Bajo el rojo sangre de la luna de Mina Hepsen     

rrdarkangel escribió:

Bajo el rojo sangre de la luna de Mina Hepsen     

Siii        ya me estaba preocupando que no lo adivinaran, tu turno

¿Por qué me haces daño?
-TE AMO.-
Eres incapaz de amar.
-NADA EXCEDE MIS CAPACIDADES. YO LO SOY TODO.-
Eres un libro. Unas páginas encuadernadas. No naciste. No vives. No eres más que el vertedero donde volvó todos sus errores un rey egoísta.
-YO SOY TODO LO BUENO DE UN REY DÉBIL. ÉL TEMÍA EL PODER. YO NO TENGO NINGÚN MIEDO.-
¿Qué quieres de mi?
-ABRE LOS OJOS. MÍRAME. MÍRATE A TI MISMA.-
Tengo los ojos abiertos. Soy el bien. Tú eres el mal.


//listo, adivinen    //

no me suena ,

Ni idea 

Fiebre Sombría - Karen Marie Moning

Fantástica escribió:

Fiebre Sombría - Karen Marie Moning

Correcto!!!    

    

Quería caminar sobre su césped..
El patio estaba rodeado a ambos lados por una verja de tela metálica. El vecino de la derecha tenía una especie de arbusto trepador que la cubría. <>, pensó CHICA. Seguramente pondría algo parecido. No solo era bonito, sino que daba sensación de intimidad.
Y a la izquierda...
Vaya, vaya, pensó. No podía decir gran cosa del patio, pero su ocupante no estaba nada mal.
Por suerte para ella, no había arbustos que taparan la vista.
El hombre estaba de espaldas. Una retaguardia prometedora. Las temperaturas de mediados de mayo no habían impedido que se quitara la camisa. Pero a lo mejor lo que estaba haciendo con aquella madera y las herramientas eléctricas le daba calor.
Los vaqueros le quedaban bastante bajos, y el cinturón con las herramientas más todavía. Pero se las había arreglado para que no se le viera la raja del cu*o, y eso le hizo ganar muchos puntos a ojos de CHICA. Llevaba una gorra de béisbol al revés - eso quizás restaría puntos al total-, y parecía que debajo de la gorra había un montón de pelo negro y ondulado.
Mientras trabajaba, podía observarlo. Junto a los caballetes tenía el radiocasete encendido, y eso le hizo ganar más puntos,porque estaba a un volumen razonable. Distinguía a duras penas la voz de Sugar Ray.
Metro ochenta y siete. Unos setenta kilos de músculo. No quería echarle ninguna edad sin antes haberle visto la cara. Pero, por el momento, para lo que solían ser los vecinos, no estaba nada mal.

    

me suena a una trilogia de hermanas, que lei, si no me equivoco de nora roberts,    

Sí, es Jugando con fuego de Nora Roberts, creo 

a mi tambien me suena asi uni pero la verdad noce si asi sea    

sombra escribió:

Sí, es Jugando con fuego de Nora Roberts, creo 

Ese mismo!! Te toca, Sombra!!!     

      

Aquí pongo trocito chicas, perdonad el retraso  

- La próxima vez que te vea - le advirtió XY con una serenidad escalofriante-, sean cuales sean las circunstancias, te mataré. No habrá ley, ni arma, ni el mismo Dios, que pueda impedirlo. Asi que si valoras tu vida, no vuelvas a cruzarte en mi camino.
Mientras ESTÚPIDO se estremecía de miedo, XY sacó a XX del vehículo. La muchacha, que seguía esforzándose por respirar, se aferró a él y echó un vistazo a su alrededor. Al parecer AMIGO había sido del altercado, pues mantenía a sus dos tíos a raya. TIO 1 estaba en el suelo y TIO 2 se tambaleaba hacia atrás con una expresión de sorpresa. 
XX, tambaleante una vez en el suelo, ocultó la cara en el hombre de XY, que echaba humo, literalmente, ya que el aire frío se convertía en vapor al tocar su piel acalorada. La sometió a una inspección breve pero minuciosa pasándole las manos con suavidad por los brazos y escrutándole la cara.


