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MissCherry ¿También hablas cuando duermes?
Mensajes : 3476 Edad : 31 Localización : Málaga Inscripción : 01/08/2014
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MissCherry ¿También hablas cuando duermes?
Mensajes : 3476 Edad : 31 Localización : Málaga Inscripción : 01/08/2014
| Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Sáb 5 Mar 2016 - 0:18 | |
| Ya que veo que nadie atina multiposteo para poner otro trocito —¿Por qué razón comprar a niñas únicamente? —comenzó a especular XX, algo escéptica ante la afirmación del barón— ¿por qué no salvar a todo tipo de mujeres? ¿Por qué no conformarse con haber salvado a su mujer, habiendo salido malherido de un enfrentamiento? Si hubiera querido acabar con la prostitución en Londres, cosa harto difícil ¿por qué no salvar a mujeres o niñas de otros burdeles? Tu hermano tenía fijación por el CIERTO LOCAL. —No sabría responder a todas esas preguntas, señorita XX —comentó con cierto cansancio expresado en su voz—. Hay que encontrar a MUJER para contestarlas. —Sí, mientras mis compañeros investigan qué ocurre en la granja, les diré que busquen en los hogares donde muchas prostitutas deciden esconderse y buscar una nueva vida. Es posible que nadie, ni siquiera HOMBRE, piense en buscar a una baronesa en lugares como esos. —Y hasta entonces —comentó XY—, sólo nos queda esperar. —Eso me temo —XX lamentó no poder servirle de más ayuda. Decidieron volver donde les esperaba el carruaje. Habían terminado sus respectivos helados, pero ninguno quiso deshacerse del brazo del otro. XY se sintió extrañamente bien paseando al lado de la joven. Mientras, XX, comenzó a escuchar murmullos a su paso. —Siento comentarle, lord XY, que la gente murmura al vernos pasar. XY percibió cierta vergüenza y malestar en la joven. Una sombra nubló el rostro de XX e XY se enfureció por ello. Comprobando que algunas mujeres dejaban de prestar atención a los escaparates de las tiendas para posar sus ojos en ellos, no pudo más que lanzar afiladas miradas para amedrentarlas. —Me importa un bledo, señorita XX, es posible que muchos de los caballeros que las acompañan me envidien —comentó con seguridad. —¿Envidiarle? —rió ante la estupidez que XX creía que había dicho. Tras haberle hecho saber que les observaban, notó cómo el barón la agarraba más fuerte del brazo y ralentizaba su paso para regodearse aún más en el escándalo. Aquel hombre llegaba a ser de lo más temerario, se dijo XX. —Por supuesto —volvió a asegurar—, ninguno de ellos puede pasear por estas calles sin que una mujer detenga su paso cada pocos metros para estampar sus narices contra los escaparates. —Bueno, visto de esa manera —contestó XX riendo. —¿Visto, visto? Señorita XX —preguntó socarrón XY—, usted poco, me temo. Lo que justamente me evita aguantar ver tiendas. XX rió encantada al ver cómo el barón se atrevía a bromear sobre su ceguera. —Ahora en serio —comentó segundos después— ¿qué cosas pueden atraer su atención, puesto que el reclamo de las tiendas es más visual que otra cosa? —Mmm —pensó XX, siendo por primera vez interrogada por sus gustos—, me atraen las cosas con olores. Yo también me detengo ante muchas tiendas, no le voy a engañar, pero lo hago por su olor. Cuando entro, paso mi mano por encima de los objetos, adoro los que tienen muchos relieves, puedo pasar horas pasando mis yemas de los dedos sobre esos objetos adivinando su forma. Habían llegado al carruaje, XY tomó la mano de la joven y la ayudó a subir como hubiera hecho con cualquier otra mujer. XX le fascinaba, cuanto más sabía de ella, más curiosidad le despertaba, haciéndole desear descubrir aspectos nuevos. Al ver cómo algunas personas la miraban con repulsa, a veces incluso con lástima, sentía una irrefrenable tentación de abrazarla y protegerla de todos. |
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sombra Cazadora consagrada
Mensajes : 12511 Edad : 32 Localización : Aquí y allí y en ninguna parte Empleo/Ocios : Sumergirme entre libros Humor : Siempre intentándolo Inscripción : 04/07/2012
| Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Sáb 5 Mar 2016 - 14:57 | |
| Venga va me la juego, que creo que se cual es Más allá de los sentidos de Jane Hormuth |
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MissCherry ¿También hablas cuando duermes?
