"Cuando lo encontré inconsciente en la playa, supe que mis oraciones habían sido escuchadas, y que yo, lady Chelsea Campion, ya no pasaría más miedos ni angustias. Lo único que necesitaba para asegurar las propiedades de mi familia era un bebé. Y ese hombre apuesto, de buena familia y desprovisto de todos sus recuerdos era perfecto para conseguir mi propósito. Pensé que sería un buen amante; pero una vez en sus brazos, se apoderó de mí algo más que la mera pasión..."

Tercer libro de la serie "Los hermanos Sinclair".

Es curioso que tras las historias de unos personajes pasionales como Devon y Vincent, sea la del hermano responsable la que más me ha gustado. Y es que, entre el hermano atormentado y el hermano libertino, Blake había pasado casi desapercibido. Casi. A mí me llamaba más la atención que los otros dos, que tenían papeles más típicos, sabía que Blake podía ser un buen protagonista. Y así ha sido, Blake nos muestra su lado más apasionado, creativo y juguetón; en realidad, es un personaje más interesante de lo que parecía. En ello tiene mucho que ver el punto de partida de la historia, que si bien no es algo novedoso, si nos permite conocer a este personaje desde otra perspectiva.

Blake es el eje de la historia, nos demuestra que un secundario puede convertirse en un protagonista interesante.

La trama es ciertamente rocambolesca, pero el famoso y descabellado plan de Chelsea no es tan frío como parece en la sinopsis, no se le ocurre al encontrar a Blake en la playa sino después de salvarle la vida. De hecho, no es algo tan distinto a las estratagemas de tantos protagonistas masculinos que necesitaban un heredero y recurrían a cualquier estrategia para conseguirlo. Incluso mentir; Chelsea no se muestra sincera al ocultar su plan, pero tampoco le miente sobre sus sentimientos.

En esta ocasión, el lector tiene unos datos de los que carecen los protagonistas, puesto que conocemos la identidad y la personalidad del desconocido y tenemos más información que cualquiera de los personajes por separado. Pero tampoco se nos revela toda la información y, por eso, la historia mantiene su dosis de suspense, porque no sabemos cómo ha llegado Blake hasta allí, en circunstancias tan peculiares. Sí se van dando ciertas pistas sobre lo ocurrido a Blake, pero ese misterio no es importante hasta bien avanzada la historia y, aun entonces, es algo más bien secundario.

Sí me hubiera gustado que se alargara un poco más la historia para darle más importancia a esa parte de la trama, porque me tenía intrigada y creo que habría mejorado bastante la novela.

Blake siempre se ha mostrado como el buen hijo, obediente, responsable, el que se ha encargado de todo —mientras que sus dos hermanos mayores estaban peleados y ocupados en sus asuntos—. Pero, al final de la historia anterior, ya se notaba en él un cambio, porque emborracharse y desaparecer no es propio de él, por eso su familia teme lo peor. De hecho, aparece en la costa de Jersey desnudo, herido y amnésico; pero allí también descubre una libertad de la que hacía años que no disfrutaba, liberado de sus responsabilidades puede dar rienda suelta a su lado más apasionado y artístico. Son las dos caras de Blake, que me ha gustado mucho. No sólo porque el personaje ha superado mis expectativas, también por esa vulnerabilidad que transmite al no saber quién es, al sentirse totalmente sólo y aislado, sin saber si puede confiar en la única persona a la que conoce. Me ha parecido un personaje tierno y apasionado, aunque se podía haber desarrollado más su personalidad.

Chelsea es la hermana de un conde que arruinó su propia reputación unos años atrás al huir con un cazafortunas; ahora vive en una isla remota junto a su familia y se dedica a su pasión: la escritura. Ella es feliz en esa soledad tan propicia para escribir, sin echar de menos a la sociedad de la que fue expulsada tras protagonizar el escándalo que acabó con su buen nombre. Pero encontrar a un desconocido cambia su vida, es como vivir una de sus historias, pero con su aparición descubre que ha estado escondiéndose del mundo. A pesar de su extraño plan, no me parece un personaje egoísta, más bien es interesante; me ha caído bien, sólo quiere salvar a su familia del desastre, pero evitando su desdicha. Sin embargo, el plan es injusto para Blake, sobre todo me sorprende que Chelsea hable de concebir un hijo con tanta ligereza, pero es evidente que cuando él deja de ser un desconocido su plan falla. Y lo más sorprendente es que su idea sea apoyada por su familia, eso lo hace todavía más rocambolesco.

La historia de amor empieza en el momento en el que Chelsea le salva la vida a Blake y, puesto que ha perdido la memoria, ella es la única persona que conoce en el mundo, la única mujer a la que recuerda. Al estar tan apartados de la sociedad es como si vivieran en otra realidad más libre, pero es obvio que en algún momento se toparán con el mundo real y que todo lo que han vivido tendrá consecuencias. Es una historia extraña, no es original, pero sabe transmitir la soledad de Chelsea y la desesperación de Blake por no recordar nada, de tener que confiar en la única persona que conoce y a la que, sin embargo, no conoce. Su historia de amor empieza de una forma calculada, pero Chelsea siempre admite que siente algo por Blake, que el plan pasa a ser secundario casi desde el primer momento, y ella queda atrapada entre el deber hacia su familia, sus remordimientos y sus sentimientos, y sus secretos. Mientras que Blake es al mismo tiempo un libro abierto y un hombre lleno de secretos, incluso para él mismo.

Y, sin embargo, estos dos desconocidos encuentran una comprensión en el otro que nunca habían tenido.

Esta vez la familia Pembroke tiene menos presencia que en las historias anteriores, pero sí es imprescindible en la trama. También lo son los miembros de la familia de Chelsea que, aunque no son mala gente, tienen un comportamiento bastante extravagante que destaca todavía más en la soledad de la isla.

El final es un poco precipitado, sobre todo en cuanto a la trama de misterio, la autora apenas nos cuenta cómo se resuelve y podría haber dado más de sí alargando un poco las explicaciones. Con una extensión más larga también podía haber profundizado más en los personajes y en la trama. Pero el epílogo me ha gustado, porque es perfecto para Chelsea y Blake.

Los libros anteriores han servido como presentación del protagonista, pues es donde se nos muestra al Blake responsable, al hombre que es antes de esta aventura. Pero esta historia me ha gustado más que las otras dos. De hecho, no recuerdo un libro de esta autora que me haya gustado más; con esto no quiero decir que sea una gran novela, porque la autora nunca me ha gustado demasiado, pero en esta ocasión me ha sorprendido para bien. La sinopsis parece un poco extraña, pero es una historia bonita, con una dosis de intriga, que me ha gustado bastante.