- ¿Estás bien, XX? Mírame cariño ¿Te han lastimado?
- No - lo miró aturdida - Mi TIO 2 es muy fuerte- susurró.
-Yo me encargaré de él - le aseguró, y, acto seguido, llamó a AMIGO - ¡AMIGO! Ven y ocúpate de mi mujer

El diablo en invierno de Lisa Kleypas

St. Vicent  

El mismo Kadesh   
Te toca   

X estaba agazapado en una amplia rama suspendida sobre el recinto que continuaba fascinándole. Su intención había sido la de infiltrarse esa noche y descubrir qué se ocultaba detrás de la seguridad informatizada y de la guardia que lo vigilaba. Pero eso ya no era necesario; su presa iba hacia él.
     Tenía el cabello rojo como una llama a pesar de la oscuridad, y una parte de él deseó gruñir a la mujer por ser tan estúpida como para no taparse o recogerse la melena que le llegaba a la cintura; pero otra parte estaba impresionada por la manera rápida y casi felina con que escaló la valla. No vaciló, no miró a su alrededor. Daba la impresión de que lo hubiera hecho cientos de veces.
     Una vez aterrizó en el suelo del bosque, se fue derecha hacia los árboles que rodeaban el lugar hasta que quedó oculta a la vista del guardia que en ese momento doblaba la esquina. X se movió sigilosamente entre las copas de los árboles y se detuvo casi encima de ella cuando la joven se paró para sacar algo de su mochila.
     La pequeña luz de su reloj no tardó en iluminar lo que parecía ser un plano impreso del área circundante; un mapa rudimentario que no mostraba rutas de los cambiantes ni marcas territoriales. Pasado un minuto, lo dobló y lo guardó de nuevo en la mochila. Luego comenzó a caminar. De haberse encontrado en forma humana, X habría fruncido el ceño. Su presa se estaba internando en territorio de los XXX en lugar de dirigirse hacia Tahoe.
     No llegaría demasiado lejos a pie, pero había algo en ella que hacía que se le erizara el vello de la nuca. Como centinela, estaba acostumbrado a confiar en sus instintos, y esta vez le decían que aquella mujer tenía que ser vigilada. Con atención. Con mucha, pero mucha atención.

  

La Noche del Jaguar - Nalini Singh

 tu turno Fan

Busco y pongo...   

Aquí vamos...

—¿Estás segura?
—¡Acabo de entrar! ¡Está ahí! ¡Pídeselo! —Trata de empujarme con las manos.
—¡Espera! —digo, retrocediendo unos pasos. Necesito pensar. No puedo entrar a lo loco. He de preparar un plan.
1. Llamar y entrar en el despacho de un desconocido.
2. Decirle hola de un modo natural y agradable.
3. Pedirle una cita.
4. Morirme de vergüenza mientras él llama a Seguridad.
5. Largarme a toda prisa.
6. No dar mi nombre en ninguna circunstancia. Así podré huir y borrarlo todo de mi mente y nadie se enterará nunca de que era yo. Quizá él mismo llegue a creer que ha sido una alucinación transitoria.
Todo el proceso durará treinta segundos como máximo y luego CHICA dejará de darme la lata. Vale, vamos allá.
Me acerco a la puerta. Mi corazón se ha puesto al galope, pero no hago caso. Inspiro hondo, alzo la mano y llamo suavemente.
—¡No se ha oído! —exclama CHICA a mi espalda—. ¡Llama más fuerte! Y entra sin más. Está ahí. ¡Vamos!
Cierro los ojos, doy un golpe seco, giro el pomo y entro.
Hay veinte personas trajeadas sentadas en torno a una larga mesa y todas se vuelven a la vez. El hombre que está al fondo interrumpe su presentación en PowerPoint.
Los miro, petrificada.
No es un despacho, sino una sala de juntas. Me he colado en una empresa desconocida, en una reunión de alto nivel a la que no estoy invitada, y todos aguardan a que diga algo.
—Perdón —balbuceo—. No quería interrumpir. Continúen.
Con el rabillo del ojo veo un par de sillas vacías. Sin saber muy bien lo que hago, cojo una y me siento. La mujer de al lado me echa un vistazo titubeante y luego me pasa un bloc y un bolígrafo.
—Gracias —murmuro.
No puedo creerlo. Nadie me ha dicho que me largue. ¿No saben que soy una intrusa? El tipo en la cabecera de la mesa reanuda su discurso y algunos se ponen a tomar notas. Echo una ojeada furtiva alrededor. Hay unos quince hombres. El de CHICA podría ser cualquiera. Al otro lado de la mesa hay uno de pelo rubio rojizo bastante mono. El que está haciendo la presentación tampoco está mal. Tiene el pelo ondulado y ojos azul pálido, y lleva la misma corbata que le compré a OTRO por su cumpleaños. Ahora muestra un gráfico y habla con animación.

    

no lo lei fan, pero parece interesante