Mensajes : 3476 Edad : 31 Localización : Málaga Inscripción : 01/08/2014
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sombra Cazadora consagrada
Mensajes : 12511 Edad : 32 Localización : Aquí y allí y en ninguna parte Empleo/Ocios : Sumergirme entre libros Humor : Siempre intentándolo Inscripción : 04/07/2012
| Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Sáb 5 Mar 2016 - 17:01 | |
| La verdad es que lo he adivinado porque recuerdo haber leído tus comentarios en el post Ahí voy entonces Me matará si se entera.—Entonces no se lo diré.Se enteraría. Las mujeres siempre se enteraban de aquellas cosas que no debían saber. Al menos podía quitarle las botas. Eso no debería dar lugar a ningún deseo futuro de acribillarlo a balazos. Pero, después de quitarle las botas y ponerlas en un rincón, XX aún seguía vestida.—¡Vamos! —dijo CUÑADA con impaciencia—. Yo te ayudaría, pero corro el riesgo de caerme si me inclino.Si CUÑADA se caía, HERMANO lo mataría. De cualquier manera, parecía que no le quedaba mucho tiempo de vida. Pero no había nadie más que pudiera ayudar. Desde el instante en que XY se inclinó con la mano extendida para desabotonar la camisa de XX, sintió que su cuerpo empezaba a ponerse rígido.«Es absurdo excitarse tanto con sólo pensar en tocarla. Simplemente le vas a quitar la camisa. No vas a acariciarle los senos».Logró contener un fuerte deseo de salir corriendo y comprar un billete en el próximo tren que saliera de LUGAR, y así consiguió desabotonar rápidamente la camisa de XX. Se inclinó sobre ella apartando la mirada de los montículos gemelos de sus pechos, deslizó la mano bajo la espalda y la levantó lo suficiente para sacar los brazos de las mangas. Pero no podía quitarle la camisa.—Tiene las manos atrapadas en las mangas —le dijo CUÑADA—. Sostenía mientras yo le desabotono los puños.XY perdió toda capacidad de concentración. ¡Tenía la cara prácticamente enterrada entre los senos de XX! No pudo hacer otra cosa que dejar que cayera sobre la cama.—La levantaré cuando le hayas desabotonado los puños —dijo, respirando profundamente para despejar su mente.—Actúas como si nunca hubieras tocado a una mujer —señaló CUÑADA, esbozando una sonrisa.XY no respondió. Si lograba no decir nada, era menos probable que se incriminara a sí mismo. Pero su cuerpo podía delatarlo. Luchó por reprimir el deseo que se apoderaba de él mientras CUÑADA estaba de espaldas. Tan pronto como la señora CUÑADA desabotonó la segunda manga, la camisa de XX salió sin ningún problema. Pero XY todavía no había terminado: aún,tenía que quitarle los pantalones. Suspiró ante la visión.A CUÑADA le hacía mucha gracia verlo en semejante aprieto.Mientras le desabotonaba los pantalones, podía sentir un abrasador fuego estallando en sus entrañas. Tras soltar el último botón, intentó inútilmente quitárselos.CUÑADA no pudo ocultar del todo su sonrisa.—No pensarás arrancárselos. Le quedan tan ceñidos como una segunda piel. Déjame ayudarte.Intentó respirar lentamente para calmar los fuertes latidos de su corazón antes de deslizar el brazo bajo la región baja de su espalda para levantarla con cuidado.CUÑADA lo ayudó a bajar los pantalones despacio. Muy despacio. Cuanto más tiempo la sostenía, con la cabeza cerca del estómago, y cuanto más tiempo permanecían sus manos en contacto con aquellos muslos, más nervioso se ponía. Finalmente, con un fuerte tirón, CUÑADA logró bajarle los pantalones hasta las rodillas. XY dio la vuelta y le quitó los pantalones con otro rápido tirón. Se quedó parado con los pantalones firmemente agarrados. Sólo esperaba que su expresión no delatara lo que pasaba por su mente.—Ahora la camiseta.—¡No! |
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latipa Diosa Atlante
Mensajes : 1187 Edad : 36 Localización : tumbada a la bartola Empleo/Ocios : perderme en el bosque Humor : optimista Inscripción : 04/02/2010
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sombra Cazadora consagrada
Mensajes : 12511 Edad : 32 Localización : Aquí y allí y en ninguna parte Empleo/Ocios : Sumergirme entre libros Humor : Siempre intentándolo Inscripción : 04/07/2012
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MissCherry ¿También hablas cuando duermes?
