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¿Quién está en línea? | En total hay 766 usuarios en línea: 2 Registrados, 0 Ocultos y 764 Invitados :: 2 Motores de búsqueda Hyacinth, Lady EscabiaEl record de usuarios en línea fue de 1414 durante el Mar 5 Dic 2023 - 20:36 |
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Autor | Mensaje |
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Fantástica Buscando grupo de ayuda
Mensajes : 26861 Edad : 46 Localización : En medio del océano... Empleo/Ocios : Pensar y meditar... Humor : Raro, raro, raro... Inscripción : 21/12/2010
| | | | Mariana13200 Debutante en Sociedad
Mensajes : 70 Edad : 30 Localización : Segundo círculo del infierno Empleo/Ocios : Estudiante de Medicina Humor : Negro Inscripción : 09/04/2015
| | | | Mau ¡¡Que alguien le rompa los dedos!!
Mensajes : 4244 Edad : 44 Inscripción : 14/09/2008
| Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Dom 12 Abr 2015 - 19:17 | |
| Sigo:
XX respiró entonces tranquila. No podían culparla de haber perdido y enviarla a casa. Abrió su bolso y metió en él el cuaderno y el bolígrafo. Se encaminó al vestuario de los EQUIPO mostrando el pase de prensa. Sentía un nudo en el estómago mientras avanzaba por el pasillo. Era una profesional. Podía hacerlo. No había ningún problema. «Míralos a los ojos y no bajes la vista», se recordó a sí misma mientras sacaba su pequeña grabadora. Entró en el vestuario y se detuvo en seco. Hombres en diferentes grados de desnudez estaban de pie frente a las banquetas o las taquillas abiertas, sacando sus ropas. Mucho músculo y sudor. Amplios pechos y espaldas. Unos abdominales espectaculares, un culo y... ¡Dios del cielo! Se puso roja y los ojos casi se le salieron de las órbitas al ver el tamaño de los atributos de JUGADORSS Empalador APELLIDO. XX acabó alzando la vista, no antes de descubrir que lo que había oído decir acerca de los hombres europeos era cierto. JUGADORSS no estaba circuncidado, y eso suponía un exceso de información respecto a lo que ella deseaba saber. Por un segundo XX pensó en disculparse, pero no podía hacerlo, pues equivaldría a admitir que había visto algo. Le echó un vistazo al resto de periodistas deportivos y comprobó que ninguno de ellos se disculpaba. ¿Por qué se sentía como si estuviese en el instituto espiando en el vestuario de chicos? «Habías visto un pene con anterioridad, XX. No tiene nada de especial. Si has visto uno, los has visto todos... Vale, de acuerdo, eso no es del todo cierto. Algunos penes son mejores que otros. ¡Para! ¡Deja de pensar en penes! Estás aquí para hacer un trabajo, y tienes tanto derecho a ello como cualquier periodista. Es la ley, y tú eres una profesional.» Sí, eso fue lo que se dijo mientras se encaminaba hacia los jugadores y los reporteros deportivos, intentando mantener la mirada por encima de sus hombros. Pero ella era la única mujer en un vestuario lleno de corpulentos, rudos y desnudos jugadores de hockey. No podía evitar sentirse fuera de lugar. Mantuvo la vista alzada al tiempo que se acercaba al periodista que estaba entrevistando a JUGADORXL, el extremo derecho que había marcado el único gol de los EQUIPO. Sacó su cuaderno al tiempo que el jugador se quitaba los calzoncillos. Estaba segura de que debía de llevar calzoncillos largos, pero no estaba en disposición de comprobarlo. «No mires, XX. Pase lo que pase, no bajes la vista», se dijo. Puso en marcha su grabadora e interrumpió a uno de sus colegas. –Tras tu lesión del mes pasado –empezó– se dijo que tal vez no podrías acabar la temporada en tan buena forma como la empezaste. Creo que este gol ha acabado con esos rumores. JUGADORX puso un pie encima de la banqueta que tenía delante y la miró por encima del hombro. Su mejilla tenía la marca enrojecida de un golpe, y una antigua cicatriz le cruzaba el labio superior. Se tomó su tiempo para pensar la respuesta, por lo que XX temió que no fuese a contestar. –Eso espero –dijo finalmente. Dos palabras. Eso fue todo. –¿Qué te parece el empate? –preguntó un reportero. –Los RIVALES han jugado duro esta noche. Queríamos ganar, por descontado, pero el empate no está mal. Cuando se disponía a formular otra pregunta, alguien alzó la voz por encima de la suya haciéndola callar. No tardó en sentir