no lo ley seguro

Me encantó ese libro, ¿como puede ser que no reconociera la escena? Creo que como Maryss voy a tener que ir a hacermelo mirar...

es contagioso!!

lo lei! lo lei!!

pero no recuerdo el nombre!!!

me suena a mi tambien pero no recuerdo

Maryss28 escribió:

lo lei! lo lei!!

pero no recuerdo el nombre!!!

Yo estoy igual.. Estoy segura de haberlo leído , pero no me acuerdo que libro es !!
Mau , un trocito más , porfisss !!

pues yo no lo e leido

Me reí bastante con éste libro,

Besar a un ángel de Susan Elizabeth Phillips

pipa7581 escribió:

...
Besar a un ángel de Susan Elizabeth Phillips

Si es este , no me lo puedo creer !! Deberia preocuparme por mi memoria , ya que este lo leí 2 veces..

Yo este no me lo he leido

pipa7581 escribió:

Me reí bastante con éste libro,

Besar a un ángel de Susan Elizabeth Phillips

Muy bien Pipa, me encantó este libro!!!

pipa7581 escribió:

Me reí bastante con éste libro,

Besar a un ángel de Susan Elizabeth Phillips

Urgente obra social para las cazadoras!!!!! tenemos problemas de memoria!!

Cara** con lo que me gusto Besar a un angel... y contando que es uno de los dos contemporaneos que lei!! no puede ser que no haya dado cuenta que era ese!!! ... y Alex es un divino!!

Ahí va mi trozo:



Alargó las manos hacia la espalda para desatarse los lazos del vestido, pero Caballero estaba allí al momento, y se lo soltó muy despacio. Ella levantó los brazos y dejó que se lo sacara por encima de la cabeza. No sintió ninguna vergüenza; la verdad era que hasta la camisa interior le parecía demasiada ropa. Además, él ya la había visto, si bien muy brevemente, con menos.

La camisa se cerraba con una única cinta en el escote fruncido. Caballero lo abrió y Dama se meció contra él. Le deslizó la prenda por los hombros, que se quedó atascada al llegar a los senos, como dándole una oportunidad de echarse a atrás. Caballero también esperó.

Ella se encogió de hombros y la prenda cayó al suelo. Orgullosa, aguantó desnuda delante de él, dejando que la contemplara a gusto.

—Eres aún más hermosa de lo que había imaginado —susurró finalmente Caballero.

Dama se sonrojó.

—Ya me has visto desnuda antes, cuando creía haberme encontrado con una serpiente en el río.

—Nunca había visto totalmente desnuda a una mujer antes de aquel día.

Ella lo miró, confusa.

—Pero…

—Mis encuentros sexuales con mujeres siempre fueron apresurados. Nunca había dormido en los brazos de una antes de hacerlo contigo durante todas estas noches.

La recorrió de arriba abajo con su ardiente mirada, y la desesperación de Dama no hizo sino aumentar.

—Tócame —susurró.

—Aún no. Túmbate.

Ella lo hizo aunque con un gemido de queja; se tumbó boca arriba sobre las almohadas, con las rodillas tímidamente juntas. Quería que Caballero se quitara las calzas, pero no se veía capaz de pedirle tal cosa.

Él cogió la palmatoria.

—Necesito mirarte antes.

Para desconcierto de Dama, Caballero se arrodilló junto a la cama y acercó la vela. El círculo amarillento de luz recorrió lentamente su cuerpo; resultó un acto tan íntimo como si verdaderamente la estuviera acariciando. La luz se demoró en sus senos, su vientre, el vello que cubría los recovecos más interiores de su cuerpo. Se sintió admirada y amada, algo que no había experimentado nunca.

—Separa las piernas —susurró Caballero con voz ronca.

Ella ahogó una exclamación excitada y dejó caer la cabeza hacia atrás para poder verle los ojos. Se quedó fascinada al ver el deseo sincero que Caballero no intentaba ocultarle, de modo que, sin decir palabra, hizo lo que le pedía, a la vez que notaba cómo un intenso rubor ascendía por todo su cuerpo.

Caballero se levantó, por fin, y dejó la vela sobre la mesa. Sin pensar, Dama empezó a cerrar las piernas, pero él la detuvo. En silencio, se quitó las calzas y se quedó sólo con las bragas, que se sujetaban tímidamente sobre sus caderas. A continuación se deshizo de éstas también, pero entonces pareció vacilar un momento, como temiendo que su abultado pene la hiciera cambiar de opinión. Pero hacía mucho tiempo que su hermana Matilda le había desvelado los secretos de la noche de bodas, y Dama sabía lo que sucedía entre hombres y mujeres. Y quería que supiera que jamás tendría miedo de él.

