Lo estoy leyendo muy rápido. Menudo comienzo de libro. Tiene muchas cosas que me gustan en un libro.
Primero, Mary es fantástica, dulce, valiente, ingeniosa, nada ñoña. Me gusta la relación que tuvo con los hermanos y más concretamente con Sebastián.
Segundo, los hermanos. Son geniales. Tan diferentes entre sí. Me da mucha pena que tuvieran que separarse. Odio al tío.
Hay gemelos. No sé por qué me gustan pero me encanta leer sobre gemelos. Espero que se desarrolle cómo espero.
Hay escacharraditos ( cómo los llama Alba, jeje). Que pena me da Sebastián, tener que verse reflejado en el rostro de su hermano.
El tío, tengo una teoría ( bueno varias). Pero hay una que se me pasó. ¿No tendrá trastorno de la personalidad? Cómo si escuchara voces o algo así. No me gusta el padre de Mary. Creo que oculta algo.
Tan poco me gusta el prometido de Mary. Demasiado perfecto.
Soy fan de la tía.
Lo he dejado dónde le atacaban a Sebastián. Noooo.

Sabía que no me iba a defraudar esta autora. Y no lo ha hecho. He disfrutado mucho leyendo este libro. Bueno… lo que se dice disfrutar, sí. Pero también he tenido algunos momentos de tensión, la justa, que me visto disminuir el largo de mis uñas.
Ante todo, hay que quitarse el sombre ante Lady Heath, ya que ha tenido un comienzo de libro im-pre-sio-nan-te. Muy trepidante, emocionante, inquietante, y todo lo -ante que te puedas imaginar.
Y qué nos encontramos en este libro. Pues nos encontramos a tres hermanos, que se quieren muchísimo y que se vieron obligados a separarse, viviendo cada uno una vida que ni la Dolores. Creo que la autora, o eso espero, nos va ir dando pequeños trazos de acercamiento de los hermanos durante los tres libros de ellos. Ahora son adultos, con una vida bastante jodid*  a sus espaldas, sin conocer al hermano que tienen de frente y que además quiere. Porque ellos tres se quieren un porron. Se apoyan, aún habiendo pasado tanto tiempo sin verse ni saber el uno de los otros, y viceversa.
Y nos encontramos con una historia de amor, un poco rara, pero a la vez cliché. A ver si me aclaro. Tanto Mary como Sebastian se conocen desde niños. Pero no solamente se conocen, sino que además, han tenido una relación muy estrecha, de amistad, aprecio, cariño, camaradería. Por parte de Mary, estaba más que claro que estaba de jovencita enamorada de él. Aquí viene el cliché donde nos encontramos el “reencuentro” de una pareja separada, pero no fueron pareja. U otro cliché de los amigos que se enamoran, pero es que eran mucho más que amigos de pequeños y de adultos son casi unos desconocidos porque han cambiando(sobre todo por Sebastian, que es un cabezota, taciturno, reina del drama). 
A Sebastian, me daban ganas de darle un manporro. Mira que es cabeza. Entiendo sus reticencias. Él está muy cambiado, tanto por fuera cómo por dentro. Pero leches, dejate querer pedazo del lucio!!. En fins. Que luego el pobre era un pelele en las manos de Mary.
Porque Mary, es mucho Mary. Menuda femina. Un mujer que aparentemente ha cambiado su carácter vivaz, aventurero de cuando era niña, a una mujer tranquila, sosegada y que piensa mucho antes de actuar. Esto último sí lo tiene (aunque con respecto a Sebastian no ha utilizado en ningún momento su cabeza, sino otra cosa más abajo). Pero la sorpresa se la llevan todos (el prometido, el padre, Sebastian, ella misma), excepto su tía, cuando empieza a comportarse un poco más que diferente. Y claro, todo esas actuaciones “valientes y desinteresadas” la van a traer más que un problema. He de decir, que me ha gustado mucho cómo ha tratado Mary el asunto de su prometido. Otra cosa es que me haya gustado cómo se ha resuelto eso.
En resumen, un libro de comienzo de serie muy bueno. Con unos hermanos que prometen mucha diversión.

El final no me pareció acertado. Demasiado rápido, no hubo mucha duración del sufrimiento. Además, mi teoría sobre el tío no se confirmado o desmentido. Y no sabemos con quién hablaba.