que conspiraban contra ella. Se dijo que, muy probablemente, no era más que paranoia, pero cuando se acercó al pequeño grupo que estaba entrevistando al capitán de los EQUIPO, JUGADOR, éste la miró a los ojos y respondió las preguntas de los otros periodistas. Habló con el novato de cresta rubia al estilo mohicano, suponiendo que se mostraría más que agradecido de ser entrevistado, pero su inglés era tan pobre que ella apenas entendió un par de palabras. Caminó hacia Martillo, pero él se quitó la última prenda de ropa y ella pasó de largo. Aun cuando no paraba de repetirse que era una profesional y estaba haciendo su trabajo, no se atrevía a detenerse frente a un hombre completamente desnudo. Al menos la primera noche. Pronto se hizo obvio que algunos de los periodistas también se sentían molestos ante su presencia, y que los jugadores no iban a responder a sus preguntas. Sin embargo, lo que más le sorprendía era la actitud de sus compañeros del Times, que no la trataban mejor que aquellos. De acuerdo, podría seguir escribiendo la columna que ya publicaba regularmente, pensó mientras se dirigía hacia el portero del equipo. XY estaba sentado en una banqueta en un rincón del vestuario, con una gran bolsa de deporte a sus pies. Se había quitado todo excepto los calzoncillos térmicos, los calcetines y una toalla que llevaba alrededor del cuello. El extremo colgaba a medio camino de su pecho, y mientras la veía aproximarse, echó un trago de su botella de plástico. Un hilillo de agua escapó por la comisura de sus labios, recorrió la barbilla y cayó sobre su pecho. Dejando tras de sí un rastro de humedad, descendió por sus marcados músculos pectorales y los abdominales para ir a parar al ombligo. Tenía tatuada una herradura en la parte inferior del vientre. La sombra de la ranura y los agujeros aportaba la profundidad y textura a su carne, y los extremos se curvaban hacia arriba a los lados del vientre. La parte inferior del tatuaje se perdía bajo la cinturilla del calzoncillo, y XX se preguntó si realmente necesitaría la suerte de aquella herradura tatuada. –No concedo entrevistas –dijo antes de que ella pudiese preguntarle nada–. Con todas esas cosas que has leído, supongo que ya estarás al corriente. Ella lo sabía, pero no se sentía especialmente condescendiente. Aquellos tipos la habían rechazado, y ella quería devolver la afrenta. Puso en marcha su grabadora. –¿Qué te ha parecido el partido de esta noche? Ella no esperaba que él contestase, y no lo hizo. –Dio la impresión de que tocaste el disco antes de que entrase –añadió. La cicatriz en su barbilla parecía especialmente blanca, pero su cara seguía sin revelar expresión alguna. –¿Resulta difícil concentrarse cuando los aficionados del equipo contrario te gritan? –insistió XX. XY se secó la cara con un extremo de la toalla. Pero no respondió. –Creo que a mí me resultaría muy duro pasar por alto todos esos desagradables insultos. Sus ojos azules seguían clavados en los de XX, pero un extremo de su boca se curvó hacia abajo, como si hubiese encontrado en ella algo molesto. –Hasta esta noche, no tenía ni idea de lo rudos que podían ser los espectadores de hockey –prosiguió XX–. Los hombres que estaban detrás de mí estaban bebidos y enfadados. No puedo imaginarme estar ahí de pie, gritando «chúpamela» en mitad de una multitud. XY se quitó la toalla del cuello y dijo finalmente: –Oye, si hubieses estado allí gritando «chúpamela», dudo mucho que ahora estuvieses aquí sacándome de mis casillas. –¿Qué quieres decir? –Pues que imagino que también te habrías tomado un par de copas. A XX le llevó unos instantes captar lo que intentaba decirle, y cuando lo consiguió, en su rostro apareció una sonrisa socarrona. –Supongo que no es lo mismo, ¿verdad? –En efecto. –XY se puso en pie y pasó los pulgares por debajo de la cinturilla de sus calzoncillos–. Ahora ve a darle la tabarra a otro. –Al ver que ella no se movía de donde estaba, añadió–: A no ser que quieras sentirte un poco más incómoda. –No me siento incómoda. –Estás roja como un tomate. –Aquí dentro hace mucho calor –mintió XX. ¿Era él el único que se había dado cuenta? Probablemente no–. Demasiado. –Sí, la cosa va de estar calentitos. Quédate por aquí y verás un puñado de troncos de buena madera.