Extendió la mano y acarició el suave glande, sintiendo su calor y su potencia. Para su asombro, Caballero se estremeció.

—¿Te hago daño?

Caballero soltó una áspera carcajada al mismo tiempo que negaba con la cabeza.

—Tus caricias distan mucho de ser dolorosas. Deja que te muestre para que lo entiendas.

Me niego rotundamente a seguir jugando... ... por lo menos, hasta que mi memoria vuelva donde le corresponde!! No se quien le dijo a la descarada, que se podia tomar vacaciones!!

Pues a mí me suena mucho...pero no sé si será porque en muchos medievales hay escenas similares

No creo haberlo leído pero me gustaría saber qué novela es!!

a mi tb me suena, pero no de haberlo leido..

jajaja me uno a las que le suena pero no saben cual es

Maryss28 escribió:

Me niego rotundamente a seguir jugando... ... por lo menos, hasta que mi memoria vuelva donde le corresponde!! No se quien le dijo a la descarada, que se podia tomar vacaciones!!

Ay maryss , que mal que estamos !! Por que yo estoy igual , recuerdo la escena pero no sé de que libro es !! Que fastidio !!

Pongo otro trozo a ver si se os refresca la memoria:


—Mi hermano por matrimonio me ha dicho que raptasteis a Dama. ¿Qué tenéis que decir en vuestra defensa?

Él se apoyó en los codos.

—Así que era de eso de lo que teníais que hablar con Dama. Y he de suponer que lo que os ha contado os ha apaciguado, puesto que me habéis defendido.

—¡No confundáis los términos! Mi hermana es inocente, ¡o lo era hasta que os conoció! Le gusta creer que en todas las personas hay un lado bueno. Es obvio que sois su nuevo proyecto.

Caballero enarcó una ceja.

—¿Proyecto?

—Intenta redimiros y cree que lo ha conseguido.

—¿Os dijo eso?

—No hizo falta. Nunca lo admitirá, pero es muy fácil lastimarla, teniendo en cuenta cómo la ha tratado nuestra familia.

—Incluida vos —dijo Caballero con frialdad.

—Sí, incluida yo —contestó ella, profundamente afligida.

—Habéis tardado mucho en daros cuenta. ¿Por qué no la defendisteis? ¿Por qué no os esforzasteis para que se sintiera cómoda entre vosotras?

HermanaDama abrió los brazos, ofendida.

—¿Os atrevéis vos, un secuestrador, a darme lecciones de moral?

—Ahora soy mucho más que eso para ella.

—Sí, sois el hombre que la ha seducido —respondió HermanaDama con amargura—. ¿O debería decir violado?

Caballero sintió como si le dieran una puñalada.

—¿Es eso lo que os ha dicho ella? —preguntó en voz baja.

—Sabéis que no. Y eso me pone furiosa. Era una mujer inocente, destinada a servir a Dios, y vos…

—Tal vez deberíamos dejar de lanzarnos acusaciones —la interrumpió él—, y permitir que decida Dama.

Pero las palabras de HermanaDama hicieron que se parase a pensar. Tenía razón. Lo que había hecho con ella le cambiaría la vida por completo.

Dama entró cojeando por la puerta al cabo de un momento, la cerró y se apoyó en ella. Se quedó mirándolos alternativamente con franca preocupación.

—¿Se ha creído Hermana por matrimonio la historia?

—Sí —contestó Caballero—, pero debemos salir de aquí a toda prisa, antes de que cambie de opinión. Además, tu hermana piensa que te estoy utilizando.

—Es que es cierto —respondió Dama, poniendo los ojos en blanco—. Me lo has repetido desde el principio. Y yo también te estoy utilizando a ti.

Caballero no sabía si reírse o resignarse. Lo cierto era que habían llegado a un punto en que lo que ella dijera condicionaría el destino de él.

—Ahora ya no puedo obligarte a que vengas conmigo. ¿Qué vas a hacer?

Dama dedicó a su hermana una mirada contrita.

—Y yo no puedo perderme el final de esta aventura. Tengo que ver Londres.

Pipa... ¿¿Por casualidad el dios del sexo (otro juego) es el prota de este libro?? ... Mhm... voy frita porque me parece que no lo he leído...

Besotes
Juana

Juana escribió:

Pipa... ¿¿Por casualidad el dios del sexo (otro juego) es el prota de este libro?? ... Mhm... voy frita porque me parece que no lo he leído...

Besotes
Juana

Pues sí, es que estaba un poco espesa para pensar demasiado y han salido ya tantos dioses......

pues a mí cada vez me suena más, pero no quiere salir