Finally the Sinsar Dubh gets to be the star on the cover. When I started this series in 2004 with Darkfever, I could so clearly see all the way to the end but it felt like it was a gazillion miles away. Can't believe it's here now. Glad I lived this long. I used to worry about that. If you missed the excerpt at EW yesterday, here it is. (On sale 1-17-17)
Excerpt from Feversong by Karen Marie Moning
My body doesn’t move as planned. It shudders, flops, and goes limp. “Stiff from being on the table so long,” I tell Jada, who watches me with narrowed eyes. I contract my abdomen, bend at the waist, stabilize my upper body, rotate my hips, shift my legs as a unit over the side of the gurney, and touch my feet to the floor.
I stand.
I AM.
Desire. Lust. Greed. And the path I choose to supremacy.
Master of adaptation and evolution, I slide more surely into my skin with each breath, enjoying the complex, albeit imperfect elegance of what I possess. I inhale long and slow, swelling first my abdomen then lungs with air. Breathing brings an assault of unfathomable stenches, but I will acclimate.
Every thought, every emotion MacKayla Lane experienced is filed in my meticulous mental vault, but during my incarceration in her body, I couldn’t see, I couldn’t hear, I couldn’t smell.
I was—as she is now—trapped in a dark, silent prison, my only connection to the world an attachment I forged to her central nervous system through supremacy of will and relentless trial and failure. My existence was a smattering of complex electrical charges, intricate patterns without substance. Although I spied on her life as much as possible, I was able to seize and use her body, hands, and eyes only once, for brief duration. All else was diluted, second-hand perception absorbed from within, but for that overcast, rainy day I killed the Gray Woman and Mick O’Leary.
The power. The glory. That was the day I knew I would win. Those clumsy, debilitating hours I rode a body for the first time.
I require time to perfect control.
I. Require.
I draw myself up inside, gathering the enormity, the ancientness, the hunger and storm of my being and expand into the imperfect biological vessel I’ve claimed, saturating, possessing every atom. I fill my blood, my bones, my skin.
I turn the full force of my regard upon Jada, blink once, and reveal myself. My eyes, reflected in the stainless-steel door of a commercial freezer unit behind her, fill with obsidian until no white remains.
She changes color. Fear impacts the nerves that connect brain to heart, constricting circulation. The blood vanishes from her face, leaving freckles upon snow. Her eyes widen, her pupils dilate and freeze. The scent of her body alters to one I find … intriguing.
I experience all of this with my own senses. It’s incomparable. My mere presence reprograms the anatomy of those around me.
Power.
I was made for it.
I would prefer to shred her flesh from bone, but several things prevent me. I smile with my new face.
“I would run if I were you,” I tell her softly.

Mi cuerpo no se mueve como de costumbre. Se estremece, falla, y cojea. "Rígido de estar en la mesa tanto tiempo", le digo a Jada, que me mira con los ojos entrecerrados. Contraigo mi abdomen, doblo la cintura, estabilizo la parte superior de mi cuerpo, giro las caderas, muevo las piernas juntas sobre un lado de la camilla, y toco el suelo con los pies.
Me paro.
SOY.
Deseo. Lujuria. Codicia. Y el camino que elijo hacia la supremacía.
Maestro de la adaptación y la evolución, que se deslizan con más seguridad en mi piel con cada respiración, disfrutando de la complejidad, aunque de elegancia imperfecta de lo que poseo. Inhalo largo y lento, hinchando primero mi abdomen y luego los pulmones con el aire. La respiración aporta un asalto de olores insondables, pero voy a aclimatarme.
Cada pensamiento, cada emoción experimentada por MacKayla Lane, se me presentan meticulosamente, pero durante mi encarcelamiento en su cuerpo, no podía ver,  no podía oír, no podía oler.
Estaba, como ella está ahora, atrapado en una prisión oscura, silenciosa,y mi única conexión con el mundo era un lazo en su sistema nervioso central a través de mi implacable  fuerza de voluntad y el uso de prueba y  error. Mi existencia era un puñado de cargas eléctricas; complejos e intrincados patrones sin sustancia. A pesar de que espié su vida tanto como me fue posible, yo solo era capaz de tomar y usar su cuerpo, manos y ojos solo brevemente. Todo lo demás era diluído, una percepción de segunda mano absorbido desde dentro, pero ese día nublado, lluvioso  mató a la mujer Gris y a Mick O'Leary.
El Poder. La Gloria. Ese fue el día que supe que iba a ganar. Esas horas, debilitantes manejé su cuerpo por primera vez.
Necesito tiempo para perfeccionar el control.
Lo necesito.
Me dibujo a mí mismo en el interior, hago acopio de la enormidad, la antigüedad, el hambre y la tormenta de mi ser y me expando en el cuerpo imperfecto que he reclamado, saturando, poseyendo cada átomo. Lleno mi sangre, mis huesos, mi piel.
Vuelvo toda mi atención  hacia Jada, parpadeo una vez, y miro. Mis ojos, reflejados en la puerta de acero inoxidable del congelador comercial detrás de ella, se llenan de obsidiana hasta que no queda nada de blanco.
Ella pierde el color. EL miedo impacta en los nervios que conectan el cerebro al corazón, restrinjiendo la circulación. La sangre desaparece de su cara, dejando pecas sobre nieve. Sus ojos se abren, sus pupilas se dilatan y se congelan. El olor de su cuerpo se altera ... intrigante.
Experimento todo esto con mis propios sentidos. Es incomparable. Mi sola presencia reprograma la anatomía de los que me rodean.
Poder.
Yo estaba hecho para él.
Yo preferiría triturar la carne de sus huesos, pero varias cosas me lo impiden. Sonrío con mi nueva cara.
"Yo correría si fuera tú" le digo en voz baja.

Ese diez es mi amado Dageus   supongo... van a rodar cabezas, me cagoentó... 

Supongo que en este libro sabremos poco o nada de nadie que no sean Barrons, Ryodan y Lor tal vez teniendo en cuenta que Mac ahora es el libro y tienen que detenerla y Jada va a estar en peligro inmediato.

A mí lo de Dageus tampoco me gustó mucho, a ver cómo lo soluciona y si lo soluciona de buena manera, que veo que en este libro revive también Cruce y ya está el cisco montado para otra saga de 15 libros