Una ambición feroz le ha brindado una enorme fortuna y mucho éxito a Rhys Winterborne. De origen humilde, Rhys está habituado a obtener todo lo que quiere, y desde el instante en que conoce a la tímida y aristocrática lady Helen Ravenel se obstina en poseerla. Si para asegurarse de que se casará con él tiene que llevarla a la cama, tanto mejor...

Por su estricta educación, Helen apenas ha tenido contacto con el rutilante y cínico mundo de la sociedad londinense. Sin embargo, la insistente actitud seductora de Rhys acaba por despertar en ambos una intensa pasión. Al tiempo que los enemigos de Rhys conspiran contra él, Helen debe confiarle su más oscuro secreto. El riesgo es inimaginable, y la recompensa podría ser maravillosa. Y todo comienza con... casarse con Winterborne.

Segundo libro de la serie «Los Ravenel».

Sobre esta novela se pueden encontrar opiniones de todo tipo en torno a su argumento, las expectativas y la misma autora.

Y yo me encuentro entre las lectoras a las que les ha gustado y han disfrutado de la espeada historia de esta pareja.

Tras el mal comienzo, en mi opinión, de esta serie con «Un seductor sin corazón», donde lo mejor de la novela fue el inicio de la relación de Helen y Rhys, la autora había creado ciertas expectativas sobre esta nueva pareja.

Al dejar entonces su historia inconclusa para continuarla dándoles el protagonismo que merecían es inevitable formarse una idea de su tipo de relación. Y que no haya sido lo que esperaba ha sido algo positivo en mi caso, pues de lo contrario habría sido una historia ya relatada mil veces.

Ha resultado más tierna y tranquila de lo que creía, todo gira en torno al compromiso de esta pareja y eso no me lo esperaba, pero me ha gustado porque no es algo habitual ver ese proceso.

En cuanto al nudo de la novela no me ha cogido por sorpresa, lo imaginé por algunos comentarios muy sutiles de la primera novela. Sé que es oportunista decirlo ahora, pero ya que mi suposición fue acertada —y la palabra escrita es la prueba que lo confirma— me voy a permitir alardear un poco. Por lo tanto intuía que ése sería el gran problema en la relación de los protagonistas, aunque me imaginaba que la trama tomaria otro camino.

Los protagonistas destacan por sí solos desde que siendo secundarios eclipsaron a Kathleen y Devon, ellos me gustan más y su química tamabién.

Helen fue el personaje femenino que más me gustó en el libro anterior y en esta novela podemos ver cómo su relación con Rhys —y también con Devon y West— la han hecho cambiar y madurar, ir a por lo que quiere y hacerse oir. Me ha recordado un poco a Evie St. Vincent por su timidez y candor, cosa que es todo un halago por mi parte, pues Evie es mi protagonista preferida de toda la bibliografia de Lisa Kleypas.

Rhys es un hombre hecho a sí mismo que ya dejó una muestra de su personalidad y también, muy a su pear, de su lado más vunerable. Su intención al casarse con Helen es escalar en la sociedad y exhibir una esposa con linaje, pero Helen es cada vez más importante y al empezar la novela queda patente que no le sirve cualquier dama, que Helen le llegó al corazón tras su inesperada estancia en la finca.

Es cierto que la trama ha sido bastante pausada y quizás sí que podía haber adquirido el formato de relato corto, aunque yo antes me decantado por la opción de que el relato corto huiera sido el de Katheleen y Devon, como una precuela. Así esta novela hubiera empezado con la llegada de Rhys a la finca, con las consecuencias que ya se narraron, y no tendriamos su romance dividido.

En cualquier caso, me ha parecido una historia muy bonita.

Agradezco mucho que la presencia de Katheleen y Devon sea sólo testimonial. Sí tenemos a las gemelas Pandora y Cassandra que, lo mismo que en el primer libro, resultan cargantes, no sé cómo las transformará Lisa Kleypas para sus propios libros. Sobre todo conociendo quién será el partenaire de Pandora.

Y el descubrimiento del libro es, sin duda, la doctora Garrett Gibson. Su historia puede ser de lo más interesante sea quien sea su pareja.

Poco puedo añadir sobre la narración porque Lisa Kleypas sabe lo que hace y conoce la época, esa atención que presta a los detalles es una delicia.

En definitiva, el libro me ha gustado bastante, más de lo que esperaba.

Por último, quiero destacar las preciosas ediciones que están editando de esta serie, con elegantes portadas y en tapa dura.