Los personajes no me han gustado, al principio pensé que el protagonista podía salvarse (porque la protagonista no se salva ) pero ahora que lo he acabado no sabría definir mis sentimientos por Wulfgar.
Algunas escenas se me hacian muy muy desagradables de leer (Quizás porque soy un poco sensible y aprensiva) y respecto a la trama, me traia un poco loca, primero una batalla, despues londres, luego unos atracos, no sé, me sentia un poco perdida con tantas descripciones (para mi gusto, excesivas).
Por decir algo postivo, entiendo que cuando se publicó fue un boom, la historia transmite de manera muy realista lo que se vivía en esa época, aunque fuera un poco crudo.

1 Estrella. Lo siento por la señora Woodiwiss, pero mentiría si dijera que éste libro me ha gustado, no lo ha hecho nada. Lo cierto es que me ha parecido un bodrio y un culebrón infumable. Quizás si hubiese sido una de mis primeras lecturas de novela romántica, habría sido más permisible con él, y por más que he intentado recordarme que fue su segundo libro y lo publicó en 1974 habría pensado de otra manera, pero no.

“El lobo y la paloma” imagino que en su momento debió ser un boom, novedoso allá donde la novela romántica como hoy la conocemos se estaba gestando, el problema que he tenido con éste libro es que no ha envejecido bien y he leído montones de libros de ésta misma temática y pocos me impresionan.

¿Qué historia nos cuenta? La de Aislinn y Wulfgar. Estamos en la Inglaterra de 1066 cuando Guillermo el Conquistador se hace con el país. Aislinn es la hija de un noble sajón, que ve invadido su hogar por saqueadores normandos que no dudan en ningún momento en matar o esclavizar a las gentes que allí moran. Se presentará en escena Ragnor de Marte, un noble normando, cabecilla de todo el pillaje y el malo malísimo de la novela, que no descansará en hacerles la vida imposible a los protagonistas hasta que consiga hacer suya a Aislinn.

Wulfgar es un caballero normando, un bastardo que se ha ganado los favores del duque y posteriormente rey Guillermo. Las ordenes del rey son que Wulfgar asegure los terrenos de Darkenwald para la corona y pacifique la zona. El problema radicará cuando Wulfgar llegue a Darkenwald y vea el pillaje al que Ragnor ha sometido a la población, y la vejación de encontrar a la hija del anterior dueño convertida en una esclava.

La historia de Aislinn y Wulfgar comenzará desde el principio, ambos son guapos, atractivos, se atraen etc., pero Wulfgar es un hombre que no confía en las mujeres, y Aislinn no quiere enamorarse de un enemigo que nunca la verá como algo más que una mascota, incapaz de confiar en ella, y mucho menos en desposarla.

¿Qué ha tenido de mal este libro? Todo, el planteamiento de la novela debió ser novedoso en la época, y sé que otras novelas que he leído y sí me han gustado se habrán basado en éste libro, pero tenemos una historia trillada y mala, absurda e inverosímil.

Los personajes, aunque hasta cierto punto bien logrados, no han logrado hacer mella en mí, Aislinn me ha parecido estúpida y cargante en toda la novela, la autora la pintaba de una manera que luego no era para nada así. Wulfgar el protagonista quizás es el único al que se le ha visto como un hombre de su época, y pese a sus muchas incoherencias, creo que es el único personaje que evoluciona. Pero ¿Qué hay de los demás? ¡Horrorosos! Empezando por los malos malísimos, Ragnor de Marte y Gwyneth, la medio hermana de Wulfgar, son un chiste absurdo, ambos son tan malos, rastreros y odiosos, que acabas odiando la novela por su sola presencia. Sí, ésta es de ese tipo de historias donde los protagonistas son muy buenos, y los malos son muy malos; pero luego la autora encontrará justificación en su manera de actuar, los redimirá y luego hará cosas tan inconexas con ellos, que como lectora eres incapaz de creerte.

Por otro lado y para añadirle más leña al fuego, este libro ha sido horriblemente largo, le sobraban más de doscientas páginas, ha sido muy, muy cargante y pesado; he llegado a más de un punto en el que me negaba a leer más o me dormía. Me parece una auténtica lástima, pero creo que por las críticas esperaba mucho más de ésta novela, y lo único que ha conseguido ha sido frustrarme. Creo que sólo destacaría el capítulo final, al que he visto mucha chicha, para que luego la autora lo estropee añadiéndole un azúcar que no le hacía falta a la novela, pues ya empachaba.

En el futuro creo que volveré a reconsiderar lo de leer clásicos y creerme que son la repanocha porque fueron los primeros. He quedado totalmente decepcionada y desencantada. He leído otros libros de Kathleen Woodiwiss que me han gustado bastante, el anterior a éste que leí no me gustó nada, y éste no sé si me ha gustado menos. Lo único que sé es que tengo otro libro suyo esperando para ser leído, y me da un miedo tremendo pensar en qué tendrá dentro. Lo que sí sé, es que tardaré en leerlo, porque no me veo capaz de soportar otro libro de ésta escritora en mucho tiempo.