Las historias de segundas oportunidades me gustan mucho, sobre todo cuando los protagonistas han tenido que pasar por algo gordo porque así se ve mucho mejor esa evolución del personaje o su profundidad. Y en este caso la autora ha sabido llevar muy bien la historia de dos personajes con una historia en común en la que la enfermedad (alcohol) y los malos entendidos separaron sin remedio años atrás.
Por un lado tenemos a Ellie, una joven que, desde que murió su madre tuvo que cuidar de su padre y sus hermanas pequeñas convirtiéndose así en la figura materna de todas ellas. Cuando era más joven, conoció a Bram, se enamoró y se comprometió con él. Compromiso que rompió poco después cuando le descubrió con su hermana más pequeña en una actitud poco familiar en su cuarto. Decepcionada, se cerró a cualquier acercamiento con él y se encerró en sí misma y en su familia para tratar de olvidar.
Y por otro tenemos a Bram, y a la gran sorpresa de la historia. Desde su primera aparición en esta serie supe que iba a ser EL protagonista. No solo hacía todo lo posible por que sus hermanos fueran felices, sino que tenía un pasado difícil debido a su alcoholismo y su culpabilidad por la muerte de su padre. Todo eso, hace de él un personaje que merece una segunda oportunidad en su libro y que merece a alguien que sea su igual, y creo que en este libro la autora ha conseguido mostrarnos a un Bram fuerte, seguro de lo que quiere, familiar, leal, sincero y sobre todo, vulnerable.
Su encuentro hará que la historia vaya de menos a más y acabes enamoradita perdida gracias a Bram y sus acciones para con Ellie para que ésta la perdone.
Sobre los secundarios, decir que odié y odiaréis a Lydia, la hermana pequeña de Ellie. Una víbora mayor que no ha hecho más que dar por saco desde que hace años a la pareja y que hasta el final dará que hablar para mal.
El resto, han sido todo una sorpresa, sobre todo el padre de Ellie. Un hombre nada tonto y que se ve que solo quiere lo mejor para sus hijas.
Sí hay peros, no es un libro perfecto, sobre todo con respecto a lo que hace Ellie al final. Aún así, es un libro que cierra con muy buen broche esta serie que empezó siendo bastante inverosímil .

Son 3,5 estrellas, pero son 4 por Brahm. Me ha gustado el libro, pero ha sucedido algo sobre ¾ del libro que no me ha gustado. No sé por qué las autoras se empeñan en mostrarnos un personaje de una manera y luego, este mismo personaje, hace algo que es intrínsecamente opuesto a esta personalidad.

Eleonor es una mujer que ya por su edad, 32 años, está más que de sobra para “vestir santos”. Es dulce, amable, ama profundamente a su familia. Pero además, está resentida, dolida con Brahm. Éste no se porto muy bien con ella, pero tan poco le permitió alguna explicación. Estos sentimiento de ella, que aparentemente no los tiene, salen a flote cuando ellos dos se vuelven a encontrar. Además Eleonor ha sido una madre para todas sus hermanas, a penas tuvo tiempo de disfrutar de su adolescencia, ya que su madre falleció cuando ella tenía 12 años. Ya imaginareis la gallina clueca que es Eleonor con sus hermanas y su padre. Que ha provocado que ella piense poco en sí misma y más en su familia.

Por otro lado tenemos a Brahm. Qué decir de él. Pues que asombroso, tierno, dulce, sincero, protector, pasional. Además sabe lo que ha sido, cómo se ha portado con todo el mundo, y sobre todo con Eleonor. Padeció una infancia con un padre alcoholico, que pretendía hacer a su imagen y semejanza a su hijo primogénito. Brahm después de la muerte de su padre hace un giro 180º, cambiado su vida y sus hábitos. Pretende redimir sus errores y disculparse con todas aquellas personas con las que se ha portado más que mal. Y sobre todo con Eleanor, que sabe que siempre la ha amado y no se perdona lo que sucedió y el daño que le produjo. Aunque he de decir que aquí él no tuvo mucha culpa (zorrupia de Lydia).

No voy a desvelar mucho más, sino haría un enorme spolier, solamente decir que la autora hizo una cosilla que me jorobó el libro y es por lo que no le doy más estrellas.

Es bonito, pausado, romántico. Las historias de segundas oportunidades son muy bonitas y esperanzadoras, siempre y cuando el autor (desde mi punto de vista) sepa gestionarlo. Brahm te conquista desde la primera palabra. Mayormente las estrellas son para él.

