ni idea...

¿¿Alces?? ... seguro que no lo he leído...

Besotes
Juana

Ni idea, pero promete, jajaja

creo que necesitamos un trocito mas

Si, pricesa tiene razon

Creo que es "Amar a Morgan" de Janet Chapman.

Fantástica escribió:

Creo que es "Amar a Morgan" de Janet Chapman.

Siii te toca

Venga, a ver si lo descubren...


XX alcanzó el umbral al mismo tiempo que él.
- Señor, señor XY, supongo que usted es el gerente del club,
XY se detuvo y se enfrentó a ella. Estaban de pie lo suficientemente cerca como para que XX detectara el olor masculino del esfuerzo excesivo y la piel caliente. Su chaleco desabrochado, hecho de lujoso brocado gris, colgaba abierto a los lados para revelar una camisa blanca de fino lino debajo. Mientras XY volvía a abotonarse el chaleco, XX distinguió varios anillos de oro en sus dedos. Una ola de nerviosismo la recorrió dejando un calor poco familiar a su paso. Notaba su corsé muy apretado, el escote del cuello alto la constreñía.
Precipitadamente, se resignó a clavar los ojos directamente en él. Era aún joven, todavía no tendría los treinta, con el semblante de un ángel exótico. Esta cara definitivamente se había creado para el pecado... la boca amenazadora, la mandíbula angulosa, los ojos de un dorado avellana sombreados por largas pestañas. Su pelo necesitaba un recorte, los rizos negros se curvaban ligeramente sobre la nuca. La garganta de XX se cerró con un rápido jadeo, cuando vió el brillo de un diamante en su oreja.

Seguro que lo he leído , pero necesito mas para saber cual es..

Derek Craven, de Sueño contigo.

mirada escribió:

Derek Craven, de Sueño contigo.

No, va a ser que no...

me suena pero nose de que

Juegos de azar ..Lavyrle Spencer

Tuya a medianoche de Lisa Kleypas???

pricesa escribió:

Juegos de azar ..Lavyrle Spencer

No, va a ser que no...

Maryss28 escribió:

Tuya a medianoche de Lisa Kleypas???

Sí, me encanta este libro . Tu turno Maryss.

Fantástica escribió:

Maryss28 escribió:

Tuya a medianoche de Lisa Kleypas???

Sí, me encanta este libro . Tu turno Maryss.

a mi tambien!!!

va...


Claro que XY no se había casado con la jovencita ingenua y sumisa que, como ella sospechaba, él creía haber elegido.
Con tanta compostura como pudo, XX contestó:
—Muchas mujeres han acudido a la velada con vestidos a la moda tan escotados como el mío. Creí que te gustaría.
—¿Que todos los hombres de Londres se coman con los ojos el busto desnudo de mi esposa? —Levantó las cejas, pero volvió a desviar la mirada hacia abajo—. Piénsalo mejor, querida.
—En realidad —repuso ella con un destello de esperanza pues, aunque se le notaba molesto, era incapaz de apartar la vista—, pensé que tal vez te gustaría cómo me queda el vestido.
Por un momento, XY pareció sorprendido y entornó un segundo los ojos.
—Estás preciosa y arrebatadora, XX, y tu aspecto siempre me parece fascinador. ¿Por qué crees que me casé contigo?
Eso no era lo que ella quería oír. Era exactamente lo que no quería oír. XX agitó el abanico con furia.
—Espero, excelencia, que no te casaras conmigo solo para acudir a actos como este con un objeto bonito del brazo. Soy una persona, soy una mujer y soy tu esposa.
Su reproche provocó que en la cara del duque asomara una expresión de desconcierto poco habitual en él.
—Puede que no me haya expresado bien. Me refiero a que tú siempre me resultas atractiva. Sin necesidad de que vayas medio desnuda.
—Pues demuéstralo.
—¿Cómo dices? —Él arqueó de pronto una ceja y se quedó mirándola, perplejo.
Bien. Ahora disponía de toda su atención. Por lo general, XY solo parecía vagamente consciente de la presencia de XX. Era un hombre ocupado, y ella comprendía y aceptaba que las responsabilidades de título y fortuna acapararan buena parte de su tiempo. Pero cuando estaban los dos juntos quería saber que su esposo, como mínimo, gozaba con su compañía. Ambos se estaban adaptando aún al matrimonio, o cuando menos ella, porque no había notado que él cambiara demasiado su rutina ahora que tenía esposa. Seguía trabajando casi todo el día, seguía yendo al club, y seguía pasando más tiempo en salas de juego y bailes y veladas que con ella. Muchas parejas de la alta sociedad llevaban vidas separadas.

ni idea

No me suena para nada...

Ainsssss... síiiii ... esa escena es saliendo del teatro... acababan de regresar a Londres recién casados... pero no recuerdo la autora ni el títulooooooo!!!!!!

Besotes
Juana

Yo tampoco me acuerdo del título pero sé que lo leí

si juana.... ese es el camino!!

l camino lo seeeee (porque el libro lo leí )... quiero saber el título y autoraaaaa!!!!! ...

Besotes
Juana

pongo otro pedacito...

—XY2 me dijo que quizá podía estar embarazada, y tiene razón.
Su marido arqueó las cejas y sus ojos parecieron aún más fríos. Glaciales, más bien.
—¿Qué? ¡Maldita sea! ¿Cómo demonios lo supo XY2?
Eso era un error total, pensó ella con un espasmo interior. Y era probable que XY compartiera su opinión, pues acababa de maldecir en su presencia por primera vez en la historia. XX se tranquilizó e intentó utilizar un tono razonable.
—Lo supuso cuando hace un par de días vomité sobre sus zapatos. Por favor, no me digas que para ti es una sorpresa absoluta. Sé que le has preguntado a la doncella.
Se produjo otro de los varios centenares de silencios incómodos de la velada. Bien hecho, se dijo cáustica. Pronunciar la palabra vomitar durante la cena seguro que era una equivocación de la peor especie.
No era así como había pensado decírselo, en absoluto.
—He estado pensando que tal vez estabas embarazada —dijo. La cara de XY parecía la de una estatua de granito—. E hice unas cuantas preguntas, sí.
—¿Por qué no me dijiste nada? —La ignorancia le dolía y la humillaba, y hubiera preferido con mucho que su marido le hubiese preguntado sobre la posibilidad de que estuviera encinta, en lugar de su cuñado.
—Esperaba que me lo dijeras tú.
Ante aquella respuesta ácida, algo se desmoronó en el fuero interno de XX, que luchó contra el escozor de las lágrimas.
—Esto no te hace feliz.
—No seas absurda. Por supuesto que soy feliz.
¿Lo era? XX sintió un inmenso alivio, pero no le creyó del todo. XY parecía un hombre camino del patíbulo.
—Entonces, ¿cuál es el problema?
¿Era posible que dos personas mantuvieran una conversación más vaga, y más cargada de emotividad al mismo tiempo?
Ella se consideraba la parte ofendida, pero tenía la impresión de que él también.
—XY, me ha visitado un médico. Vamos a tener un hijo. ¿No deberíamos celebrarlo en lugar de discutir? —habló en voz baja y con un temblor evidente que le habría gustado disimular.