Mensajes : 3476 Edad : 31 Localización : Málaga Inscripción : 01/08/2014
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sombra Cazadora consagrada
Mensajes : 12511 Edad : 32 Localización : Aquí y allí y en ninguna parte Empleo/Ocios : Sumergirme entre libros Humor : Siempre intentándolo Inscripción : 04/07/2012
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pricesa Cazadora en prácticas
Mensajes : 11824 Edad : 40 Localización : Tarragona.. Inscripción : 28/01/2010
| Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Sáb 12 Mar 2016 - 16:22 | |
| A mi me suena muchísimo, sé que lo he leído, pero no me acuerdo de nada más. |
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sombra Cazadora consagrada
Mensajes : 12511 Edad : 32 Localización : Aquí y allí y en ninguna parte Empleo/Ocios : Sumergirme entre libros Humor : Siempre intentándolo Inscripción : 04/07/2012
| Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Sáb 12 Mar 2016 - 16:44 | |
| Pongo otro trocito con el nombre del protagonista Madison podía percibir la determinación en la voz, ver la rigidez de la mandíbula y la desesperación en los ojos de XX. Tenía miedo, tanto miedo que no podía controlar su reacción frente a él. —No he podido pensar en otra cosa desde la primera vez que me besaste — confesó XX—. Habría querido que todo fuera diferente. He intentado que lo fuese, pero no lo he logrado. Madison sintió que la felicidad se le escapaba de las manos con la misma facilidad que el viento de Kansas le acariciaba el pelo. Todo su cuerpo se tensó con la intención de defenderse. Ya había renunciado a demasiadas cosas cuando se marchó de Tejas. No estaba dispuesto a renunciar a nada más. Mucho menos a XX. —Esperaré todo el tiempo que sea necesario —dijo—. Te llevaré a los mejores médicos del mundo —No lo entiendes —dijo XX—. Cuando llevaba pantalones, soltaba palabrotas y montaba a caballo, pensaba que sólo estaba intentando ocultar el hecho de que tenía miedo, que algún día todo volvería a estar bien. Ahora sé que no será así. —Eso no es verdad. —Necesitas una esposa que te ame de la manera en que todos los hombres quieren ser amados y yo no puedo hacerlo. —XX, te estás dando por vencida demasiado pronto. No tienes idea de lo paciente que puedo llegar a ser. —Sí, lo sé —dijo ella con una sonrisa agridulce—. Desde que te conozco has sido una persona muy paciente. Pero esto no es cuestión de paciencia. No puedo hacerlo. Lo he intentado. Madison notó que ella se alejaba cada vez más, que pronto estaría fuera de su alcance, y perdió el dominio de sí mismo. Agarró a XX con fuerza de los brazos. —No puedes decirlo en serio. Aún estás molesta porque olvidé ir a buscarte a la granja. Verás las cosas de otra manera cuando tengas un poco de tiempo. —Madison, por favor... XX sintió que el pánico se apoderaba de ella. El mismo miedo ciego de siempre, que le impedía disfrutar estar con él. —Sabes que no te haría daño. —Me estás haciendo daño ahora. Nada parecía poder detenerlo. Ni la rabia ni la frustración. XX podía incluso sentir que sus músculos se tensaban. —Te amo, XX. Quiero casarme contigo. Haré todo lo que tenga que hacer, esperaré el tiempo que sea necesario, pero quiero que seas mi esposa. No permitiré que no te trates como mereces. —Por favor... El corazón le latía con tanta fuerza que casi no podía oírlo. ¿Acaso él no podía sentirlo? ¿No podía ver lo que estaba sucediendo? Madison le rodeó la cintura con los brazos. |
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Fantástica Buscando grupo de ayuda
Mensajes : 26861 Edad : 46 Localización : En medio del océano... Empleo/Ocios : Pensar y meditar... Humor : Raro, raro, raro... Inscripción : 21/12/2010
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sombra Cazadora consagrada
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Fantástica Buscando grupo de ayuda
