«Que los malvados se avergüencen y que guarden silencio en su tumba».

Aquellas siniestras palabras sacadas de un libro de salmos fueron la última amenaza que sir Edward Grey recibió de su asesino. Antes de poder enseñárselas a Nicholas Brisbane, el investigador privado que había contratado para protegerse, sir Edward cayó muerto en su casa de Londres, en presencia de su esposa, Julia, y de varios invitados. Aunque ella estaba convencida de que su marido había muerto a consecuencia de una larga enfermedad, no dudó en pedir ayuda al enigmático Brisbane cuando descubrió el papel en el que figuraban aquellas palabras. Intentando llevar ante la justicia al asesino de Edward, Julia comenzó a seguir unas pistas que revelaron una verdad aún más terrible... Unas pistas que la acercaban a un criminal que esperaba su llegada con impaciencia.

Primer libro de la serie «Lady Julia Grey».

Éste es el primer libro de una serie que me enamoró desde el primer momento, y lo hizo a lo largo del resto de novelas. Aunque es una historia que me encanta, al mismo tiempo, es el que menos me gusta de la serie, y eso significa que las historias van de menos a más.

Es, sobre todo, una historia de misterio. Un misterio que se va enrevesando cada vez más y que se adereza con el inicio de la relación de Julia y Brisbane, pero eso es algo que nunca tendrá el protagonismo absoluto de las tramas.

Leí la serie completa hace unos años y conservo un recuerdo imperecedero, es una serie magnífica, y todo el mérito es de su autora, Deanna Raybourn, que combina un talento para el misterio con una elegancia natural en su prosa, además de una capacidad para crear personajes interesantes y una magnífica ambientación.

La trama de misterio merece una mención especial porque no es la típica historia de las novelas históricas, donde suele haber un caso poco elaborado y predecible en la mayoría de casos. Deanna Raybourn crea casos con varios frentes abiertos que se complican a cada capítulo y enganchan tanto o más que la relación de los protagonistas.

Y es un mérito que repite en todos los libros de la serie.

Es en este libro donde Julia empieza a mostrar la curiosidad que la caracterizará más tarde, se entromete en asuntos que la llevan al centro del peligro. La mejor forma de definirla que se me ocurre es que al msimo tiempo tiene sentido común y carece de él. Ahí se demuestra lo especial que es. Es una mujer inteligente, fuerte, valiente, de mente ágil y lengua afilada.

Al ser una historia narrada en primera persona por Julia, Nicholas Brisbane resulta un hombre oscuro y misterioso cuya personalidad se irá desvelando a lo largo de la serie. También se irá conociendo poco a poco su pasado y esa historia sobre Mariah Young cuyo nombre aparece en esta novela por primera vez.

El romance de Julia y Brisbane sólo se presenta durante esta novela, es una historia de amor que se desarrolla a lo largo de la serie y resulta apasionante con esos caracteres tan fuertes que tienen. Todo esa pasión se muestra en un romance sin escenas de cama que tampoco se echan de menos, aunque aquí sólo sea una presentación tampoco habrá escenas más picantes más adelante, pues en su momento suceden «fuera de escena».

Los personajes secundarios resultan tan interesantes como los principales.

Julia tiene nueve excéntricos hermanos y una familia peculiar a la que se va presentando poco a poco, en este caso tienen especial relevancia Portia y Valerius. También son interesantes las exoticas mascotas, una pequeña familia que va aumentando en cada historia, en este caso se trata de un cuervo.

Es el inicio de una serie absolutamente maravillosa y exquisita, donde Deanna Raybourn muestra su dominio de la época y de la narrrativa, con un sentido del humor delicioso y unas tramas muy trabajadas.

Considero toda la serie como una joya inolvidable para los amantes de las historias de misterio victorianas con un toque de romanticismo. Y esta primera historia es el cebo perfecto.