Bien, cuando comencé esta serie y conocí a Brahn, no me salto las alarmas mucho. Pero cuando fui leyendo los siguiente libros, me iba percatando de una pequeña similitud. ¿Cuál era esa similitud y con qué?. Pues tal vez sea una apreciación mía y este mal de la cabeza (lo último no hay que ponerlo en duda), pero iba viendo que durante todo el libro Brahm hacía algo por sus hermanos, además de ser el partícipe final de la resolución del conflicto. Ésto mismo pasaba con la serie Bedwyn, ya que durante todos los libros, mi idolatrado y amado Wulfric fue haciendo exactamente lo mismo. Al llegar a este libro, he visto varias similitudes con en libro de Wulfric (suspiros). Dos personas de una edad fuera de lo habitual para lo que se suele presentar en las novelas románticas históricas, sobre todo la protagonista principal, que suele tener unos 22 o 23 años como mucho. Y aquí tanto como el de Mary Balogh, ella tiene más de 30 años. Ya digo que esto es una divagación mía total, que hay mucho, muchísimo libros iguales. Pero mi necesidad de aclaración al respecto (vaya usted a saber por qué) me ha hecho investigar el año de su publicación. Y ¡sorpresa! el año de publicación del primer libro de la serie Ryland es posterior al año de publicación del último de la serie Bedwyn. En fin, menuda tontería he puesto, pero quería desahogarme. Y mientras el señor Goodreads no me lo impida (por favor no) seguiré escribiendo lo que me plazca sin ofender a nadie, claro.

No me había dado cuenta de esas similitudes que hablas, pero ahora que lo dices, sí que es cierto que ambos personajes tienen ciertas características que comparten, aunque no son iguales :pensando:sobre todo en lo referente al alcholismo y su personalidad más abierta

Justo  me he quedado cuando Eleonor coge las riendas de su futuro y s mete en la habitación de él
Y ojalá me equivoque pero no sé si se casarán y Lydia se meterá ptra vez en la cama oo que desición mala tomará Eleonor

Claro, Brahm es mucho más abierto que Wulfric. Pero lo que comento es la similitud a grandes rasgos. Como un esquema similar. No sé si me estoy explicando

Pensaba que no me cuadraba que después de haber superado el deliriuns tremens en apenas una semana otra vez estuviera igual, pero he estado mirando en internet y parace que es posible.

Lo que no me cuadra es que la familia de ella la deje hacer lo que hace...sin carabina ni nada, no sé, encuentro que alguien debería haberla acompañado 
Del padre, con las ganas que tenía el hombre de que se cadara con Brahsm... no se ha vuelto a saber nada, me ha faltado una conversación ahí... a no ser que después acontezca
Lo de la visita de Fanny me ha dejdo KO 

Que ahora pensando en frío, creo entender que la autora ha querido que Eleanor le rechazara para que Brahm volviera a beber y así ella fuera consciente de lo que le costó cambiar  retorcido e innecesario, sí. Anda que no demostró ya el pobre que era merecedor de una segunda oportunidad.

En realidad 3’5 Estrellas, pero le pongo las 4 porque se lo ha ganado a pulso el personaje de Brahm. Admito que desde que empecé a leer esta serie, lo que realmente quería era leer el libro de Brahm, el mayor de los Ryland, el vizconde Creed, ése noble con un pasado tan escandaloso, pero que en el fondo guardaba un gran corazón que jamás pudo olvidar a la mujer que amó.

Más de diez años atrás, Brahm conoció a Eleanor Durbane, la hija mayor del mejor amigo de su padre. Por aquél entonces, Brahm ya tenía una fama de gran bebedor y todos daban por hecho que acabaría igual que su padre, pero era un heredero con un gran título y fortuna y podían pasarse por alto muchas cosas. Durante una fiesta campestre Brahm y Eleanor se enamoraron, y una semana después ya estaban prometidos. Pero algo ocurrió esa noche, Brahm bebió más de la cuenta, hasta el punto de no ser consciente de lo que hacía, y su por entonces prometida, le pilló en una actitud escandalosa que hizo que rompiera su compromiso.

Tras lo ocurrido, el estado de Brahm empeoró hasta el punto de querer olvidar, olvidar lo que pasó y a la mujer que amó. Finalmente, Brahm abrió los ojos al sufrir un accidente en el que murió su padre, y que a él lo dejó lisiado de por vida. Por fin, sobrio, y con más ganas de vivir que nunca, Brahm está dispuesto a enmendar los errores del pasado, y todo empieza pidiendo perdón a Eleanor. Por eso, cuando un día recibe una carta en la que el padre de Eleanor va a dar una fiesta campestre, Brahm accede sin dudar.

Eleanor Durbane sabe que su padre ha organizado una fiesta campestre y con muchos solteros, con el fin de casarla con alguno. Es la mayor de cinco hermanas, ya pasa de los treinta y sigue soltera, al no haber sido capaz de aceptar a ningún hombre tras lo que pasó con el vizconde Creed. Pero lo que menos querría Eleanor, es descubrir a Brahm entre los invitados a su fiesta.