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| Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Jue 17 Mar 2016 - 2:17 | |
| Aquí voy... —Señorita XX, ¿me concede el honor? El padre de XY estaba delante de ella, con las manos enlazadas a la espalda, evaluándola implacablemente con ojos de hielo. Ocultando la sorpresa tras sus espesas pestañas, XX se preguntó qué estaría tramando el marqués. Posó la mano enguantada en la de él y le extrañó encontrarla cálida. Era normal en el ambiente de aquel sofocante salón, pero por alguna razón ella había imaginado que sería tan fría como su corazón. Tampoco pudo poner peros a su impecable forma de bailar. Era, con mucho, la mejor pareja de baile que había tenido en toda la velada, aparte de XY y AMIGO. Sin embargo, la presión que ejercía sobre ella para sostenerla era impersonal, y su expresión, distante. —Supongo que se cree más astuta que nadie, señorita XX. Ella lo miró. Así que sería allí, pensó, en la pista de baile. Muy bien. No se le ocurría un momento más apropiado. Elevando la barbilla, lo observó con la misma frialdad que él a ella. Cualquier estremecimiento de vacilación desapareció al recordar cómo aquel hombre trataba a XY. También la ayudó acordarse del Boqueo del Pez, lo cual la hizo reír alegremente, y sonrojarse a continuación. —¿Encuentra usted algo divertido, señorita XX? —Sí, milord. —Y sonrió con dulzura, tarareando animadamente al compás de la música. El marqués no hizo sino enrojecer aún más. —¿Y le gustaría compartir eso tan gracioso, señorita XX? —No, milord. Refunfuñando irritado, continuó guiándola por la pista en silencio, hasta que XX decidió lanzar su ofensiva. —Y, dígame, milord, ¿Por qué es usted un padre tan frío? Desconcertado, a punto estuvo de perder el compás del vals. Tras recuperar la compostura, la hizo girar tal vez con más fuerza de la necesaria. XX se limitó a observarlo con los ojos entornados. —Yo no veo razón para que se avergüence de XY. A mí me parece un buen hombre. —Es un holgazán inútil y amoral, y usted una jovencita insolente. No sabe nada del mundo. Él se habría limitado a utilizarla para a continuación deshacerse de usted si yo no lo hubiera obligado a casarse. —Pues yo lo habría preferido, milord. No me ha hecho usted ningún favor. Lo único que logrará con nuestro matrimonio será la unión de dos personas sin ningún deseo de unirse. —¡Mocosa desvergonzada! ¡Tiene menos sentido del decoro que un gato! La elegí para él porque creía que era usted anodina pero recatada, pues lo que él necesita es a alguien que lo sujete, que contenga sus excesos... XX se detuvo de golpe y, retrocediendo un paso, se apartó de los brazos del marqués. —¿Qué ha dicho? |
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kadesh Reencarnada en cazadora
Mensajes : 9967 Edad : 40 Humor : Negro Inscripción : 23/04/2010
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sombra Cazadora consagrada
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kadesh Reencarnada en cazadora
Mensajes : 9967 Edad : 40 Humor : Negro Inscripción : 23/04/2010
| Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Jue 24 Mar 2016 - 13:06 | |
| Pediria otro cacho, pero es que recuerdo como se conocen y porque, etc. Lo que no tengo manera de recordar es el titulo |
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Fantástica Buscando grupo de ayuda
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kadesh Reencarnada en cazadora
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Fantástica Buscando grupo de ayuda
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kadesh Reencarnada en cazadora
Mensajes : 9967 Edad : 40 Humor : Negro Inscripción : 23/04/2010
| Tema: Re: Chicas... ¿jugamos? Sáb 26 Mar 2016 - 21:21 | |
| —Supongo que se ha librado de la hermana de TAL.