XX se volvió y se fue a toda prisa. No debido a lo que le había dicho acerca de «ver un puñado de troncos de buena madera», sino porque tenía una hora fija de entrega de la crónica. Sí, tenía hora de entrega, se dijo mientras salía del vestuario, cuidando de mantener alta la vista para no posarla en algún órgano desnudo. |
| | | latipa Diosa Atlante
Mensajes : 1187 Edad : 36 Localización : tumbada a la bartola Empleo/Ocios : perderme en el bosque Humor : optimista Inscripción : 04/02/2010
| | | | Mau ¡¡Que alguien le rompa los dedos!!
Mensajes : 4244 Edad : 44 Inscripción : 14/09/2008
| Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Lun 13 Abr 2015 - 2:39 | |
| - latipa escribió:
- Jane juega y gana de Rachel Gibson
Muy bien!!! te toca |
| | | Fantástica Buscando grupo de ayuda
Mensajes : 26861 Edad : 46 Localización : En medio del océano... Empleo/Ocios : Pensar y meditar... Humor : Raro, raro, raro... Inscripción : 21/12/2010
| | | | latipa Diosa Atlante
Mensajes : 1187 Edad : 36 Localización : tumbada a la bartola Empleo/Ocios : perderme en el bosque Humor : optimista Inscripción : 04/02/2010
| Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Lun 13 Abr 2015 - 15:09 | |
| -¿Qué pasó? -dijo, jadeando aún levemente-. ¿Por qué nos hemos caído?-El terreno cedió bajo el otro extremo del tablón y lo inclinó - respondió él.-¿Cómo sabías que hay cascadas en este río? -fue la siguiente pregunta de ella.Él se mantuvo un minuto en silencio.-Siempre hay una cascada -dijo-. ¿No ves las películas?Abrumada por la sensación de alivio y una alegría casi efervescente por estar viva, Ella comenzó a reír.Él se había vuelto de espaldas a su lado, su pecho subía y bajaba al respirar, pero ahora volvió la cabeza hacia ella y la línea dura de su boca se desplazó en una leve sonrisa. La contempló durante un momento, sus ojos oscuros entrecerrados bajo el brillo del sol vespertino.- Daría mi huevo izquierdo por estar dentro de ti ahora mismo-dijo. La risa de Ella desapareció como si nunca hubiera existido, succionada por el impacto de sus palabras. Había tenido fantasías, ensueños y obsesiones, pero nunca había creído que tendría que enfrentarse a la realidad y ahí la tenía, mirándola a la cara. ¿Él? ¿Y ella? El duro hecho de lo que él había dicho era tan palpable que la realidad se estremeció por un momento, dejándola a la deriva sobre aquella roca, con un zumbido en la cabeza y la adrenalina quemándole aún las venas. A continuación, todo volvió de repente a su sitio, y con ello llegó una descarga de deseo carnal que la aturdió por su violencia. Él... y ella. Su vientre se estremeció ante la idea de que él estuviera encima de ella, entre sus piernas. Lo deseaba. Lo había deseado desde el momento en que lo vio, y lo deseaba en ese instante. Él nunca la había besado realmente. Aquel leve beso de consuelo no contaba. Ella había anhelado todo aquello, y ahora las razones para echarse atrás se apelotonaban en su mente como un enjambre de langostas. Si todo lo que él quería era un polvo rápido, ella no era la mujer que buscaba, y no podía imaginar que pretendiera algo diferente. Después de todo, se trataba de él; no era el tipo de hombre que podía esperar y ella no era tan estúpida como para pensar que podía cambiado. Había tenido mucho cuidado de no mostrar ante él ninguna reacción sexual, ningún indicio de que lo encontraba atractivo; había mantenido todo aquello para sí, para sus fantasías cotidianas. Pero él se había dado cuenta de todo: ese conocimiento estaba en esos astutos ojos oscuros. |
| | | sombra Cazadora consagrada
Mensajes : 12511 Edad : 32 Localización : Aquí y allí y en ninguna parte Empleo/Ocios : Sumergirme entre libros Humor : Siempre intentándolo Inscripción : 04/07/2012
| | | | Mau ¡¡Que alguien le rompa los dedos!!
