Darci Monroe ha superado una niñez marcada por el abandono gracias a su carácter entusiasta, una actitud positiva y una voluntad extraordinaria. Ahora, esta joven llena de ingenio, contratada como asistente personal por Adam Montgomery, dedica más que una simple atención profesional a este millonario de un atractivo irresistible.
Pero hay algo que impide a Adam aceptar el amor de Darci: desea descubrir el secreto de la desaparición de sus padres, y Darci posee unas facultades que le ayudaran a luchar contra una dama de las artes ocultas.

Las habilidades psíquicas de Darci siempre ha hecho su vida más difícil de lo normal. pero todo cambia después de encontrar al amor de su vida, su marido, Adam Montgomery.

Cuando Adam desaparece en un accidente misterioso, Darci se derrumba y sólo hay una cosa que la hace seguir adelante, su pequeña hija. Pero su instinto le dice que los informes de la muerte de Adam son falsos. Cuándo el FBI recluta sus talentos intuitivos para resolver un crimen atroz, ella les ofrece un trato, les ayudará a resolver ese crimen si ellos la ayudan a ella a destapar la verdad acerca de Adam. Puede ser un trato más duro de lo que Darci se imaginó: debe tratar directamente con el criminal Jack Rose...

Darci nunca ha dejado de buscar a su marido secuestrado, Adam Montgomery; pero esa búsqueda la ha ido introduciendo cada vez más en un mundo de extraños fenómenos psíquicos que nunca creyó posible. Cuando el FBI la capta para que ayude a localizar al desaparecido padre de uno de sus agentes encubiertos, Jack Rose, Darci acepta, sin saber que su atracción por el apuesto Jack la llevará directamente hacia un lugar letal... y directamente al pasado. Porque alguien está protegiendo a Jack, una misteriosa dama del s. XIX que los arrastrará a un lugar y tiempo en el que ella no cuenta con sus habilidades...

¿Podrá Darci dar con la clave que desencadenará los crímenes que, en la época actual, tiene que resolver?, y, ¿podrá una encarnizada lucha con una fuerza malvada de ese tiempo pasado mantenerla como rehén... para siempre?