Sorprendida, levantó la vista y descubrió una galería justo encima de su cabeza. Avanzó un poco más hacia el centro de la estancia y entonces divisó al mismísimo vizconde X. Lord X estaba de pie en la estrecha galería que recorría de pared a pared la gran sala de techo alto y contenía numerosas estanterías abarrotadas de más libros. El vizconde le daba la espalda, su corpulenta espalda. Tomó un volumen y lo abrió con el mismo esmero con el que una madre sostendría a un bebé entre sus brazos.
Era el único rasgo delicado del sujeto. El resto de su ser era ciertamente grotesco: exhibía una melena mal cortada y desaliñada que caía de forma poco elegante sobre el cuello de su traje, y por vestimenta lucía un trillado traje pasado de moda y unas viejas botas ajadas.
Para colmar el vaso, el tipo era enorme. No era pues extraño que todo el mundo creyera el rumor que era hijo del Príncipe de Gales y no del vizconde. Era evidente que tenía la complexión robusta de los Hanover, pero sin la opulencia de carnes de Su Alteza.
El gigante con el pelo desaliñado depositó nuevamente el libro en la estantería y procedió a tomar otro ubicado en un estante inferior, con lo cual ofreció a lady X una vista inigualable de unas envidiables posaderas y unos musculosos muslos tensados y prietos bajo la tela de los pantalones desgastados. Lady X sintió una intensa sequedad en la boca. Era capaz de apreciar una buena figura masculina cuando la tenía delante.
—¿Y bien? —preguntó él—. ¿La ha molestado la hermana de TAL? Tengo entendido que es una muchacha bastante impertinente.
Las palabras la asaltaron por sorpresa, sacándola de su ensimismamiento.
—No, no más que cualquier otra dama que se sienta desatendida por un caballero insolente y grosero.
Él se irguió rápidamente, se volvió hacia ella para mirarla y lady X se quedó sin aliento.
El vizconde no se parecía en absoluto al que se rumoreaba que era su progenitor. En primer lugar, lucía una poblada barba muy poco elegante. Su Alteza se tragaría un hierro candente antes de dejarse crecer unos bigotes tan extensos. Pero seguramente al príncipe no le importaría tener el cuerpo de este hombre: exhibía unos fornidos hombros cuadrados y un pecho ancho que se estrechaba progresivamente hasta una cintura sorprendentemente perfecta. Incluso sus pantorrillas parecían estar bien perfiladas, aunque sus medias…
Lady X parpadeó y volvió a observarlo. Llevaba una media de cada color.
—¿Ha terminado? —espetó él.
Ella se sobresaltó.
—¿Si he terminado el qué?
—De examinarme de la cabeza a los pies.
Maldición. No tenía intención de observarlo tan descaradamente.
—No puede culparme de que sienta una enorme curiosidad. Muy poca gente ha tenido el placer de ver Castlemaine y, menos aún, de ver a su dueño.
—La razón es bien sencilla —repuso él al tiempo que le daba la espalda nuevamente para depositar el libro en el estante—. Y ahora, si me disculpa…
—Lo siento, pero he venido con el firme propósito de hablar con usted.
Él se limitó a asir otro volumen.
—Igualita que su hermano, ¿verdad? No acepta un no por respuesta.
—No cuando esa negativa se ofrece sin ninguna explicación.
—No tengo que dar explicaciones de por qué me niego a hablar con un visitante. Tengo entendido que incluso la etiqueta social me permite elegir a quién deseo ver, especialmente cuando estoy ocupado.
—Usted no está ocupado, lo que pasa es que es un cobarde.
El vizconde se dio la vuelta y la miró furibundo.
—¿Qué ha dicho?
«Excelente, X, ¿Y por qué no le abofeteas la cara con el guante?», pensó ella, pero es que ese hombre la sacaba de sus casillas. |
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sombra Cazadora consagrada
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latipa Diosa Atlante
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