Mensajes : 4244 Edad : 44 Inscripción : 14/09/2008
| | | | sombra Cazadora consagrada
Mensajes : 12511 Edad : 32 Localización : Aquí y allí y en ninguna parte Empleo/Ocios : Sumergirme entre libros Humor : Siempre intentándolo Inscripción : 04/07/2012
| | | | latipa Diosa Atlante
Mensajes : 1187 Edad : 36 Localización : tumbada a la bartola Empleo/Ocios : perderme en el bosque Humor : optimista Inscripción : 04/02/2010
| | | | sombra Cazadora consagrada
Mensajes : 12511 Edad : 32 Localización : Aquí y allí y en ninguna parte Empleo/Ocios : Sumergirme entre libros Humor : Siempre intentándolo Inscripción : 04/07/2012
| Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Lun 13 Abr 2015 - 22:12 | |
| Aquí pongo trocito. Perdonad el formato, chicas, no puedo ponerlo mejor XY tomó las riendas de la vieja YEGUA y se dirigió hacia el sur. XX sólo tuvo tiempo para volverse y saludar a MEJORAMIGA con la mano. Casi inmediatamente llegaron a la salida de LUGAR y, con un profundo suspiro, XX se despidió de ese capítulo de su vida. No le llevó mucho tiempo habituarse a mirar la espalda de XY. Él no deseaba cabalgar junto a ella. XX lo alcanzó en varias ocasiones, pero él siempre lograba mantenerse a una buena distancia delante de ella; no muy alejado, pero no tan cerca como para poder conversar. Pero siempre sabía qué estaba haciendo XX. No miraba hacia atrás, pero cuando el caballo de ella se atrasaba, él aminoraba la marcha. Mantenía constantemente la misma distancia entre ambos. Eso la hizo sentir segura. Aunque no por mucho tiempo. Pocos momentos después, XX se apeó de su caballo y caminó hacia donde estaba ella. XX lo miró, intrigada. Ya era casi el atardecer y no pensó que acamparían tan temprano. Luego se alarmó. El rostro de él tenía una expresión de fría determinación. Sin decir una palabra, levantó los brazos y la obligó a apearse. Con un gemido de sorpresa, ella cayó contra él, y sus botas golpearon las piernas de XY. Él no se inmutó. La tomó de la cintura con un brazo y con la otra mano tomó sus nalgas. ‑XY, por favor ‑gritó ella, horrorizada‑. ¿Qué está haciendo? Él no respondió. Sus fríos ojos azules lo decían todo. ‑¿Por qué? -¿Por qué no? Dios, ella no podía creerlo. ‑Confié en usted. ‑Supongo que no debió hacerlo ‑dijo él con frialdad, rodeándola fuertemente con sus brazos. XX comenzó a llorar. -Por favor. Me está haciendo daño. ‑Le voy a hacer mucho más daño si no hace exactamente cuanto le ordene, señorita. Abráceme. No estaba enfadado. Ni siquiera levantó la voz. XX hubiera preferido que se enfureciera. Mirándolo a los ojos, obedeció. Su corazón latía enloquecidamente. ¿Cómo pudo equivocarse tanto? ‑Así está mejor ‑dijo él, serenamente. Luego, con un solo movimiento le abrió la blusa. XX gritó, sabiendo que era inútil, pero no pudo evitarlo. Con eso logró que XY la empujara; ella cayó sentada a sus pies. Rápidamente, se abrochó la blusa. Había confiado en XY para que la protegiera y él la había traicionado. Le lanzó una mirada muy elocuente. XX se estremeció. Allí, de pie, con las piernas separadas, se lo veía tan fuerte y apuesto, pero también tan cruel y despiadado... ‑Creo que aún no se ha dado cuenta