La relación principal, aunque es agradable, no tiene demasiada complicación. Dos compañeros de la infancia que se habían fijado en el otro en diferentes momentos vuelven a encontrarse, pero esta vez sincronizados.
Bodine resulta demasiado perfecta a veces, siempre sabe qué hacer y qué decir, da la sensación de que nada la descoloca y sus quehaceres en el rancho no son una parte que me haya enganchado a la lectura. Su mejor papel lo hace ante su familia.
Callen es uno de los hombres a los que Nora Roberts nos tiene acostumbradas: atractivo, trabajador, independiente y paciente.
Lo mejor de la historia llega con los sucesos macabros y, sobre todo, con la historia de Alice, que eclipsa todo lo demás. Con ella llegan los momentos de más tensión, emoción y suspense. Sólo por eso ya ha valido la pena la lectura.
Una historia emocionante en la que atar cabos sobre la desaparición de Alice y los nuevos sucesos, muy entretenida, y con una ambientación ranchera y ecuestre de fondo.
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