A favor del libro, tenemos un romance de segundas oportunidades. De cómo una pareja joven se quiso, y como su felicidad quedó destruida por un error, pero sobre todo, tenemos una historia donde tiene un gran peso el poder de la confianza. No miento diciendo que a Brahm le costará mucho convencer a Eleanor. Y sin duda lo mejor del libro ha sido esa primera mitad, que ha sido bastante normalita y sin muchos sobresaltos, pero que ha tenido un romance cocido a fuego lento, de los que yo, personalmente, disfruto un montón.

El principal error del libro lo he visto en los conflictos. Sí, sé que en toda historia debe haber conflictos para que los personajes aprendan a confiar y enamorarse, pero los que ocurren en esta historia me han dejado de una mala leche tremenda. Sobre todo porque me ha hecho cabrearme un montón el personaje de Lydia, una arpía odiosa, envidiosa y amargada que disfruta haciendo infelices a los demás porque ella es incapaz de conocer la felicidad. Y sí, también me he enfadado mucho más con el personaje de Eleanor. Por dudar tanto, por no saber lo que quiere, por no aceptar la palabra de Brahm y lo que este hace por recuperarla, por no apreciar ese amor tan profundo y desinteresado, y los esfuerzos que este ha hecho por encauzar su vida y ser un hombre nuevo.

Creo que llegados a este punto, está todo dicho. He amado a Brahm hasta el fondo de ser probablemente mi personaje favorito de Kathryn Smith. Adoro a los personajes que son capaces de superar todos los obstáculos y problemas que el mundo les ha dado, y no caen en su empeño por mejorar, por ser alguien nuevo, enmendar los errores del pasado, y sí ¿Por qué no? Amar. Pero si algo me gusta es un hombre enamorado, no un hombre cínico que no quiere casarse ni mucho menos enamorarse, no. Brahm estuvo enamorado en el pasado, y está dispuesto a hacerlo de nuevo, de la misma mujer a la que rompió el corazón.

Mi problema ha sido con esa mujer, que no me ha parecido en muchos momentos que se mereciera el amor de Brahm. Eleanor me ha parecido una veleta difusa, no me ha caído mal, pero tampoco especialmente bien. Al principio es fácil empatizar con ella y su situación, su lealtad para con sus hermanas es encomiable, el problema que le he visto es que está demasiado anclada en su afecto para con sus hermanas, y piensa poco en su futuro, y ¿Qué más digamos? Que no parece apreciar los esfuerzos que Brahm ha hecho por ser mejor, ni a confiar en él. No voy a decir lo que va ocurriendo en el libro, porque debéis descubrirlo si queréis leer el libro.

El libro en general es bastante normalito, y no es ninguna joyita, pero tras leer los cinco libros de esta serie, destaco los de Wynthrope y Brahm como los mejores, de modo que menos mal que han sido los últimos, y por lo menos estos han merecido la pena. En cuanto a este broche final, ha sido un libro bonito y sin muchos sobresaltos, con un protagonista masculino de los que marcan, y que disfrutas mucho leyéndolos. Aunque también me he dado cuenta de cómo los últimos libros de esta serie marcaron la obra futura de Kathryn Smith, así que me alegro que mejorara como escritora con el tiempo.

Realmente Brahm es un amor e incluso tiene premio a mejor protagonista del 2005.
Eleanor no ha terminaoo de convencerme y al final... como que el padre y Lydia desaparecen 
Para mí el tema de Lydia queda en el aire no sé.... puedo entender porqué lo hace, pero claro la autora no lo deja
Y lo de dejarla ir sola a buscar a Brahm muy moderno para mi gusto... y el padre to' callao 

Creo que la autora repite el mismo esquema una y otra vez... la primera que es la que no aparece y luego otra segunda. 
Ahí me ha faltado originalidad, y el personaje de Lydia tiene demasiado peso para que luego desaparezca por las buenas
y sobre Eleonor no me ha quedado claro si antes estaba enamorada o solo fue de orgullo herido 

Brahm es realmente un amor... para mí Eleonor no está a la altura... aunque puedo entender sus dudas 

Me gustó muchísimo más que el primero.  Si es que Dev tiene mucho más magnetismo que Miles,
por lo que me gustó mucho más su personaje.
Blythe tampoco me calló mal, pero me puso de los nervios con aquello de no querer casarse sí él no la amaba. Es decir, pedía una cosa que ni ella misma estaba dispuesta a dar.
Menos mal que Dev fue insistente, si no, dudo mucho que ella hubiera tomado la iniciativa.
Luego está Carny (creo que era así su nombre   ) y que molestó bastante en primer libro y ha seguido dando por saco en este. Que relación más rara con su mujer!! ¿No se supone que se casó con Teresa por amor?  Pues no creo que fuera eso, por su comportamiento el posterior intento de violación a Blythe.
Pero oye, ahí no ha pasado nada, por que solo esta borracho. Y pobre Teresa, que no se ha enterado de na'.  
En general, fue una historia muy bonita, pesada a veces en algunas partes, pero mucho más entretenida que el libro de Miles.