de la situación. De lo contrario, no provocaría mi ira con sus gritos. ‑Sí; me he dado cuenta. ‑Dígame cuál es. Ahora. ‑Va usted a violarme. ‑¿Y bien? ‑Y no puedo evitar que lo haga. ‑¿Y qué más? ‑No... no sé qué más puedo decir. ‑Mucho más, señorita. La violación es lo que menos debería preocuparla. Se ha puesto usted a mi merced. Fue una estupidez, pues ahora puedo hacer cuanto desee con usted, ¿Me comprende? Puedo cortarle el cuello y dejarla aquí; ningún ser humano la hallaría. |
| | | kadesh Reencarnada en cazadora
Mensajes : 9967 Edad : 40 Humor : Negro Inscripción : 23/04/2010
| Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Lun 13 Abr 2015 - 23:02 | |
| Chandos como no iba a reconocer el fragmento de mi hombre Corazon indomito de Johanna Lindsey |
| | | sombra Cazadora consagrada
Mensajes : 12511 Edad : 32 Localización : Aquí y allí y en ninguna parte Empleo/Ocios : Sumergirme entre libros Humor : Siempre intentándolo Inscripción : 04/07/2012
| | | | kadesh Reencarnada en cazadora
Mensajes : 9967 Edad : 40 Humor : Negro Inscripción : 23/04/2010
| Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Mar 14 Abr 2015 - 22:29 | |
| Pongo trozo para no dejar esto parado, pero hoy no ha sido un buen dia Allí estaba, igual que antes. Mirándola fijamente, burlándose de ella allí sentado, como diciendo que no tenía la sensatez suficiente para leerlo. “Es sólo un libro,” murmuró. “Sólo un estúpido y chillón librito rojo.” Y, sin embargo... Elizabeth necesitaba dinero desesperadamente. Lucas tenía que ser enviado a Eton, y Jane se había quejado durante semanas de que había gastado la última de sus acuarelas. Y ambos estaban creciendo más rápidamente que la mala hierba en un día de verano. Jane podía pasar con los viejos vestidos de Susan, pero Lucas necesitaría ropa adecuada con su posición social. El único camino a la riqueza era el matrimonio, y ese descarado librito afirmaba tener todas las respuestas. Elizabeth no era tan tonta como para creer que podía capturar el interés de un marqués, pero quizás un pequeño consejo la ayudara a atrapar a un caballero rural –uno con una confortable renta. Incluso se casaría con un comerciante. Su padre se revolvería en su tumba ante el pensamiento de emparentar con alguien que tuviera un negocio, pero una chica tenía que ser práctica, y Elizabeth apostaba a que había un gran numero de ricos comerciantes a los que no les importaría casarse con la empobrecida hija de un baronet. Además, era culpa de su padre que se viera en este apuro. Si él no... Elizabeth sacudió la cabeza. Ahora no era el momento de enfrascarse en el pasado. Necesitaba concentrarse en su actual dilema. Considerándolo bien, ella no sabía mucho acerca de los hombres. No tenía ni idea de lo que se suponía que tenía que decirles o cómo se suponía que tenía que actuar para hacer que cayeran enamorados de ella. Miró fijamente el libro. Difícilmente. Miró alrededor. ¿No venía nadie? Inspiró profundamente y rápido como el rayo, el libro encontró su camino hacia el interior de su ridículo. Y salió corriendo de la casa. |
| | | sombra Cazadora consagrada
