Sinopsis:

Granada, 1898. En plena ceremonia nupcial, una vieja harapienta irrumpe en la iglesia acusando al novio de haber consentido que su familia matase a su nieta. En un acto macabro le maldice a él y a toda su descendencia hasta el día en el que un Luján despose a una mujer de su sangre y la convierta en la legítima Marquesa de Mondéjar.

Madrid, actualidad. Un encuentro fortuito con Alejandro marcará el inicio de las merecidas vacaciones de Sara McCarthy por el Mediterráneo. Sin embargo, tras duros años de trabajo en un importante proyecto de investigación contra el cáncer, Sara no está dispuesta a permitir que nada ni nadie la distraiga de su objetivo.

Mientras, Alejandro no puede dejar de pensar en ella. Su parecido físico con el retrato de un antiguo cuadro que posee su abuelo es asombroso... Pero, ¿quién es Sara realmente? ¿Qué tienen en común ambas mujeres?

A veces el pasado reaparece para recordarnos quienes somos.
 
Opinión personal:

Ditar de Luna me ha sorprendido gratamente con «La maldición de los Luján», su primera novela. Si  no recuerdo mal, en un evento al que asistí hace poco, la escuché decir que ella era fan de la novela romántica gótica. Es cierto que, tanto por el título como por la trama central, la novela podría englobarse en este subgénero, pero creo que le falta un punto de tenebrosidad para ello.

De todas formas, he de comentar que su lectura me ha dejado algo dividida. La trama, la estructura y la forma de escribir de la autora me han gustado; ha sido la parte romántica, pese a resultar bonita y en algunos momentos muy tierna, la que me ha dado más problemas. A mí esa rapidez de sentimientos no terminan nunca de convencerme; sin embargo, por si al final lo que comento os deja en la duda, yo quiero aclarar que recomiendo su lectura. Es una novela entretenida, que engancha desde el primer momento y con una narrativa ágil que hace que las páginas se sucedan sin apenas darte cuenta.
 
Sara McCarthy es una mujer que centra su vida en el trabajo, responsable, inteligente y bella, pero algo cerrada a todo lo que no tenga que ver con el mundo laboral. El cáncer ha marcado su vida, ya que poco a poco le ha arrebatado a todos sus seres queridos y, por ello, su casi obsesión es terminar con la enfermedad. Algo a lo que prácticamente dedica su vida y que será lo que influirá en algunas de las decisiones importantes que deberá tomar en esta historia. Una mujer bella y aparentemente moderna que ha vivido siempre condicionada por su trabajo, pero que ahora, tras un revés, se deja convencer para emprender una pequeña aventura.

No voy a negar que cierto matiz del personaje —que prefiero no comentar— me ha resultado del todo innecesario y le ha restado mucha credibilidad. La situación a la que la enfrenta Ditar de Luna no es fácil de defender, pero los cambios bruscos que en algún momento me han dado la sensación que sufre Sarah y su actitud, algo forzada en ciertos momentos en algunas escenas que sorprenden, han provocado que sea, de entre todos los que componen la historia, el que menos creíble me ha resultado.
 
Alejandro es un hombre de éxito, marcado por la desgracia continua de su familia, que ve como todas las mujeres son tocadas por una maldición y fallecen en lo mejor de sus vidas y quien, por tanto, hará lo imposible por aprovechar la oportunidad de terminar con la maldición. En algunos momentos tierno y algo frío en otros, es un personaje ambiguo con el que juega la autora; por ello me vais a permitir la licencia de que no hable mucho de él. No es algo novedoso dentro de la novela romántica, pero ayuda a darle ese aire de misterio a toda la obra. Y, pese a que la conclusión final no me ha resultado sorprendente, creo también que la autora opta por el mejor final, sin dejar de lado alguna que otra pequeña sorpresa.
 
Como ya he comentado antes, lo mejor para mí no ha sido la historia entre ellos. Es cierto que la pareja es algo más compleja que la historia de «chico conoce a chica», pero no es más que otro aliciente más para leer esta obra. Como sabéis, yo no soy partidaria de estos amores tan intensos que transcurren en tan poco tiempo: hombres que nada más conocerlos impactan tanto a nuestra heroína que hacen caer viejas telarañas.
 
Para mí lo mejor ha sido la originalidad de la trama. ¿Creéis en maldiciones? Yo no. Y la autora me ha convencido. La historia está bien narrada, quizás al principio he notado un cierto abuso con los adjetivos, pero, en su conjunto, me ha gustado su estilo: descriptivo, pero sin llegar a saturar al lector, lo suficiente como para transportarte a emplazamientos que enamoran tanto como Estambul —siento verdadera debilidad por esta ciudad— o Granada, paseándonos en alguna escena por las estancias de la Alhambra. He de admitir que he disfrutado mucho de esa parte de la novela, para mí otro aliciente más para seguir leyendo.
 
En su primera obra, Ditar de Luna me ha convencido con una trama compleja que se va complicando a medida que transcurren las páginas. No voy a negar que en algunos aspectos ha resultado del todo previsible, y que esperaba más de la parte romántica, pero creo que el resultado global y sobre todo la resolución final, del todo coherente y con un desenlace que no podía ser otro, resulta de lo más lógico y consigue cerrar de forma perfecta la empresa, ha sido bastante positivo.