Mensajes : 12511 Edad : 32 Localización : Aquí y allí y en ninguna parte Empleo/Ocios : Sumergirme entre libros Humor : Siempre intentándolo Inscripción : 04/07/2012
| Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Mar 14 Abr 2015 - 22:51 | |
| Vaya espero que mañana sea un día mejor Kadesh . Por cierto, no me suena |
| | | Fantástica Buscando grupo de ayuda
Mensajes : 26861 Edad : 46 Localización : En medio del océano... Empleo/Ocios : Pensar y meditar... Humor : Raro, raro, raro... Inscripción : 21/12/2010
| | | | kadesh Reencarnada en cazadora
Mensajes : 9967 Edad : 40 Humor : Negro Inscripción : 23/04/2010
| | | | Fantástica Buscando grupo de ayuda
Mensajes : 26861 Edad : 46 Localización : En medio del océano... Empleo/Ocios : Pensar y meditar... Humor : Raro, raro, raro... Inscripción : 21/12/2010
| | | | Mau ¡¡Que alguien le rompa los dedos!!
Mensajes : 4244 Edad : 44 Inscripción : 14/09/2008
| Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Jue 16 Abr 2015 - 2:37 | |
| Me encantó la referencia a Fabio jajajaja, la verdad que entiendo que no quiera que lo comparen con él. |
| | | Maryss28 Soy Cazadora y tengo un problema
Mensajes : 25278 Edad : 36 Localización : no se... buena pregunta!!! Empleo/Ocios : lectora empedernida! Humor : Bazinga!!! Inscripción : 30/06/2010
| | | | sombra Cazadora consagrada
Mensajes : 12511 Edad : 32 Localización : Aquí y allí y en ninguna parte Empleo/Ocios : Sumergirme entre libros Humor : Siempre intentándolo Inscripción : 04/07/2012
| Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Jue 16 Abr 2015 - 23:12 | |
| Pues el caso es que a mí me suena mucho y no logro acordarme (Y eso que no conozco al tal Fabio, pero por sus comentarios, creo que me alegro ) |
| | | MissCherry ¿También hablas cuando duermes?
Mensajes : 3476 Edad : 31 Localización : Málaga Inscripción : 01/08/2014
| | | | Fantástica Buscando grupo de ayuda
Mensajes : 26861 Edad : 46 Localización : En medio del océano... Empleo/Ocios : Pensar y meditar... Humor : Raro, raro, raro... Inscripción : 21/12/2010
| Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Vie 17 Abr 2015 - 0:46 | |
| —¡MAROMO! —ABOGADO, alto y desgarbado rubio tejano, entró en el vestíbulo de recepción. Sonriendo ampliamente, el abogado agarró la mano de MAROMO y la estrechó con entusiasmo—. Gracias a Dios que estás aquí. Casi tuve que asistir a la reunión financiera mensual. —Celebro ser útil. —MAROMO se hizo a un lado y señaló a SUERTUDA—. ¿Te acuerdas de SUERTUDA? La mirada que ABOGADO le dirigió era cómica y furiosa en igual medida. —¿Todavía no te han arrestado, SUERTUDA? —Aún no. También tú sigues sin tener un trabajo de verdad, ¿eh, Yale? —ABOGADO, ¿dispones de unos minutos? —intercedió MAROMO. —Claro. ¿Qué es lo que ha hecho esta vez? Mientras los conducía a las entrañas del bufete, SUERTUDA le sacó la lengua. Odiaba a los abogados por norma general, y le ponía de mala leche que, en el fondo, respetara a aquel abogado en cuestión. |
| | | sombra Cazadora consagrada
Mensajes : 12511 Edad : 32 Localización : Aquí y allí y en ninguna parte Empleo/Ocios : Sumergirme entre libros Humor : Siempre intentándolo Inscripción : 04/07/2012
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